jueves, 13 de diciembre de 2007

Sobre las novelas y figura de Michel Houellebecq “Las partículas elementales” es una buena novela mediana, (ya antes de que renaciera éste blog lo había comentado) pero para mi gusto no llega ni a novela de época —en México—, pero el autor definitivamente plasmó un sentir y visión original en el sentido que Milan Kundera gusta de recordar a Broch: “La novela descubre sólo lo que la novela puede descubrir”. ¿Qué descubre Las partículas…? La vida sexual del París desde los setentas hasta los noventas del siglo XX; juicios lapidarios como: “La cultura occidental siempre se fundó en una creencia en certezas de tipo racional y estuvo siempre dispuesta a sacrificarlo todo por esa certeza: la religión, la literatura, la filosofía, la vida misma incluso… ¿A cambio de qué? De la certeza racional”. Recientemente éste autor estuvo en la Argentina, tiene como un mes o menos. El punto es que sus juicios sobre las mujeres y sobre la política, son muy pobres. Pero es que hay que ver que después de esa obra ENORME que se llama “la Posibilidad de una isla”, un escritor no puede exhibirse públicamente más que como lo que ya no puede ser: una persona que ya no sabe (que ya no puede) partir del sentido común para emitir sus juicios, según él, el mayo del 68 en París fue puro nihilismo y a pesar de que casi los sesentas (como opina Juan Villoro en una excelente entrevista que le hizo mi cuate Iván Ríos Gascón en Rolling Stone), quisieron revolucionar lo que quisieron revolucionar a partir de un masaje a la conciencia y del 68 mayo en París se puede opinar mucho, aunque claro, todo menos para denostarlo o reducirlo, como lo hace Houellebecq, éste autor tiene unas opiniones sobre las mujeres que híjoles… como que su misma fama habla por él, ya no la persona honesta con opiniones más responsables, eh ahí el riesgo de escribir… fíjense, si yo ya me siento deformado con mis publicaciones, ¡cómo se sentirá él!
“Una característica propia de nuestra experiencia cultural de la inercia, es la costumbre. Es decir, que hemos vivido coexistiendo con los vecinos, sean del barrio, de la comunidad o del estado, pero, aún al haberlos visto, permanecemos sin reconocerlos y sin convivir con ellos. Igualmente con las instituciones a las que nunca hemos recurrido. Creemos comprender a los que cotidianamente nos rodean en casa, en los trayectos o en el trabajo, cuando apenas notamos que somos distintos y aunque no podamos enunciar esas diferencias, las sentimos: las suponemos unas y otras las comprobamos. La mayoría de las veces, dependemos de coincidir en lo que hacemos, en lo que creemos, en lo que buscamos o en lo que luchamos.” Gabriel Michel Cue Fragmento de: “Cultura, Tiempo y Complejidad” Inédito y de próxima publicación.

lunes, 10 de diciembre de 2007

La poesía es un ejercicio televisivo, si partimos del hecho etimológico, la raíz etimológica de una palabra se encuentra donde sea, por ejemplo palabras como: tonto, incompetente, perdedor, hijo de la chingada, tienen su raíz en lo que está pensando el vecino del que está viendo la televisión en Tampico, mientras tú estás mirando otro programa en la ciudad de Morelia; ya sabía yo que los latinajos no nos iban a llevar a ningún lado… Por otra parte, si un intelectual sale en televisión comentando su último libro, afuera en la calle se verá tristeza, llanto y desolación (a mí tampoco me causa ningún chiste). Pero cuando es la final PUMAS vs ATLANTE a la gente se le sale lo grecorromano mientras la esposa o la madre no tiene ni para dar de comer. Dios ya sale en televisión o, por lo menos los que lo estudian, los teólogos. No sé por qué, pero me acordé de una amiga que me encuentro en el chat, cuya leyenda de presentación de su personalidad dice: “la poesía es el alimento de los dioses”. Eso es lo triste, la gente no tiene tiempo para leer. (A mí tampoco me causa ningún chiste). Un saludo amiga!!

sábado, 8 de diciembre de 2007

Acá estoy con el Filósofo Caleb Olvera; Caleb anda muy celebrado últimamente en Aguascalientes, pues se ganó el premio Nacional de Ensayo Abigael Bohórquez.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

El impacto de la Globalización ha generado un haz de reacciones diversas en todo el mundo, filias y fobias, posiciones a favor y en contra, posiciones contradictorias, posiciones regresivas, posiciones alternativas. Visiones simplistas, dogmáticas, heterodoxas. Ha alimentado viejas creencias, ha generado nuevos sujetos sociales y nuevos lenguajes. El impacto provocó reacciones como las que en su momento histórico generó el Colonialismo, el Neocolonialismo, el Imperialismo. Las guerras de conquista, las invasiones imperiales de Francia, Inglaterra; y como la invasión Norteamericana de 1847. La reacciones provocadas por la Globalización, van desde los fundamentalismos, pasando por los intentos aislacionistas, los movimientos regresivos hacia un pasado remoto, hasta los diversos movimientos de autoafirmación de nacionalismo de todo tipo; y de búsqueda de una profunda revaloración de las Naciones, los pueblos, las Culturas y la Civilización; pero también la búsqueda utópica de “Un mejor mundo posible”, en los múltiples foros que se han venido realizando para cuestionar a la presente Globalización. Fragmento del trabajo “La identidad tlaxcalteca en el s. XXI”

sábado, 1 de diciembre de 2007

Recién alquilé una película italiana traducida como "acuérdate de mí", supongo que esta película habrá estado en cartelera en la Cineteca Nacional, donde hace años no voy, pero al punto al que voy es que ésta película coloca sobre cualquier cuestión principal, A LA VIDA COTIDIANA como el eje donde ocurre de todo, en éste caso, una familia liberada o liberal con dos hijos rondando los veinte años, aquí se muestra de todo: los celos de pareja, las aventurillas adolescentes y sus descubrimientos personales, los personajes constántemente se ven confrontados con sus propias realidades, no hay, a mi parecer, arquetipos tipo cine hoolywoodesco en éste caso, más bien la película supone una constante relexión para volver uno sobre sí mismo, no hay acá engañifas de que por la tecnología y lo hipercomunicado que supuestamente está el mundo, por lo que se deja ver lo que es el ser humano: pasión, máscara social, trabajo, ésta película va a la esencia de lo que queda de la clase media y le quita su máscara: los hace ver humanos, mitad tragedia mitad comicidad. Por ahí anda "acuérdate de mí", en la sección de cine de arte.