domingo, 24 de agosto de 2008

Persépolis, en palabras de Carlos Bonfil..(La Jornada, mayo 2008)

Persépolis El enorme éxito editorial de Persépolis, serie de cuatro libros de cómics relacionados con la historia reciente de Irán, decide a su autora Marjane Satrapi, nacida en 1969 en Rast, a orillas del mar Caspio, y radicada hoy en Francia, asociarse con el dibujante galo Vincent Paronnaud y llevar juntos a la pantalla una crónica de la vida política en su país natal desde finales de los años setenta –caída del sha y triunfo de la revolución islámica–, hasta la actualidad, todo en dibujos animados en blanco y negro con múltiples tonalidades grises, que es al mismo tiempo un emotivo recuento autobiográfico. La cinta, plagada de lenguaje coloquial e incorrección política, no es como pudiera pensarse un modelo de entretenimiento infantil ni ostenta filiación alguna con animaciones de corte hollywoodense; tampoco es un panfleto político. Su recorrido histórico registra las movilizaciones populares en contra de la dictadura del Sha Reza Pahlavi, la ilusión de un cambio democrático que impulsaría la modernidad en el país, y la creciente decepción con el nuevo régimen islamista, al mando del ayatola Jomeni, el cual no sólo recrudeció la represión contra la disidencia política, sino hizo retroceder a la nación a las peores etapas del oscurantismo religioso. La heroína del filme, la niña Marji, proviene de una familia liberal, tiene un tío comunista recién liberado de las mazmorras del sha, y gusta del cine de Bruce Lee y del rock de Iron Maiden; goza de la calidez y complicidad de su abuela (voz de Danielle Darrieux), cuyo secreto de seducción consiste en echar cada mañana en su sostén pétalos de jazmín, y de la comprensión de su madre (voz de Catherine Deneuve), todo en un entorno familiar armonioso. Cuando se producen los primeros excesos de los guardianes de la revolución (los pasdaran), que incluyen no sólo el nuevo encarcelamiento y ejecución del tío de la niña, sino también la imposición del velo islámico y la aplicación de una moral religiosa que proscribe la música moderna, toda indumentaria y actividad cultural relacionadas con la “decadencia occidental”, las reuniones públicas, los espectáculos malsanos, o el antebrazo descubierto de las mujeres al volante, la familia de la ya adolescente Marjane (voz de Chiara Mastroianni) decide enviarla a la ciudad de Viena para ensayar una vida nueva y huir de un clima político cada día más insoportable. Persépolis, hasta aquí una visión original y muy crítica del régimen fundamentalista, transita en su segunda parte a una reflexión no menos novedosa de lo que significa para Marjane el choque cultural del exilio, el recelo de los europeos que ven en ella al producto de una cultura bárbara y pintoresca, y los esfuerzos de la joven por construirse, en este clima adverso, una personalidad autónoma y fuerte. Son múltiples las facetas humorísticas de la cinta y las observaciones irónicas de la directora –el contacto de la joven con sus compañeros austríacos de generación, su flirteo con el reventón y la droga, y también su roce con una desconfianza racista tan desconcertante como el sexismo de los guardianes de la revolución. Los realizadores Satrapi y Paronnaud han sabido contrastar inteligentemente dos facetas de la intolerancia moral, y este tránsito de la heroína de una civilización a otra, de un destierro infortunado a un retorno no menos amargo a la realidad local, produce una ficción fascinante y compleja que presentada como cinta política de animación conquista rápidamente la adhesión de los públicos más diversos. En el Festival de Cannes del año pasado obtiene el premio del jurado ex-aequo con Luz silenciosa, de Carlos Reygadas, y se convierte en Francia en una de las cintas más taquilleras del año. Las autoridades iraníes mantienen frente a la cinta y a su éxito internacional, una reserva prudente, limitándose a señalar, según el diario español El país, “el rostro poco realista (que da la cinta) de los logros y alcances de la gloriosa revolución islámica”. Persépolis, la mejor sorpresa de este Foro.

sábado, 23 de agosto de 2008

Esto vale...

