lunes, 31 de mayo de 2021

LA LIBRERÍA DE LOS ESCRITORES EN AGUASCALIENTES CERRARÁ SU LOCAL FÍSICO A PARTIR DEL 5 DE JUNIO


Ángel Vargas

Periódico La Jornada

Lunes 31 de mayo de 2021

 

La Librería de los Escritores, que con sus 10 años de existencia se ha convertido en referente en el fomento al libro y la lectura en Aguascalientes, anunció su cierre a partir del 5 de junio.

 

Esto no significa la desaparición del proyecto, aclaró Vania Morales González, fundadora y propietaria de ese espacio al lado de su esposo, Gerardo Hernández Ortiz, quienes han determinado dar la lucha hasta lo último para mantenerlo vivo.

 

La estrategia, explicó la librera a La Jornada, será proseguir con el esquema de ventas virtuales y entregas a domicilio, implementado el año pasado a raíz de la pandemia. De funcionar, se crearía una librería virtual en una plataforma digital y regresar en cuanto sea posible a un espacio físico.

 

Aunque nuestra tienda esté cerrada, nuestro equipo no dejará de funcionar a pleno rendimiento, no pararemos, consigna el mensaje de despedida que la librería compartió en su página en Facebook, desde donde se puede consultar parte de su catálogo y hacer pedidos, lo mismo que a través de su cuenta de Instragram y en los números de WhatsApp 449166-9418 y 449180-6190.

 

La Librería de los Escritores es una de los 20 establecimientos de su tipo en la capital de Aguascalientes, contando a las de viejo y las cinco de temática religiosa. Es la única en esa locación que cuenta con temática de género y feminismo. A la fecha, posee un inventario de unos 20 mil ejemplares.

 

Problemas desde 2019

 

La determinación de cerrar su local, ubicado en el centro de la capital de Aguascalientes, en la calle de Madero, respondió a que resultaba incosteable mantener la renta y los gastos de este espacio.

 

Las razones se deben a problemas económicos que el negocio venía arrastrando desde que en 2019 debió cerrar su primer sucursal, ubicada en Casa Terán, también en el centro aguascalentense, debido a problemas estructurales del edificio, lo cual obligó a que la sucursal de la calle de Madero, abierta en 2018, financiara la nómina de aquel negocio. Incluso, en agosto pasado, solicitó el apoyo de la sociedad civil por medio de donativos.

 

A lo anterior, indicó Vania Morales, se sumó que, con el cambio de administración, el Fondo de Cultura Económica le quitó su representatividad en las ferias del libro de Zacatecas y San Luis Potosí, algo similar ocurrió con Pinguin Random House.

 

La puntilla vino con la pandemia, que obligó al cierre de escuelas, cancelación de ferias de libro y asesorías sobre temas de literatura infantil y juvenil, que para la librería representaban importantes fuentes de recursos.

Veremos ahora cómo manejar la situación, no sabemos cómo vaya a funcionar. El tema de cerrar el proyecto como tal, no sólo el espacio físico, es una realidad que consideramos, pero agotaremos antes todas las formas para poder continuar, dijo la librera.

jueves, 27 de mayo de 2021

MÁS POESÍA DE AIDA VALDEPEÑA

 

EN ESTA NUEVA HISTORIA NO HAY ESPEJOS

 

Podrías haber hecho el esfuerzo

por entender mi condición de ahogo.

 

Porque para mí

la vida no fue un colchón de azúcar.

 

Tuve que andar a gatas

a donde todos llegan caminando.

 

Lo que a todos

cuesta diez minutos

a mí me llevó la vida entera.

Y no era locura

era que mi mente

ha sido siempre un largo laberinto

por el que la salida

es la puerta de entrada

para nunca acabar.

 

Tú también te ahogabas como yo

para ti también fueron olas

lo que arroyos menores para otros.

También tu mente

era un huracán sin forma definida.

 

No tenías que entenderme

solo aceptar

que era igual a ti

pero que jamás nunca

iba a ser como tú.

 

Entender

que en mí

no iba terminar la pena de ser tú.

 

Ni acorralándome

ni haciéndome sentir un monstruo niña

ni dándome un espejo

ibas a consolar la pena de ser tú.

 

No, así no era.

 

Era, precisamente rompiendo aquel espejo

que hiciste para mí.

 

No,

la pena te venció

y no pudiste nunca salvar este vacío.

 

Por eso hoy vine aquí

a esta tumba tuya

no a dejar una flor

sino un espejo roto.

 

 

 

 

 

 

 

MANOS ABIERTAS

 

Yo todo lo perdí

Consciente o no

yo todo lo perdí.

 

Si alguien quisiera aprender a perder

podría venir conmigo

yo le enseño el camino de ida y vuelta 

hacia las cosas perdidas

hacia sí. 

 

Porque también a veces

nos hace falta

perderlo un poco todo

para ser el comienzo

de los nuevos principios.

