EN LA ORBITA DE LA
GEOPOLÍTICA
HEGEMÓNICA
QUÉ OPCIONES
TIENE
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ
OBRADOR
EN ESTA
TRANSICIÓN DE
RÉGIMEN
¿QUÉ FACTORES
DETERMINAN EL TRANSITO HACIA UN NUEVO RÉGIMEN?
UNA VISIÓN
RETROSPECTIVA Y
PROSPECTIVA
Victor García Mota*
Notas
Sobre un hecho
Histórico
Coyoacán 2021
PRIMERA PARTE
PROLOGO
Sirvan estas líneas para mis lectoras y lectores. Las
palabras: Cambio de Régimen ha sonado
y seguirá sonando mucho.
El Asunto de Cambio de Régimen en el escenario
nacional con la presencia del poder mediático y de las redes sociales, sigue
estando desde que Andrés Manuel López Obrador arribo al poder en el 2018, sigue
siendo un evento noticioso y mucho de lo que se ha difundido, por el propio
Presidente, y por los diversos actores, la oposición y por el Congreso; y
pareciera que ya todo está dicho. No es el caso. Las apariencias engañan. Qué
bueno que hay debate sobre este asunto; y por eso las presentes NOTAS, solo
focalizan algunos puntos centrales para contribuir así al DEBATE NACIONAL,
porque en la Historia Contemporánea un cambio de Régimen, es la destrucción del
viejo régimen, el desmantelamiento de
toda su arquitectura; toda esa masa de instituciones en que se sostenía el viejo régimen y las redes de
complicidad; un mundo de privilegios que desaparece. La ruptura histórica ha
significado también mucho dolor a
individuos, hombres y mujeres, familias, esa clase social, esa generación que
integro a las elites a la oligarquía, sufren el impacto del desmantelamiento de
las bases en que se sostenía el viejo
régimen, y resulta natural que esa clase social haga todo lo que puede
hacer, para impedir el Cambio de Régimen. El presente cambio es un hecho
Histórico inédito que materializa el
drama y la tragedia. El Gobierno de AMLO ha desatado un mar de
contradicciones por la gama de actos en curso y cuya acción central tiene un
claro objetivo, transitar hacia un nuevo Régimen y por ello, es el Presidente
que encarna la ruptura histórica inédita e imperfecta, porque no hay manual, no
hay hoja de ruta para la acción del liderato; y el equipo que llega al poder,
es radicalmente diferente, no pretende ser un ejecutivo (a) de excelencia, no
hará presentaciones ejecutivas del estilo del viejo régimen que las presento como un rasgo distintivo de eficacia
y prontitud. Nada de eso, es otro modo de
gobernar, y las mujeres y hombres que han arribado al Gobierno viene
asumiendo de manera practica la curva del
aprendizaje, enfrentando errores, contradicciones, repeticiones, manejo de
información en los asuntos de su competencia; esta es la viva experiencia de la
formación del grupo y equipo de gobierno; porque es AMLO, y solo el, el que
lleva la batuta sustentada en una visión estratégica, para conducir la
transición hacia un Nuevo Régimen.
Un acercamiento al drama y la tragedia del Cambio de Régimen lo retrata Rafael
Tovar y de Teresa en su Novela: “Paraíso
es tu memoria” (Alfaguara 2009) nos narra ese drama y tragedia de una
generación perdida, como bien lo expresa el gran escritor Fernando del Paso en
su comentario a la novela mencionada.
“La historia perfuma todas las páginas de esta novela.
Un México desaparece y arrastra consigo los sueños de una burguesía dorada. En
Paraíso es tu memoria los personajes; en medio de un torbellino transparente
que parece moverse en cámara lenta; tratan de recobrar un tiempo lleno de
promesas que presagiaba un futuro intocable. La ternura; la pasión; las
pequeñas mezquindades cotidianas y la generosidad; aunadas a la adversidad y el
desencanto; se proyectan en una memoria a la vez lúcida y enajenada; pero fiel
a su esencia más íntima: la de una familia en la que todos se han distinguido
siempre por su fina percepción musical; y que por ello no sólo vive sus
recuerdos: también los escucha; les pone un ritmo y una armonía; los orquesta
en contrapunto; los escribe en el pentagrama de sus cinco sentidos. En el otro
México; el de nuestros días; en vísperas del festejo del Centenario de una
Revolución que; por su cercanía; aún no estamos capacitados para contar; esta
novela de Rafael Tovar nos confirma una vez más que el rival más poderoso que
tiene la historia es la literatura”.
ANTECEDENTES
El acontecimiento político que cambió el rumbo
histórico de México, ocurrió el 2 de julio 2018 cuando el pueblo se volcó a las
urnas a nivel nacional, México vivió un momento histórico inédito. Las largas
filas, a veces con cientos de personas en los centros de votación, fueron una
primera señal de lo que venía. El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia,
Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ganó la elección de 2018 y con un margen de
entre 53,0% y 53,8% de los votos, emitidos. En total 30 millones de votos le
dieron la Presidencia. AMLO dio un discurso en el que dijo que no aspira a
instalar una dictadura "abierta o encubierta" y que su pensamiento se
sintetiza en una frase: "Por el bien de todos, primero los pobres", y
llamó a la reconciliación y al combate de la corrupción. "Los cambios
serán profundos, pero se darán con apego al orden legal establecido. Habrá
libertad empresarial, libertad de expresión, de asociación y de
creencias". Fue enfático al decir que desea una transición sin sobresaltos
económicos, con orden y en paz. Reiteró que no habrá represalias contra sus
adversarios.
El tsunami electoral pulverizo a la oposición hasta
casi desaparecer del escenario nacional; y entro en una cascada de crisis de
identidad. La noticia corrió por todo el Mundo y desde ese momento los ojos del
planeta están puestos sobre un Gobierno Popular de Izquierda, inédito y
sorprendente, todas las izquierdas del Mundo se reconocen en este triunfo. El
zócalo de la Capital a reventar, no cabe ya ni un alfiler, por toda la plaza
retumba un grito seguido por los millones ahí reunidos “¡es un honor estar con
Obrador!” La gente comenzó a llegar al Zócalo a las 8 de la noche, poco después
de que José Antonio Meade y Ricardo Anaya reconocieran su derrota en las
elecciones de este 1 de julio. Durante más de tres horas, grupos musicales
animaron a los asistentes mientras llegaba el primer hombre en derrotar al
PRIAN, como llama López Obrador a la élite política y económica que ha
gobernado al país desde hace 90 años. “¡Se ve, se siente, AMLO, presidente!”