DEJEN TODO Y VAYAN A VER PERSÉPOLIS:::::::si tienen pal cine, allá nos vemos. Muestra Internacional de cine de la CINETECA

martes, 5 de agosto de 2008

El SEXO HACE LA DIFERENCIA

• En México existen 105 mujeres por cada 100 hombres, lo que significa que poco más de la mitad de la población nacional está compuesta por mujeres.• Actualmente, la fecundidad en el país es de 2.2 hijos por mujer.• Las mujeres viven en promedio 5 años más que los hombres. Actualmente la esperanza de vida femenina es de 77.1 años por 72.1 de la masculina.• La tasa de mortalidad en menores de 5 años es de 30.4 por cada mil niños y de 24.1 por cada mil niñas.• De cada 100 hombres, 77 ingieren alcohol; en contraste, 45 de cada 100 mujeres lo hacen.• De cada 100 mujeres de 15 años y más, 27 tienen estudios superiores a la secundaria, mientras en los hombres la proporción es de 29 de cada 100.• El 30.3% de la población masculina de 12 años y más se dedica exclusivamente al trabajo extradoméstico; en contraparte, 47.6% de la población femenina realiza sólo trabajo doméstico.• El 25.8% de las mujeres ha experimentado en su vida al menos una relación violenta.• De los 2 430 municipios en México, únicamente 3.7% tienen como presidenta a una mujer; asimismo, sólo tres de cada diez funcionarios de la Administración Pública, son mujeres. • Entre la población indígena, las mujeres indígenas han tenido menos oportunidades que los hombres para aprender español: 20.7% de las mujeres hablantes de lengua indígena son monolingües, contra sólo 12.4% de los hombres.POBLACIÓN Y MIGRACIÓNLa población residente en el país asciende a 97.5 millones, 47.6 millones de hombres y 49.9 millones de mujeres. En términos porcentuales las proporciones de mujeres y hombres son de 51.2% y 48.8%, respectivamente; la diferencia en el volumen y la proporción de la población por sexo se refleja en el índice de femineidad, el cual indica que existen 104.8 mujeres por cada cien hombres. Las mujeres registran una edad mediana de 23 años por 22 de los hombres.En el año 2000, 17.7 millones de personas no nacieron en la entidad donde residían. Cada cinco años, aproximadamente cuatro millones de personas cambian su lugar de residencia a otra entidad federativa. En general, las mujeres participan en los movimientos migratorios internos con mayor frecuencia que los varones. Las causas principales por las que migran las mujeres son de orden familiar, como casarse o reunirse con la familia, mientras que los hombres lo hacen por motivos relacionados con la actividad laboral. Las mujeres migrantes presentan mayores niveles de instrucción, mayor participación en la actividad económica y una menor fecundidad con respecto a las mujeres que no migran.Durante el periodo 1995-2000, aproximadamente 1.6 millones de personas emigraron de México hacia los Estados Unidos de América, la mayoría eran hombres (75.3%) en edades jóvenes, 51.9%. Las mujeres no sólo participan menos en las corrientes migratorias internacionales, sino que su patrón migratorio apunta a una estancia definitiva o de mayor duración en los Estados Unidos que la de hombres: 14.8% de las mujeres y 17.2% de los hombres migrantes regresaron a vivir a México en el transcurso del primer quinquenio.FECUNDIDAD, CONOCIMIENTO Y USO DE ANTICONCEPTIVOSLa fecundidad en México se mantuvo elevada hasta la segunda mitad de la década de los setenta, donde alcanzó una tasa global de fecundidad de casi 6 hijos por mujer; dicha tasa ha ido disminuyendo en forma paulatina y en 2003 llegó a 2.2 hijos por mujer. Se estima que en el año 2005 se alcanzará el nivel de reemplazo intergeneracional de 2.1 hijos por mujer.El conocimiento de la población sobre el control que puede hacer en su reproducción, el mayor acceso a los medios para limitar o espaciar su