 

 

 

 



 

 


Aída Valdepeña. Ciudad de México (1976) Estudió Literatura y Creación Literaria. Su obra se incluye en Antologías como Semilla Desnuda. 40 Barcos de Guerra. Tenho tanta palabra meiga, alguns poeta mexicanos, Ediciones librera y Anome Livros, Brasil. Galardonada con Mención de Honor en el Premio Interamericano de Poesía Jóvenes Creadores, Sinaloa 2007, por su poemario Universo de Náufragos. Parte de su obra se ha traducido al inglés, ruso, árabe, italiano, francés y portugués, y se publica en medios impresos y electrónicos de México, Perú, Venezuela, el Salvador, Brasil, Argentina, España, Estados Unidos y Rusia. Algunos de sus poemas forman parte del acervo de bibliotecas públicas de Cuba y Dinamarca, así como de programas formativos en la asignatura de español para daneses. Ha participado en Congresos y Encuentros de Literatura. Directora de Festivales Artístico/literarios y Coordinadora de Talleres de Creación. Su libro, A Contracorriente, presentado en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería de la ciudad de México, mereció un reportaje en el programa: Morelos en la Hora Nacional. Traducida al italiano por el Centro Cultural Tina Modotti, así como por la Revista Margutte. Mencionan su obra en Crítica, Revista Latinoamericana de Ensayo. Incluida en la Enciclopedia de la Literatura en México, ELEM, Fundación para las Letras Mexicanas, CONACULTA. Recientemente público su tercer libro bajo el título de: Libro Íntimo o cómo empacar la vida en una uva. Actualmente imparte talleres de Creación Literaria a mujeres en la Fundación de Doña Margarita, así como de manera independiente.

 

 

miércoles, 26 de mayo de 2021

POEMA INVITADO POR AÍDA VALDEPEÑA --DESPUÉS DE LA CALMA

 

No

no estoy sola

ni loca

ni hago de más

las cosas de mi vida.

solo aprendí a sentir

lo mismo que los otros

solo aprendí de su guarida atroz

de su silencio.

 

No

no hago de más

las cosas de mi vida

ni de menos.

solo aprendo a remar

en este misterioso río

llamado vida

 

Y no

ya no concedo

ni un solo segundo de mi tiempo

al hecho de vivir fuera de mí.

 

Yo le presumo al aire

la fuerza de mi aliento

le recalco al mar

mis arrebatos de ola

y a los volcanes

que tengo tan cerca

yo les recuerdo mi fuego de ser yo.

 

Adherida al muro de mí misma

derribo las dudas

que tuvo este inmenso amado yo.

no merecen la pena, le digo,

no merecen más lágrimas, le vuelvo a repetir

a este inmenso amado yo.

 

Y sí que mi alegría se contagia

de heridas del pasado

pero entonces

resuelvo

no moverme

permanecer estatua

para no dejar que la herida crezca

Y aunque no siempre lo puedo evitar

aunque a veces

todo esfuerzo es inútil

porque

cada aletear de mosca

abre la herida

cada grito de afuera

abre la herida

cada que el aire, el sol, la lluvia

la herida abre

y ya incluso no es la herida la que invade

sino un simple recuerdo

pero un recuerdo herido

y sí que la alegría me salva

¿Pero de qué me salva?

de qué tendría que salvarme

de qué

Por qué la idea de que debo cambiar

de que debo hacer algo

correcto o incorrecto, no importa,

pero siempre contrario a lo que hago

de que debo

debo

debo

y me detengo para decir que no

no debo

que todo

bueno o malo

lo he conseguido a pulso de quebrarme.

 

Que mi futuro es incierto

el mío y el de todos.

 

Que nadie es inmortal

que no somos dioses

ni colegas de dioses

que somos esa gente que fracasa

hace planes

no los cumple

muere

pierde toda esperanza

y luego, de nuevo, todo eso al revés

y en ese juego

yo también me he permitido

estar tan abajo

y aún así

seguir creyendo en las alturas.

 

Que mi cuerpo se quiebra, sí,

y eso puede tomarse como gloria o condena por haber fallado

porque sí que he fallado

no recuerdo cuánto

y así de necia como soy

seguro seguiré fallando

pero sean mis deseos los que me guíen

o mi dolor

o mi rabia

la que amargue los postres

o endulce las hieles del día según mis arrebatos.

 

Y sí, impaciente sí soy

también lo soy

yo diría impala

pensando siempre en lo que podría hacer

si no tuviera que esperar

a que la vida se cocine a fuego lento

porque todo, o casi todo debe esperar:

la cazuela con las calabazas

el zurcido del vestido

la fila del banco

el hospital

la escuela

el próximo sobrino

los resultados de la biopsia

que el pescado descongele

todo, todo aquí es una larga espera

y yo

mujer impala

quisiera haber llegado ya a la orilla

donde desemboca todo

donde ya nadie espera nada de nadie

y no, no hablo de la muerte

que si lo pienso bien

es quizá una espera aún más infinita

y no, no hablo de ella.

no quisiera

ni por error

asomarme.

 

Hablo de la orilla del caudal

del río que encontró su fin

y ahora es cascada sin miedo a las alturas

hablo

de contemplar

desde el vértigo

todo lo que termina.