Un grupo de periodistas internacionales reunidos en la
gran Plancha del zócalo mantienen una conversación sobre este desenlace
electoral sorpresivo y buscaron el parentesco
de este acontecimiento, mencionando las Revoluciones que cambiaron el
rumbo del Mundo, uno de ellos recordó con profunda intensidad aquel año axial, 1959
contundente, que cambio la historia contemporánea con la Revolución Cubana, un
momento de inolvidable euforia cuando los sueños parecían encarnar; y otro
mencionó como aquel Octubre de 1917 cuando en Moscú la Revolución Bolchevique
modificó radicalmente todo el siglo XX y atrajo oleadas de revolucionarios de
todo el mundo; lo mismo cuando arribó la larga marcha de Mao a Pekín en 1949,
consumando la Revolución China que modifico toda la Geopolítica de Asía, y
cuando en Hanói, Vietnam, en 1975 se concentraron miles de revolucionarios
provenientes de todos los continentes mostrando al mundo la derrota del
imperialismo yanqui. Los periodistas ingleses mencionaron un hecho que nos
obnubiló cegándonos frente al genocidio que estaba ocurriendo al lado de Vietnam,
en Camboya con su monstruoso experimento de crear “el nuevo hombre” desde cero.
Y el periodista The New York Times mencionó que a la mitad del siglo XX, en
aquel año de 1971, cuando presencio la profunda ruptura de escritores,
intelectuales con la Revolución Cubana al estallar “El Caso Padilla” un asunto
que ya venía gestándose desde 1964 y siete años después mostraba todas las
consecuencias para la revolución cubana el gran DESENCANTO de la revolución
cubana.
La pregunta que se hacían estos periodistas ¿Podrá
AMLO llevar a cabo su proyecto de la cuarta transformación?
LAS MUJERES Y LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
Hechos, Procesos, Factores, Tendencias
De la formación de la generación
Del cambio
El 68 fue un parteaguas para toda la izquierda
realmente existente en México, toda esa izquierda de los 50 y los 60
prácticamente desapareció con el 68 y desde luego todos los que se fueron al
cerro enarbolando la lucha armada, más de 70 grupos, y la mayoría de estos
grupos fueron liquidados.
A la distancia de 50 años una retrospectiva y
prospectiva de la revolución del 68 con sus 70 revueltas que sacudió al Mundo, y
cuando fueron estallando “los milagros
económicos”, y uno de esos estalló en las manos del genocida Gustavo Días
Ordaz: reprimió y aplasto a toda la generación del 68. El 68 dejó un legado
histórico que ha quedado para la Historia de México, con sus infinitas
interpretaciones como el detonante de la
democracia.
Las izquierdas pos/68 que fueron saliendo enfrentaron
la urgencia de recomponerse y dar una lucha para nominarse los herederos
directos del 68, no fueron los únicos, el Gobierno hace su propia lectura y lo
mismo hace la principal Universidad Nacional, la UNAM.
Lo central es que el
principal factor que proyecto a toda izquierda realmente existente, fue la
ruptura del PRI con el surgimiento de la
Corriente Democrática que provoco una ruptura al salirse del PRI Cuauhtémoc
Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, y Ifigenia Martínez; este hecho histórico marcó
un parteaguas histórico, un antes y
un después, abriendo las posibilidades democráticas; primero con el Frente
Democrático Nacional (FDN) y luego con el Partido de la Revolución democrática
(PRD).
Las elecciones de 1988 fueron la prueba de fuego, la
caída del sistema y el fraude electoral, dieron nacimiento a la democracia por goteo y aproximación sucesiva y la estela de
fraudes electorales que la Mafia del poder, su elite política y la oligarquía financiera
y que esas izquierdas llamaron que en “México
había una democracia consolidada”.
Cuauhtémoc Cárdenas conjunta a toda la izquierda
pos/68 y da una salida histórica “a este mar de izquierdas” y todas abandonan
su banderas, primero funda 1988 el Frente Democrático Nacional y da un
horizonte POLÍTICO a todas esas izquierdas desorientadas, participar en los
procesos electorales; posteriormente fundó el Partido de la Revolución
Democrática (PRD) el 5 de mayo de 1989, el, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano,
Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Andrés Manuel López Obrador, entre
otros y miembros históricos de la Izquierda como Heberto Castillo, Gilberto
Rincón Gallardo, Amalia García entre muchos otros políticos de la izquierda
menos dispersa, con la experiencia del FDN y luego el PRD.
Cuauhtémoc Cárdenas asumió que era el líder
indiscutible de la nueva izquierda y fue tres veces candidato a la Presidencia
de México: la primera elección de 1988 fraude, la segunda en 1994 perdió frente a Zedillo y la tercera
en el 2000 perdió frente a Vicente Fox. En 1997 es electo Jefe de Gobierno del
Distrito Federal con clara definición de izquierda; su gestión duró dos años,
renunció a su cargo en 1999 para disputar, nuevamente por la presidencia en las
elecciones del 2000 perdió frente a Vicente Fox; todos estos son los procesos
formativos de la mujeres y hombres del Presidente AMLO.
QUIENES SON LAS
MUJERES Y LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE.
A lo largo de 50 años (1968-2018), la izquierda pos/68
fue derrotada, todos estos militantes se
formaron principalmente en el PRD con una herencia política de su participación
política en todos los procesos políticos realizados a nivel nacional, en la
formación del Congreso, diputados y senadores y por la Presidencia, por
gubernaturas y congresos locales.
Esa izquierda electorera se dividió. AMLO abandona el
barco del PRD. El 10 de septiembre de 2012, López Obrador renuncia al PRD y
reitera su no reconocimiento a Peña Nieto como presidente legítimo. Los
estrechos tiempos legales de registro para un nuevo partido marcan el ritmo a
seguir: a partir de septiembre del mismo año, MORENA organiza 300 congresos
distritales, 32 congresos estatales (del 10 de octubre al 11 de noviembre) y el
Congreso Nacional previsto desde 2011. El Congreso decide transformar al
organismo en partido político y aprueba sus documentos básicos, declaración de
principios, programa y estatutos.
Había nacido MORENA movimiento.
EN 2012 SE FORMA MORENA COMO PARTIDO POLÍTICO y
participa en los procesos electorales de 2015, 2016 y 2017 y en todos se
expresa una votación creciente: de Morena es creciente: 7.8% en 2015, 13.3% en
2016 y 20.5% en 2017. Los Chuchos se apropian del aparato político del PRD, con
una crisis de credibilidad en todas sus prácticas internas, las tribus y
externas, los acuerdos en lo obscurito, logra posicionarse con la imagen de una
izquierda moderna, respetuosa de las formas políticas.
Esta izquierda decente. No asume ninguna crítica real
frente a la Guerra Fría (1945-1990) ni al Consenso de Washington que impone la
Globalización Neoliberal (1980-2018), ni mucho menos una oposición de la
simulación del Estado de Derecho, no ve, la simulación democrática; ni tampoco
se entera de que la Mafia del poder viene construyendo una corrupción estructural. Lo que sí sabe, esta izquierda es
conformarse y portarse bien cuando el Presidente Enrique Peña Nieto, compra el
voto, para aprobar “El Pacto Por México” la privatización de PEMEX.
