lunes, 30 de marzo de 2015

UN PICASSO!! BEBIDA CON COÑAC QUE LE VA A ENCANTAR A TU PAREJA...

Picasso:
 Hielo en cubo, onza y media de coñac, (la medida tradicional) una onza de jugo de limón, (algo así como medio limón grande) una onza de marrasquino y onza y media de jugo de piña (Esto es al gusto). Se colocan los ingredientes en el vaso mezclador, se mezcla y se monta en copa coctelera (o vaso old fashion si no les gustan tanto las copas como es mi caso). Se adorna con dos popotes cortos.


viernes, 13 de marzo de 2015

JOKER (Incluído en mi libro CUENTOS ICONOCLASTAS Y OTROS CUATES)

A STANLEY KUBRICK IN MEMORIAM

Muchos años antes de que Elías Canetti lo dijera en otro contexto refiriéndose a los escritores (en particular a Böll), Joker había nacido ya con esa característica: la de ser el custodio de las metamorfosis, pues sabía transformarse en todos los números y en todos los palos de la baraja inglesa, incluso en el poderoso as, que era superior incluso que el rey, así fuera el de corazones, tréboles, diamantes o espadas. Por eso a Joker le hubiera dado risa  que el contrincante de su dueño, Sergio Leone, dijera la frase:
            —En cualquier momento me saco el as de espadas de la manga, my friend.
            Stanley Kubrick era su dueño y sonrió al viejo maestro al sentir en su mano al joker. Por aquel entonces había conseguido permiso para rodar ya su última película en un barrio destartalado de Londres donde se llevarían a cabo las escenas de acción. En lo referente al casting, el actor que encarnaría al sargento Hartman ya se había ganado su papel gracias a una prueba en la que logró superar a sus competidores por su capacidad y habilidad innata para decir más groserías que nadie por unidad de tiempo. Lo que le faltaba a Kubrick era el nombre de su principal personaje; había jugado con el maestro Leone a las cartas los últimos días en América en casa de este último, para relajarse y meditar al respecto. Pensando en las llamadas telefónicas que había tenido que concertar durante el día para asuntos técnicos del rodaje, dijo algo cansado:
            —Pues parafraseándote un poco, por un puñado de dólares no me voy a preocupar.
            El maestro Leone, después de hacer un gesto adusto, se sintió preocupado; Kubrick le había ganado tres de los últimos cinco juegos de la tarde. Como todo buen italiano tenía cierto resabio de gángster y  le ofendía en el ego  perder frente a su contrincante.
            Era el momento de cambiar la última carta, Kubrick y Leone lo hicieron y  éste último, visiblemente ansioso, le dijo:
            —Muéstrate.
            —Maestro, por favor hágame el honor —dijo Kubrick con ironía.
            —Tercia de ases —musitó Leone al bajarse.
            —Flor imperial —dijo Kubrick, decepcionando al viejo maestro, que ya sentía la despedida de su puñado de dólares.
            Mirando al joker de su flor imperial, Kubrick descubrió instantáneamente que así llamaría a su personaje y se lo comentó a Leone, que al saber el título de la película, se mostró interesado en su trama. El día de la premier de Cara de Guerra, Kubrick recordó ese juego de cartas y comentó a sus amigos cómo y gracias a quién se le había ocurrido el personaje principal. En medio de las copas se hizo un silencio, pues Leone había muerto pocos días antes. "Estoy en un mundo de pura mierda, pero estoy vivo, y no tengo miedo", había concluído Joker y con él, llovieron los aplausos en la sala al finalizar la película. Entre los presentes se encontraba Elías Canetti, que se acercó a Kubrick y le comentó algunas de las reflexiones que le inspiró la cinta.
El autor de La Conciencia de las palabras, pensó, curiosamente, que no le caería nada mal un juego de póker al llegar a su casa.