descendencia y el interés de las parejas por disminuir el número de hijos o hijas, son algunos de los factores que han permitido la reducción de la fecundidad durante las últimas tres décadas. Entre 1987 y 2000 el porcentaje de mujeres unidas en edad fértil (15 a 49 años) que declaró haber utilizado algún método de control natal aumentó de 52.7% a 70.7 por ciento. El método más empleado es la oclusión tubaria bilateral (OTB), 43.9% de las usuarias unidas en edad fértil, seguido por el dispositivo intrauterino (DIU) y las pastillas anticonceptivas con 20.6% y 10.4%, respectivamente.ADICCIONES En la actualidad, uno de los problemas sociales y de salud pública más importantes del país es el consumo de drogas. Los hombres, a diferencia de las mujeres, tienen una mayor incidencia en el consumo de drogas ilegales (marihuana, cocaína, inhalables, alucinógenos y heroína), en 1998, de la población de 12 a 65 años, 111 hombres y sólo 9 mujeres de cada 1 000 consumieron drogas ilegales.En el consumo de drogas legales (alcohol y tabaco), el 77% hombres de 18 a 65 años ingieren alcohol por 45% mujeres. Por otro lado, 47.5% de los hombres y 40.2% de las mujeres, fuman..EDUCACIÓNEn el año 2000, de cada 100 hombres, 9 no tenían instrucción formal, 42 contaban con estudios básicos incompletos, 20 concluyeron la educación básica y 29 aprobaron al menos un grado en los niveles posteriores a la secundaria. En cambio, de cada 100 mujeres, 12 no contaban con instrucción, 43 tenían al menos un grado aprobado en primaria y uno o dos años de secundaria, 18 aprobaron la secundaria y 27 tenían estudios postbásicos. Por su parte, el promedio de escolaridad para el caso de los hombres era de 7.6 años, equivale casi al segundo grado del nivel de secundaria, y para las mujeres fue de 7.1.TRABAJOLa distribución de las actividades económicas y domésticas entre hombres y mujeres ha registrado cambios importantes en las últimas décadas; sin embargo, todavía un importante sector de la población sigue desempeñando papeles tradicionales socioculturalmente determinados, tales como proveedores y amas de casa. En el año 2003, 30.3% de la población masculina de 12 años y más desempeñó el papel de proveedor al dedicarse exclusivamente al trabajo extradoméstico (producción de bienes y servicios para el mercado); por otra parte, 47.6% de la población femenina realizó únicamente trabajo doméstico no remunerado en su propio hogar.VIOLENCIA INTRAFAMILIARLos resultados de la Encuesta Nacional sobre Violencia contra las Mujeres del 2003, señalan que 25.8% de las mujeres ha experimentado en su vida una relación violenta, particularmente con su pareja, y en menor grado con un familiar. Los tipos de violencia más frecuentes son psicológicos, físicos, sexuales y económicos, en ese orden.SUICIDIOSLos hombres están en mayor riesgo de morir por suicidio que las mujeres; del total de suicidios registrados en 2002, 83% fueron de hombres y 17% a mujeres; por su parte, los intentos de suicidio de mujeres (60%) son mayores que los de hombres (40%).DELINCUENCIAEn el 2002, el Consejo de Menores de la Secretaría de Seguridad Pública registró alrededor de 48 mil casos de menores infractores. 90% eran hombres. En ese mismo año, se consignaron 199 mil presuntos delincuentes en los juzgados de primera instancia del fuero común y federal del país, sólo uno de cada diez era mujer.RELIGIÓNUno de los aspectos culturales primordiales en la sociedad mexicana es su creencia religiosa; la religión católica continúa presentando mayor penetración entre la población. En el año 2000 la proporción de católicos en el país, entre la población de 5 años y más, fue de 87.6% en los hombres y 88.4%, en mujeres. Le siguen las religiones de tipo protestante o evangélicas con 6.8% y 7.7%, respectivamente FUENTE: INEGI