Han sido estos: Hechos, Procesos, Factores,
Tendencias, que conforman el TRONCO
social y político de la formación de esta generación del cambio, marcan el
origen de donde proviene la militancia de MORENA. Y, ha sido Tatiana Clouthier quien
realizó la más lucida caracterización de MORENA al afirmar que en el Gobierno y
en MORENA hay de todas las posiciones, de la “A
a la Z” muchas niñas que fueron formadas religiosamente y tienen fe en
AMLO; hay también desde arribistas, oportunistas, chamberos, izquierdistas,
radicales, moderados, los flujos de perredistas que se asumen morenistas,
políticos corruptos maquillados con camiseta de MORENA y claro hay comunistas,
camuflados de extrema derecha, socialdemócratas, exguerrilleros y de extrema
izquierda, católicos, capitalistas, nuevos políticos y anticapitalistas,
evangélicos, campesinos, obreros, ilusos y activistas que apostaron a AMLO, una
coalición pragmática articulada para sumar fuerzas disímbolas en un mismo
proyecto; lo que domina es el pragmatismo, no las ideologías de cualquier
signo; y por ello, “resulta natural” las
luchas fratricidas al interior de MORENA. La opción de Morena es definirse como
un “movimiento amplio, plural e incluyente, espacio abierto de hombres y
mujeres con distintas maneras de pensar; de todas las corrientes de
pensamiento, de todas las clases sociales”. Como una asociación donde hay
católicos, evangélicos de todas las denominaciones, librepensadores, indígenas
de todas las etnias; y donde participan militantes del PRD, por su propia
voluntad, y del PT y del partido Convergencia, pero la mayoría de los
ciudadanos no están afiliados a ningún partido político; por ello, esa
inestabilidad de MORENA; Y que a una voz de AMLO, sabe lo que hay que hacer.
Evidentemente al interior de MORENA, están esos
“nuevos militantes”, toda esa inmensa mayoría de los que estaban hasta la madre
de estos pinches gobiernos neoliberales una banda de saqueadores; y que
expresaron su hartazgo con 30 millones de votos para que ganara AMLO.
LA PANDEMIA
DE CORONAVIRUS Y LA RECESIÓN ECONÓMICA ALTERARON EL ORDEN MUNDIAL PARA SIEMPRE.
ESTE HECHO ABRIÓ UN PARTEAGUAS HISTÓRICO. UN MOMENTO Y UNA COYUNTURA HISTÓRICA
TRASCENDENTAL PARA HACER GRANDES CAMBIOS EN EL MUNDO, TRANSFORMACIONES DE GRAN
CALADO.
El año del 2020 se aceleró la recesión económica
mundial colapsando a las economías nacionales generando una cascada de crisis
en múltiples empresas y disparando el desempleo masivo, agudizando la
desigualdad y multiplicando la pobreza. La pandemia genero una espiral infernal
de cadáveres en todo el mundo.
Este 2020 año brotaron las tendencias actuales, los
procesos que están marcando nuestro futuro con la Nueva Geopolítica emergente.
El 11 de marzo del 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaro la
presencia mundial de la pandemia el COVID 19; y la recesión económica se
disparó colapsando al capitalismo.
La complejidad de esta nueva realidad mostro la
interrelación con la civilización; porque el impacto ha sido profundo, y será
duradero para las sociedades y para varias generaciones; porque estos dos
hechos, pandemia y recesión, se ensamblaron modificando sustancialmente
nuestras vidas en aras de la
sobrevivencia. La vulnerabilidad humana quedo expuesta ante esta realidad de la
pandemia y también mostro la respuesta humana
para adaptarse buscando restablecer orden y sentido en su entorno;
porque toda la cotidianidad, nuestros hábitos, nuestras rutinas entraron en
crisis.
El Mundo cambió radicalmente y nada volverá a ser igual.
La humanidad ha vivido un hecho histórico inédito.
El panorama mundial, es claro, una crisis política generalizada. Todos los
socialdemócratas, todos los anticapitalistas, todos los partidos de izquierda y
derecha; y todos los actores sociales y el poder mismo enfrentaron una crisis
ante una realidad mundial y nacional compleja; y para la cual no tenían
respuesta, ni el poder, ni la política. El Mundo entro en una profunda
recomposición, capitalista, social, política y económica, ante el tamaño de los
retos y de las urgencias inaplazables.
El mundo fue descubriendo, que oleada tras oleada, la
pandemia y la recesión nos pusieron en una situación límite por los altos
niveles de mortandad y la expansiva crisis económica con su reguero de empresas
y desempleo galopante; sociedades y gobiernos fueron descubriendo la dimensión
de esta compleja realidad, al mismo tiempo mostrando la fragilidad humana; y la
modernidad contemporánea de la sociedad capitalista mostro sus mitos y sus
límites, su fracaso como proyecto civilizatorio frente a la profunda
desigualdad social y la pobreza mundial. La incertidumbre mundial y cotidiana
expreso los estados mentales por el confinamiento. La Ciencia dio respuesta
sorprendente, tener la Vacuna en un tiempo record, en un año; y claro, se hizo
presente el monopolio y la disputa de la competencia por tener la vacuna. Los
Gobiernos echaron mano de lo que tenían al alcance para construir una respuesta
a sus sociedades, frente a estas urgencias y complejidades. Muchos gobiernos se
sacudieron de los esquemas para buscar la recuperación económica y tomar las
medidas más creíbles para enfrentar la crisis de salud que la pandemia seguía
ahondando.
Lo sorprendente es que la primera economía mundial,
cabeza de la Geopolítica Hegemónica, Norteamérica está de RETORNO, en escenario
mundial, así lo expresa el nuevo Presidente norteamericano JOE BIDEN; y lo hace
enfrentando la peor pandemia en un siglo, la peor crisis económica desde la
gran depresión de 1929 y el peor ataque a la democracia estadounidense desde la
guerra civil; y se levanta del desastre que Donald Trump generó y encara el
principal asunto de política interna. La pandemia.
Frente al asunto crucial de la pandemia Joe Biden
desplego un vacunación masiva, y en sus primeros 100 días de gobierno vacunó a
la mitad de todos los adultos en solo 100 días con más de 200 millones de
dosis; los estadounidenses están siendo completamente vacunados, habiendo
recibido las dos dosis de los sueros de Pfizer o Moderna o la mono dosis de la
vacuna de Johnson & Johnson; así es como los adultos mayores de 65 años
están siendo vacunados, un porcentaje que era del 8% cuando tomó posesión, y el
presidente ha recordado que es ese el sector de población que ha sufrido la
mayor mortalidad por el coronavirus y el próximo primero de mayo 2021 todos los
adultos del país sean elegibles para recibir la inmunización; y comunicó que
Estados Unidos se volverá un “arsenal” de vacunas para el resto del mundo. En
este contexto Biden ha pedido los estadounidenses “tiempo” y que mantengan
medidas de protección como lavarse frecuentemente las manos, mantener distancia
de seguridad, llevar mascarilla según las recomendaciones de los CDC y
vacunarse.
Es así, como el nuevo Presidente Joe Biden está dando sus
primeros pasos y anuncia un radical giro
en la política INTERNACIONAL asumiendo su liderazgo mundial, firma y ratifica
el Acuerdo de Paris, porque el Cambio Climático requería con urgencia un
liderato. Joe Biden anuncia el retiro de
sus tropas de Afganistán, encara y reconoce el genocidio armenio y afirma que ira a la raíz del asunto central de los
migrantes en Centro América con un plan integral; sin embargo estalla el Medio
Oriente y lo sorprende con la escalada de bombardeos de Israel sobre el pueblo
palestino y ha preferido apoyar a Israel pretendiendo ignorar la dimensión de
los ataques bélicos sobre los palestinos.
Sin embargo, salta la pregunta ¿Joe Biden será un
Presidente injerencista que puede dar Golpes de Estado en América Latina?
Joe Biden, tiene prisa, va más allá, comunica un cambio radical en la política INTERNA, su Gobierno se compromete
por un nuevo y radical patrón de
desarrollo fundado en una Economía Verde.
La poderosa economía norteamericana está hecha un desastre sacudida por la
profunda crisis recesiva y la pandemia, Y frente a este panorama el Presidente
Norteamericano anuncia un cambio de Régimen; y le abre paso al retorno del Estado y avanza sobre los escombros
del neoliberalismo, rompiendo el paradigma del mercado y colocando 5 billones
de dólares para apoyos directos (1.9 billones) a los estadounidenses y tres
billones para infraestructura, aumente el salario e impone impuesto a los más
ricos, lanza un plan millonario de ayuda directa a la familia; la masa de estos
hechos son una colisión para sacar del profundo estancamiento a Estados Unidos
que ha estado hundido por décadas y su efecto en la recuperación económica,
social será profundo y por muchas décadas para la Unión Americana. Las señales
son claras con el ascenso del empleo, la reactivación del mercado interno y la
recuperación general de la economía.
El Presidente norteamericano pone en pie a la primera
economía mundial mostrando así la nueva GEOPOLÍTICA ECONÓMICA VERDE frente al escenario mundial, deja atrás el viejo patrón de desarrollo
neoliberal asentado en el mercado y en la energía de los combustibles fósiles
que emiten el CO2 con su gas efecto invernadero. Frente al mundo EU asume
el compromiso de que reducirá el 50% de los gases efecto invernadero en la
siguiente década.
Sin duda, son trascendentales de estos cambios en
Estados Unidos y sus consecuencias son mundiales porque, cuando hablamos de crecimiento y desarrollo de las fuerzas productivas
(sea petróleo, gas, electricidad y energía en general) hablamos de capitalismo,
y en la actualidad, estamos en presencia de las nuevas condiciones
capitalistas mundiales del Siglo XXI del año 2021 producto de cuatro ciclos de
acumulación, reestructuración y recomposición capitalista y cuyas condiciones,
efectos, procesos, tendencias conforman el piso que sostiene al nuevo
Presidente Norteamericano Joe Biden y son la realidad de un pujante
capitalismo; y que pretende ser CAPITALISMO VERDE. Imposible ignorar que el
Proyecto de Biden enfrenta serios obstáculos con los republicanos; y que el
asunto de los inmigrantes, es mucho más, que una simple “papa caliente” porque está en el centro de su Política Exterior.
Estos procesos capitalistas han quedado enlazados por
los cuatro ciclos de acumulación capitalista: el primero que va de 1945 a 1975,
el segundo que va de 1975 a 2016, el tercer ciclo de 2016 a finales del 2019
del periodo de Donald Trump y el cuarto ciclo del 2020. El año 2020 se desplomo
el capitalismo por el tremendo impacto
de la recesión y la pandemia y ese mismo año 2020 el capitalismo entro en una
nueva y acelerada recomposición y ahora esta realidad capitalista es el piso
económico de Joe Biden.
El epicentro de estos escenarios de la recomposición
capitalista de los cuatro ciclos, se han desarrollado en la Unión Americana, la
primera economía mundial asiento de la
Geopolítica Hegemónica mundial a donde se están dado cita los procesos
de relocalización, concentración y centralización capitalista.
El capitalismo no se suicida, y hoy está de regreso, con
la pujante recomposición capitalista cuyas señales están por todo el planeta y
concentradas en Estados Unidos, con el actual Presidente norteamericano que
encabeza a las fuerzas económicas de la recomposición capitalista a escala
mundial.
Joe Biden es la figura, que solo parece ser un
político burócrata, lo cierto es el rostro del nuevo capitalismo que está
sacudiendo al mundo con el nuevo ciclo de la recomposición capitalista que se
abre paso sobre los escombros del neoliberalismo, de la energía de los
combustibles fósiles, del mito del mercado, el retorno del Estado del fin de la
Globalización neoliberal sustento de lo modernidad política de la oligarquía y
la elite política que ha generado una polarización social en el planeta,
arrojando millones a la desigualdad y la pobreza y avanza abriéndose paso con
el nuevo patrón de desarrollo “la economía verde”.
El retorno de
Estados Unidos al escenario mundial lo hace con su Geopolítica Hegemónica
Mundial arrastrando a Europa que ya se está poniendo las pilas y claro, estos
hechos impactaran a México como primer socio comercial por el Tec-Mex, las
exportaciones, las remesas, la migración, el turismo, la inversión, el destino de
los flujos de migrantes mexicanos, empresarios y regiones que terminan
dependiendo de las decisiones de Washington; y su efecto es que impulsará el
crecimiento que se reflejara en el PIB mexicano.
EN ESTE CONTEXTO
HISTÓRICO
MÉXICO ASUME PLENAMENTE
SU SOBERANÍA
Dando pasos firmes para
transitar hacia un nuevo régimen; y lo hace en este momento y en esta coyuntura histórica.
Este tránsito de Régimen México lo hace, sabiendo que
ahora en el siglo XXI del año 2021, las contradicciones internas y las externas
están ensambladas en el mundo de la globalización y la presencia del
capitalismo neoliberal, y su relación con el capital de los grandes empresarios
nacionales y en la forma del tratado Tec-Mex, las inversiones norteamericanas,
las relaciones comerciales importaciones y exportaciones mostrando a México
dependiente; haciéndose presente la Geopolítica Hegemónica, con la primera
economía mundial de EU.
AMLO tiene claro la transición energética, sustentada
en una soberanía energética y sabe que las reservas mundiales de petróleo
estarán resolviendo necesidades de la población mundial todavía, porque el
ocaso del petróleo no está “a la vuelta de la esquina” porque las cifras
indican que en todo el mundo se consumirán 99.5 millones de barriles de
petróleo al día para 2045; esto implica y presupone que será larga la
transición energética; y sostiene que la industria petrolera servirá para que
las economías en el mundo se desarrollen; y México ha destinado con los
inversores privados cuarenta y nueve mil millones de dólares para extraer y
producir petróleo y sentando bases para una
transición energética conveniente dando paso a dejar de vender petróleo crudo
para comprar gasolinas, modernizar las hidroeléctricas y hacer que aterrice en
Centroamérica el programa Sembrando Vida.
Sin duda, para una transición energética soberana es
importante el cambio de Régimen; y por ello la Ley de Hidrocarburos y la ley de
la industria eléctrica materializan el imperativo del fortalecimiento de las
empresas estatales de energía Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de
Electricidad (CFE) como garantes de la seguridad. Se materializa la Soberanía
energética palanca del desarrollo nacional detonantes de un efecto
multiplicador en el sector privado y del crecimiento y el desarrollo general.
Estas Reformas Constitucionales son un hecho sin precedente, porque se revierte
la Reforma Energética con que el gobierno de Enrique Peña Nieto –acompañado por
los partidos comparsas del Pacto por México– consumó el desmantelamiento de la
industria nacional y la entrega de este sector estratégico a la rapiña de las
empresas privadas.
El objetivo central es transitar hacia un nuevo
régimen con la llegada a la Presidencia
de Andrés Manuel López Obrador porque este objetivo es fundamental, porque
representa un PARTEAGUAS histórico, no solo como un antes y un después; es
radical la diferencia de este Presidente AMLO, y no solo frente a los seis
gobiernos neoliberales (1980 a 2012), la diferencia es también radical frente a
todos los presidentes que sucedieron a la Presidencia del Gral. Lázaro Cárdenas
del Rio (1934-1940) de Ávila Camacho hasta Miguel de la Madrid Hurtado; porque AMLO
es un Presidente de Izquierda Radical que ha polarizado a la sociedad y
a toda la izquierda realmente existente en 2018.
El tránsito hacia un nuevo régimen es un asunto
central para la Nación y por ello, nos incube a todas y todos los mexicanos, se
trata de la construcción de la Republica; y porque ha generado un amplio
espectro de oposición hacia AMLO. El panorama de la oposición resulta claro. El
tsunami de la elección presidencial del 2018 pulverizó a la oposición y el terremoto
político puso en crisis la identidad política de la oposición; y aun, ahora
2021 no ha podido construir una poderosa fuerza política, navega en un mar de
indefiniciones, carece de liderazgo y de un discurso político de horizonte que
le permita ser un verdadero actor político de oposición. Aun así, la oposición
en la intermedia 2021 y hacia la sucesión presidencial 2024 se expresará a
través de diez partidos en forma de
alianzas, coaliciones y acuerdos: Partido Revolucionario Institucional (PRI),
Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD),
Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento
Ciudadano (MC), Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido Encuentro
Solidario (PES), Fuerza Social por México (FSM) y Redes Sociales Progresistas
(RSP); y AMLO trae a varios de estos partidos como aliados.
AMLO trae otra oposición, en la izquierda que se asume
moderna, liberal, reformista y democrática; y que se reconoce socialdemócrata
y está en franca oposición a AMLO; también
en oposición a AMLO esta toda la izquierda en resistencia anticapitalista que
encabeza el EZLN y los colectivos de “la hora de los pueblos ; y un
amplio espectro del feminismo; y de mujeres y hombres de izquierda sin militar
en un partido, y no se identifican con AMLO; y también en oposición, un segmento
social identificado con el modelo neoliberal y que de manera directa e
indirecta ha sido afectada económicamente; y
además no le gusta un gobernante de izquierda radical que este cambiando el
RÉGIMEN que tubo vigencia por varias décadas en México; y además porque ven que
es un GOBIERNO destructor.
AMLO, trae muchos
aliados, entre esos están los de las izquierdas que apoyan a la 4T, y sin bajar
sus banderas; están esas izquierdas están dispersas ideológicamente y
físicamente por todo el país mujeres y hombres que se asumen comunistas y
socialistas. Un conglomerado de decenas y hasta miles de militantes, agrupados
en un mar de organizaciones: la federación Unidad Comunista formada por: el
Movimiento Comunista Mexicano, el Partido de los Comunistas Mexicanos, el
Partido Popular Socialista de México y el Frente de Izquierda Revolucionario; y
un segmento de estas izquierdas, Movimiento de Unidad Socialista, se asumen
como aliados de AMLO y la 4T. En todo este océano de las izquierdas, es el
Movimiento Comunista Mexicano (ex-PCM) el que se asume como la mayor
organización y del mayor número de militantes, no tiene un padrón de sus
agrupados; y esta organización MCM, conjuntaron esfuerzos unitarios con: el
Partido Popular Socialista de México y con el Frente de Izquierda
Revolucionario para impulsar a la 4T con una gama de acciones y sus objetivos
históricos por el socialismo y el comunismo, con presencia regional y con
alcance nacional. AMLO, sigue
sobresaliendo, aun con toda esa
oposición, sigue teniendo una alta aprobación.
En el
escenario campea un escepticismo sobre lo que puede hacer AMLO; no perciben el gran momento y la
extraordinaria coyuntura mundial que abrió la pandemia y la recesión para un
cambio de régimen y para un cambio en el patrón de desarrollo, condiciones para el retorno del Estado, porque con el
tamaño de la crisis, “el Dios Mercado” no puede hacer
absolutamente nada. El neoliberalismo
perdió la magia del mercado por los excesos de los 36 años de los seis
sexenios en México y su galopante desigualdad y el reguero de crisis
financieras que fue arrojando a lo largo de estas décadas, mientras la elite y
la oligarquía seguía amasando fortunas.
AMLO sabe que no hay tiempo, que el margen de maniobra
es reducido y por ello avanza por el filo de la navaja ni mucha derecha, ni
mucha izquierda, porque en esta lucha de clases, el Presidente busca el punto
de equilibrio con el manejo de la correlación de las fuerzas externas e
internas, para colocar en el centro las tareas del tránsito hacia un nuevo
régimen con las Reformas Constitucionales.
AMLO tiene claro el rumbo, porque México en el Siglo
XXI es un país capitalista y su crecimiento está determinado por por dos
factores fundamentales uno de estos factores, es el papel de los capitalistas
privados en el crecimiento y el otro factor
el más importante es su relación Geopolítica con la principal potencia economía mundial que es EE.UU., porque el
dinamismo de la economía estadounidense se expresa en el Tec-mex, en sus
inversiones, remesas, exportaciones e importaciones, que determinan la
estabilidad económica de México que es una economía dependiente de
Norteamérica; este hecho muestra históricamente a la economía mexicana con
muchos altibajos en su comportamiento, una evolución cuya trayectoria son
caídas del PIB y vuelta a subir; pocos periodos de larga estabilidad.
Un dato: México, en el inicio de la recesión económica
mundial y de la pandemia, tuvo en el 2020 la mayor caída 18.9 por ciento anual
en el PIB de las últimas ocho décadas, (1940),
en el producto interno bruto (PIB). Año en que la economía mexicana
entro en su mayor recesión de los últimos 80 años con un impacto de afectación
generalizada hacia toda la población, agudizando la desigualdad social y la
pobreza; con la crisis de las empresas, el disparo del desempleo, más del 50
por ciento de la población ocupada se encontró en pobreza laboral, y sin
ingresos para poder adquirir alimentos en el contexto agudo de la ola de
contagios y decesos.
No hay ninguna duda. La tarea fundamental es transitar
hacia un nuevo régimen en México y dejar atrás “al viejo régimen” que golpeo a este país relativamente atrasado inserto en la Globalización Económica
Neoliberal Capitalista y que lo gobernó una mafia corrupta compuesta
por la elite política y la oligarquía que asumieron como botín la Presidencia simulando
el estado de derecho y ahondando la pobreza y la desigualdad; y por ello hay
que y avanzar hacia un régimen radicalmente diferente que sea producto de las
grandes transformaciones anticapitalistas de la Cuarta
Transformación (4T) que AMLO está llevando cabo de manera pacífica y
democrática; y lo está realizando en un ambiente complejo por la pandemia y la
recesión económica; y estas transformaciones serán igual de profundas como las
tres transformaciones históricas: La Independencia, la Reforma y la Revolución
Mexicana.
Las transformaciones de la 4T parten del
reconocimiento de la evolución histórica de la sociedad mexicana a lo largo del
Siglo XX, evolución hacia una moderna sociedad por el ascendente crecimiento
demográfico, más población urbana, con educación, más trabajadores y más obreros
y más campesinos que fueron dando cuerpo a una sociedad más compleja porque sus
habitantes tienen mayores exigencias, de libertad, educación, salud, sociales,
laborales, de derechos humanos; y crecientes demandas de participación social,
política y de democracia; una sociedad combativa que buscó abrirse paso en una
sociedad conservadora, cerrada sometida y dominada por el Estado Autoritario y
su partido hegemónico el PRI, a lo largo
de varias décadas.
Esta evolución y transformación de la sociedad se fue
expresando porque el cardenismo sentó las bases materiales de la moderna
sociedad urbana y las clases medias hicieron presencia, las reformas propiciaron
crecimiento y desarrollo, en el contexto de la ola “dorada” del capitalismo de
la posguerra (1945-1970) y durante veinticinco años estas tendencias crearon el
nuevo capitalismo mundial, “LOS MILAGROS
ECONÓMICOS” que fueron el sustento material de la Revolución planetaria del 68 con
sus 70 revueltas que se dieron en todo el mundo; en México se le llamó
desarrollo estabilizador al “milagro mexicano”. Hubo progreso a lo largo de 25
años, el contraste, una sociedad estrecha conservadora que fue revelando la
urgencia de un profundo cambio social porque la sociedad seguía siendo sometida
por el Estado Autoritario.
La democracia en México es muy joven, con apenas 36
años buscando desplegarse a lo largo de los seis sexenios neoliberales que simularon
estado de derecho. No hay duda de que la democracia y la libertad
política para una joven democracia como la mexicana, está llena de fuertes
tensiones, producto del largo periodo del Estado Autoritario; y por ello, no
hay claro consenso entre democracia y libertad política; porque no es el mismo
significado para para las grandes mayorías sociales y otra para las élites de
gran poder económico y las clases medias acomodadas. La 4T, con AMLO ha
generado un cambio substancial, AMLO, ha logrado establecer un vínculo
reciproco “con el pueblo” y el Estado, las mayorías sociales nunca habían
experimentado, tener un poder para plantear sus reivindicaciones. Este hecho
asusta la cúpula empresarial y las clases medias, porque ven en el
empoderamiento popular el potencial reclamo de equidad, ese despertar de las
mayorías sociales, lo ven como amenazas a sus derechos de propiedad. Es claro
el desencuentro con las mayorías sociales, de lo que las elites entienden por
eficacia democrática; porque para estos, la eficacia democrática está en las
limitaciones, de lo que puede hacer el Gobierno; y AMLO está haciendo más de lo
que debería; y experimentan el alejamiento del Gobierno están desplazados de su
acostumbrada cercanía y vínculos recíprocos con el poder; porque el Gobierno
está gobernando con criterios sociales y políticos; y a ese Modo de Gobernar lo
llaman populismo clientelar; porque no le perdonan a AMLO las élites
económicas, que se haya atrevido a coartar la influencia de sus poderosos
emporios en el quehacer legislativo y en la administración pública de la que
tanto se beneficiaron, en perjuicio de miles de otros empresarios y del
crecimiento económico y del empleo en el país, al que califican como un
desastre. El desencuentro es total, de esa democracia de elites; y la
democracia que las mayorías sociales de la que se están apropiando. Una diferencia
de criterios sobre la democracia y la democracia eficaz; y porque la gran
mayoría de los empresarios han perdido los privilegios y acuerdos de corrupción
con que se han hecho los grandes negocios; y desde luego les asusta el combate
a la corrupción estructural; las elites que conforman la oligarquía financiera
y comercial se quejan del ambiente polarizado porque la democracia de la que
habla AMLO es una cercanía entre Estado y ciudadanos, mayorías sociales; por
ello decimos que la democracia en México es muy joven con apenas 36 años y su
construcción sigue formalmente el modelo liberal, representativo y
constitucional, pero en la práctica, los partidos políticos no han cumplido su
papel como representantes de los ciudadanos; han privilegiado una democracia
electorera, en vez de libertad política,
quedamos forzados a acatar las decisiones que toman ellos mismos y las
autoridades. No ha habido mecanismos por los que podamos participar en las
decisiones del poder ni, llegado el caso, para sancionar sus malas prácticas.
No hay duda, las transformaciones de la 4T en curso reconocen que en la
sociedad mexicana aun predomina la corrupción, la impunidad, la injusticia, y
toda una nefasta realidad que ahondaron todos los Gobiernos neoliberales. La
transición a la democracia ha sido posible,
porque el 68 fue el detonante de la
democracia y sus procesos son recientes,
y se ha sobrevalorado los avances democráticos, cuando solo se ha dado una
cascada de reformas electorales desde 1946, 1963, 1973, 1977, 1986, 1989, 1993,
1994, 1996 y la de 2007; un largo trayecto reformista que ya abarca 66 largos
años 1946-2012. Lo real es que vivimos
una democratización por aproximación
sucesiva y por goteo, que ha mantenido la simulación democrática, porque
los múltiples y diversos cambios no afectaron el control fundamental de la
Sucesión Presidencial, ahí está para la historia de los fraudes electorales y
el manejo faccioso que las Instituciones Electorales y que actuaron por orden
Presidencial.
En el
horizonte de la 4T se reconoce que este auge y ascenso de la sociedad moderna
democrática ha mostrado una y otra vez que la democracia se autodestruye y es
destruida. Las transiciones democráticas poseen aún todas las condiciones de ser
reversibles. La democracia más perfecta de los tiempos modernos
(1919-1933) la República de Weimar, se autodestruyó haciendo brotar de sus
entrañas al monstruo de Hitler implantando el fascismo y desencadenando la
segunda guerra mundial; y lo mismo representó el ascenso de Mussolini en 1922
con la marcha sobre Roma avanzando sobre la destrucción de la democracia
italiana. El ataque de las huestes de Trump al Capitolio patentiza, una vez más
esta realidad.
Las
reformas de la 4T reconocen el complejo entorno histórico por la diversidad de
los factores en juego del escenario mundial; particularmente el retorno de la Geopolítica Hegemónica de
la principal potencia y la primera economía mundial encabezada por el nuevo
presidente Joe Biden. Un contexto en
que el Presidente Andrés Manuel López Obrador está conduciendo el cambio de
Régimen en México; y porque todos los experimentos que se dieron a escala
mundial han fracasado en su intento por cambiar de régimen.
El primer intento de cambio de régimen de un país atrasado
hacia el comunismo se dio en Rusia, con la revolución bolchevique de 1917. Este
hecho significó que prácticamente todo el Siglo XX (1917-1990) fue el Siglo del
Régimen Comunista que enarbolo esencial y fundamentalmente Joseph Stalin
(1879-1953) y que Gobernó con su totalitarismo, sus campos de concentración
para aniquilar cualquier libertad y disidencia política en la URSS y lo hizo
con
el monopolio del poder y del monopolio de las fuerzas productivas.
Stalin impuso su hegemonía y su modelo de Régimen, como paradigma a todos los
partidos comunistas del planeta y permeo a los diversos actores sociales, como
las llamadas izquierdas con la subcultura del dogmatismo, un marxismo de
esquemas de manual y la intolerancia perversa, que veía en toda diferencia de
pensamiento a espías imperialistas hecho que desato multitud de luchas
internas entre comunistas, chinos, troskistas, anarquistas, cubanos postulando
la lucha armada; y todos revelando la pobreza teórica en las llamadas
izquierdas.
Fue hasta
fines del Siglo XX del año 1990 cuando
se hizo patente el fin de la Utopía Comunista con el rotundo fracaso y
desaparición de la URSS.
De los escombros de la URSS a fines del Siglo XX, emergió
la nueva realidad política que ha permeado a todo el mundo: la DISTOPÍA. No hay
Utopía socialista o comunista, hay una crisis mundial de utopías. Lo que
predomina es la realidad voraz del salvaje capitalismo globalizador neoliberal;
y a su lado, el espectro político e ideológico diverso y múltiple de las
izquierdas, de los anticapitalistas, de los socialdemócratas y de los
anarquismos, navegando en una interminable crisis de identidad política y con
una presencia mínima mayormente simbólica de un pasado histórico.
Muchos han sido los intentos políticos que pretenden
un retorno a los fundamentalismos de todo tipo y color. No han prosperado.
En
esta realidad DISTOPICA de fines del siglo XX y principios del siglo XXI
navegan las izquierdas que buscan sacudirse su herencia estalinista y buscan
dar fundamento a su pensamiento, al autodesignarse,
demócratas, liberales, reformistas, ecologistas buscando ser, diferentes a
los anticapitalistas, y deslindándose
del nefasto AMLO, como estos lo caracterizan. Calificaciones de todo tipo
arrojadas al costal del populismo donde hay lugar para cualquier
caracterización.
En México en el presente Siglo XXI (2018-2024) se abre
paso el sexenio de AMLO que busca crear un nuevo régimen que se asume de
izquierda blandiendo la bandera de la 4T y que se expresa como un
discurso polisémico e irreductible, porque puede representar todo y
nada. Y el Proyecto político de AMLO y la 4T
está encuadrado en la realidad DISTOPICA;
y por eso el Proyecto de AMLO puede ser nominado como progresista radical,
como de centro izquierda, como un populista nacionalista de derecha, como un conservador
estatista, como un nacionalista revolucionario y puede ser caracterizado como
se quiera, y arrojarlo al costal populista donde todo cabe; porque se está
desarrollando en el contexto histórico de la DISTOPÍA.
Frente a la Historia Contemporánea saltan a la vista
los resultados de las revoluciones realmente existentes, haciendo evidente que “La
teoría revolucionaria” que se generó hacia fines del Siglo XIX y
principios del S.XX, fue pensada esencialmente para los países
desarrollados por los clásicos: Karl Marx, Federico Engels, Rosa
Luxemburgo, Lenin y Trotsky entre otros muchos; y no para los países atrasados que
habían sido colonizados en Asia, África y America Latina.
Karl Marx, Federico Engels establecieron las condiciones para que se pudiera
hacer la “Revolución” en esos países desarrollados: Que el país tuviera
una fuerte clase obrera (millones de obreros). Que la clase obrera tuviera gran
capacidad para desarrollar una sólida conciencia revolucionaria. Que la clase
obrera tuviera una gran capacidad organizativa para hacer la Revolución; y que
esos países de alto desarrollo, garantizarían que la revolución podía asegurar
que el Socialismo fuera “a cada quien según sus necesidades”;
porque no se trata solo de la redistribución de la pobreza generalizada.
Y tampoco de hacer la Revolución para “iniciar” la acumulación primera del capital
(para el “arranque”). Porque lo que
se pretendía era “hacer un desarrollo propiamente
humano”, sobre las bases del avance ya logrado por el capitalismo; y porque
no bastaba con “abolir la miseria”; porque lo central era hacer creativa la
abundancia, la que debería continuar adelante en beneficio de toda la sociedad.
LA PROFECÍA de los clásicos del marxismo
NO se cumplió.
A la luz de la Historia Contemporánea los resultados
de las
revoluciones realmente existentes salta a la vista; y el Gobierno de
Izquierda de AMLO, no puede ser más que la encarnación de un futuro
imperfecto; porque el Gobierno de AMLO es un Gobierno de excepción
histórica frente al panorama internacional del fracaso de casi todas
las grandes transformaciones y/o Revoluciones que se intentaron en países atrasados de sociedades agrarias; y que
enfrentaron enormes dificultades para su desarrollo y crecimiento; todos esos países en Asía, África, y
América Latina que buscaron construir un proyecto socialista, de
centroizquierda, o simplemente progresista han fracasado aun teniendo el monopolio del
poder y el monopolio de las fuerzas productivas; sin solución económica
a sus pueblos; y el resultado de estos gobiernos es que solo hacen gala del
monopolio del poder expresándose como, sátrapas, dictadores, demagogos, déspotas,
tiranos, autoritarios, autócratas, totalitarios como fue el caso de la URSS que concluyo en un
rotundo fracaso, hasta su total desaparición; y hoy el país de V.I. Lenin es el
paraíso de las mafias con un gobernante autoritario. Los otros casos en el siglo XX son: Laos, Vietnam, Camboya, Cuba,
Nicaragua, Venezuela, entre otros.
China es la paradoja
histórica porque tiene el monopolio del poder político y tiene el
monopolio de las fuerzas productivas; y es sin duda el caso
sorprendente; porque se levantó desde una sociedad agraria atrasada y realizó
la larga marcha del pueblo chino hacia el socialismo; y lo increíble, es que ha
transitado de ese socialismo pobre hacia el capitalismo más salvaje y feroz,
abriéndose hacia el modelo neoliberal
de las grandes empresas trasnacionales las que aprovecharon la abundante mano
de obra súper barata y se ha constituido como la segunda gran economía
capitalista mundial guiada por un Régimen Comunista Autoritario que ha
suprimido la libertad y la democracia y ha polarizado la desigualdad social,
creando a una elite multimillonaria y ha sacado de la pobreza a 40 millones de
chinos; en la actualidad China está en la disputa de la Cuarta Revolución
Tecnológica. Y hoy en China crece minuto
a minuto un malestar entre los millones de obreros y campesinos, el 2019 cerró con 3 millones de conflictos. Lo sorprendente es que fue 1979 de la mano de Henry Kissinger que
Chau Enlai hizo posible el paso a las reformas Neoliberales que hicieron la actual
modernización capitalista de China.
La Historia Contemporánea muestra que en el
camino hacia un Nuevo Régimen, muchos países que se asumieron tener un
proyecto y pretendieron crear un nuevo modelo de crecimiento y desarrollo
diferente teniendo el monopolio del poder
y el monopolio de las fuerzas productivas, fracasaron; y en su intento
quedaron ATRAPADOS Y SIN SALIDA; por múltiples razones no pudieron dar
el salto hacia un crecimiento y desarrollo; y la mayoría de estos intentos se
frustraron y solo expresan deformaciones, distorsiones, llenos de errores, contradicciones,
improvisaciones, y solo han logrado concentrar el poder absoluto para imponer
su proyecto, sometiendo, subordinando, e instalando un totalitarismo, un autoritarismo,
una imposición que anulo la democracia; instalando a un dictador que siguió la
gastada tradición de acusar a sus enemigos de colaborar con una potencia
extranjera y hoy giran en la órbita de la Geopolítica Hegemónica
Norteamericana.
En México estamos transitando hoy hacia un Nuevo
Régimen Político. AMLO expreso desde el primer momento que asumió la
Presidencia que es el Poder Político y no el Poder Económico el que marcará el
rumbo del país y actualmente está sentando las bases, con el Nuevo Orden Jurídico en donde los tres
poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial armonicen sus decisiones y objetivos con la 4T para la
construcción del monopolio del poder y del monopolio de las fuerzas productivas
prefigurando lo que puede ser un nuevo Modelo Económico asentado
en un cambio del patrón de desarrollo que sea garante y perdurable de
crecimiento y desarrollo en sus ejes, ramas y sectores productivos: servicios,
agricultura e industria radicalmente
diferente al neoliberal que tuvo vigencia a lo largo 36 años durante seis sexenios;
y por ello la batalla es tener el Congreso, Senado y Diputados con mayoría
calificada para realizar las reformas constitucionales; que den
luz verde al monopolio de las fuerzas productivas, hidrocarburo y electricidad,
entre otras.
AMLO
ha expresado claramente que el objetivo es tener una mayoría califica en el
Congreso para realizar las Reformas Constitucionales que den certeza a la
soberanía energética como palanca de crecimiento y desarrollo económico al
país, no solo para su sexenio, que las reformas sean perdurables y den
sustentabilidad a un Estado de Bienestar, que no sea pasajero, y que su
consistencia se materialice en las ramas, los sectores económicos, agricultura,
industria, servicios, generando empleo en localidades, zonas, regiones,
municipios y estados. AMLO tiene claro, que alcanzar este objetivo con mayoría
calificada en el Congreso, se está realizando en esta DEMOCRACIA IMPERFECTA,
cuyos actores están banalizando el proceso electoral, las campañas, y en lugar
de un discurso político coherente, discurren con un discurso de odio, con
lenguaje estereotipado, sarcasmos y burlas; y se llega, hasta presentarse en un
ataúd, buscando atraer la atención, una farsa; y todo este panorama lo
apuntalan todos los partidos, en un contexto de ascendente violencia desde que
arrancaron las campañas; de septiembre de 2019, y hasta abril de 2021, se
registraron 169 incidentes de violencia política; en estos atentados, ha habido
210 víctimas de las cuales 143 fueron mortales.
La mayoría de los ataques ocurrió en municipios con menos de 100 mil
habitantes, alejados de los centros urbanos y con poca presencia de elementos
de seguridad; municipios en donde el crimen organizado se hace presente con su
violencia. En esta DEMOCRACIA ELECTORERA, que se maneja bajo el principio de
que el fin justifica los medios, y
que ha ignorado a las grandes mayorías sociales, tratados como ciudadanos de
segunda, provocando la venta del voto, arrojando migajas a los Ciudadanos
Invisibilizados.
En
este contexto de las elecciones de la Intermedia 2021 habrá una enorme
participación electoral concurrirá más del 50 por ciento del padrón y MORENA sigue
en el primer lugar de las preferencias electorales; y en el desenlace electoral,
la señal es clara, todo indica que repite el 2018, NO gana la mayoría
calificada, pero, si la obtiene posteriormente en negociaciones
individualizadas, como lo hizo en el 2018.
AMLO
tiene claro que el tiempo y margen de maniobra es reducido; y sabe que el capitalismo en México
está integrado fundamentalmente por la presencia del capitalismo
norteamericano, y los capitalistas mexicanos y por ello el transito hacia un nuevo
régimen ha polarizado a la sociedad, porque las contradicciones externas e
internas están ensambladas y por ello hay una estela de conflictos en el
Tec-Mex y con las Reformas Constitucionales en curso, electricidad y energía,
petróleo, gas y otras, que vienen desatando contradicciones, de los
capitalistas privados, nacionales y extranjeros, conflictos que pueden escalar
hasta trazar escenarios acotados por las decisiones estratégicas de Washington
bajo la amenaza de las presiones diplomáticas: cierre de frontera para
importaciones y exportaciones, operaciones económicas para provocar
devaluaciones monetarias haciendo caer el valor del peso mexicano, amenaza de
deportaciones masivas y presiones de fuga de capitales de las empresas e
inversionistas extranjeros; por ello, la injerencia golpista no está alejada y
precisamente por estos potenciales escenario, asistimos a una fuerte
resistencia de los empresarios con una visión catastrófica anunciando un
desastre nacional, que suponen se producirá, porque hay acuerdos comerciales
con Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea; y México se enfrentará a
múltiples amparos y obstáculos legales. Su miopía no les permite visualizar que
México irá a todos los paneles para desahogar las controversias, e incluso,
negociar el monto de lo invertido, aun y cuando la deuda de México es muy
abultada; pero, no hay duda que se incrementaran las tensiones; y por ello hay un
debate
nacional que nos involucra a todas las mexicanas y todos los mexicanos;
porque, en el centro está la Soberanía de México y el cambio de Régimen y ello
implica y presupone la realización de una LECTURA
de los Regimenes por los que México atravesó; y por el que está atravesando. AMLO
no está solo, está todo el pueblo de México.
La memoria histórica está presente. AMLO sabe que
México ha sido considerado una país de leyes, como lo documento Octavio Paz: un país de leyes que no se
aplican; y ahí está ese montón de leyes “durmiendo el sueño de los justos”.
AMLO tiene claro, que hay que pasar de la teoría a la
práctica y por eso está construyendo el monopolio del poder, para aterrizar la
4T. Las Reformas Constitucionales, sin duda, son fundamentales; pero las
exigencias son mayores, aterrizar las Reformas Constitucionales, abre los
escenarios de la resistencia del capital, contratos, inversionistas, estatismo,
privatización nacionalización, pagos multimillonarios, negociaciones y fuertes
presiones en puerta.
Hagamos la lectura de los Regimenes por los que México
atravesó. El régimen Porfirista y el
régimen que broto con la Revolución Mexicana y las perspectivas del nuevo RÉGIMEN
que el Presidente Andrés Manuel López Obrador encabeza.
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