viernes, 30 de julio de 2021

ARTÍCULO INVITADO EN LA PEDANTERÍA, POR VÍCTOR GARCÍA MOTA, ATRAPADOS SIN SALIDA Y CONTINUARÁ

 

EN LA ORBITA DE LA

GEOPOLÍTICA HEGEMÓNICA

 

QUÉ OPCIONES

TIENE

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

EN ESTA

TRANSICIÓN DE RÉGIMEN

¿QUÉ FACTORES DETERMINAN EL TRANSITO HACIA UN NUEVO RÉGIMEN?

 

UNA VISIÓN

RETROSPECTIVA Y PROSPECTIVA

 

 

 

Victor García Mota*

Notas

Sobre un hecho Histórico

Coyoacán 2021

 

PRIMERA PARTE 

PROLOGO

 

Sirvan estas líneas para mis lectoras y lectores. Las palabras: Cambio de Régimen ha sonado y seguirá sonando mucho.

 

El Asunto de Cambio de Régimen en el escenario nacional con la presencia del poder mediático y de las redes sociales, sigue estando desde que Andrés Manuel López Obrador arribo al poder en el 2018, sigue siendo un evento noticioso y mucho de lo que se ha difundido, por el propio Presidente, y por los diversos actores, la oposición y por el Congreso; y pareciera que ya todo está dicho. No es el caso. Las apariencias engañan. Qué bueno que hay debate sobre este asunto; y por eso las presentes NOTAS, solo focalizan algunos puntos centrales para contribuir así al DEBATE NACIONAL, porque en la Historia Contemporánea un cambio de Régimen, es la destrucción del viejo régimen, el desmantelamiento de toda su arquitectura; toda esa masa de instituciones en que se sostenía el viejo régimen y las redes de complicidad; un mundo de privilegios que desaparece. La ruptura histórica ha significado también mucho dolor a individuos, hombres y mujeres, familias, esa clase social, esa generación que integro a las elites a la oligarquía, sufren el impacto del desmantelamiento de las bases en que se sostenía el viejo régimen, y resulta natural que esa clase social haga todo lo que puede hacer, para impedir el Cambio de Régimen. El presente cambio es un hecho Histórico inédito que materializa el drama y la tragedia. El Gobierno de AMLO ha desatado un mar de contradicciones por la gama de actos en curso y cuya acción central tiene un claro objetivo, transitar hacia un nuevo Régimen y por ello, es el Presidente que encarna la ruptura histórica inédita e imperfecta, porque no hay manual, no hay hoja de ruta para la acción del liderato; y el equipo que llega al poder, es radicalmente diferente, no pretende ser un ejecutivo (a) de excelencia, no hará presentaciones ejecutivas del estilo del viejo régimen que las presento como un rasgo distintivo de eficacia y prontitud. Nada de eso, es otro modo de gobernar, y las mujeres y hombres que han arribado al Gobierno viene asumiendo de manera practica la curva del aprendizaje, enfrentando errores, contradicciones, repeticiones, manejo de información en los asuntos de su competencia; esta es la viva experiencia de la formación del grupo y equipo de gobierno; porque es AMLO, y solo el, el que lleva la batuta sustentada en una visión estratégica, para conducir la transición hacia un Nuevo Régimen.

 

Un acercamiento al drama y la tragedia del Cambio de Régimen lo retrata Rafael Tovar y de Teresa en su Novela: “Paraíso es tu memoria” (Alfaguara 2009) nos narra ese drama y tragedia de una generación perdida, como bien lo expresa el gran escritor Fernando del Paso en su comentario a la novela mencionada.

 

“La historia perfuma todas las páginas de esta novela. Un México desaparece y arrastra consigo los sueños de una burguesía dorada. En Paraíso es tu memoria los personajes; en medio de un torbellino transparente que parece moverse en cámara lenta; tratan de recobrar un tiempo lleno de promesas que presagiaba un futuro intocable. La ternura; la pasión; las pequeñas mezquindades cotidianas y la generosidad; aunadas a la adversidad y el desencanto; se proyectan en una memoria a la vez lúcida y enajenada; pero fiel a su esencia más íntima: la de una familia en la que todos se han distinguido siempre por su fina percepción musical; y que por ello no sólo vive sus recuerdos: también los escucha; les pone un ritmo y una armonía; los orquesta en contrapunto; los escribe en el pentagrama de sus cinco sentidos. En el otro México; el de nuestros días; en vísperas del festejo del Centenario de una Revolución que; por su cercanía; aún no estamos capacitados para contar; esta novela de Rafael Tovar nos confirma una vez más que el rival más poderoso que tiene la historia es la literatura”.

 

 

 

 

 

ANTECEDENTES

 

El acontecimiento político que cambió el rumbo histórico de México, ocurrió el 2 de julio 2018 cuando el pueblo se volcó a las urnas a nivel nacional, México vivió un momento histórico inédito. Las largas filas, a veces con cientos de personas en los centros de votación, fueron una primera señal de lo que venía. El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ganó la elección de 2018 y con un margen de entre 53,0% y 53,8% de los votos, emitidos. En total 30 millones de votos le dieron la Presidencia. AMLO dio un discurso en el que dijo que no aspira a instalar una dictadura "abierta o encubierta" y que su pensamiento se sintetiza en una frase: "Por el bien de todos, primero los pobres", y llamó a la reconciliación y al combate de la corrupción. "Los cambios serán profundos, pero se darán con apego al orden legal establecido. Habrá libertad empresarial, libertad de expresión, de asociación y de creencias". Fue enfático al decir que desea una transición sin sobresaltos económicos, con orden y en paz. Reiteró que no habrá represalias contra sus adversarios.

 

El tsunami electoral pulverizo a la oposición hasta casi desaparecer del escenario nacional; y entro en una cascada de crisis de identidad. La noticia corrió por todo el Mundo y desde ese momento los ojos del planeta están puestos sobre un Gobierno Popular de Izquierda, inédito y sorprendente, todas las izquierdas del Mundo se reconocen en este triunfo. El zócalo de la Capital a reventar, no cabe ya ni un alfiler, por toda la plaza retumba un grito seguido por los millones ahí reunidos “¡es un honor estar con Obrador!” La gente comenzó a llegar al Zócalo a las 8 de la noche, poco después de que José Antonio Meade y Ricardo Anaya reconocieran su derrota en las elecciones de este 1 de julio. Durante más de tres horas, grupos musicales animaron a los asistentes mientras llegaba el primer hombre en derrotar al PRIAN, como llama López Obrador a la élite política y económica que ha gobernado al país desde hace 90 años. “¡Se ve, se siente, AMLO, presidente!”

 

Un grupo de periodistas internacionales reunidos en la gran Plancha del zócalo mantienen una conversación sobre este desenlace electoral sorpresivo y buscaron el parentesco  de este acontecimiento, mencionando las Revoluciones que cambiaron el rumbo del Mundo, uno de ellos recordó con profunda intensidad aquel año axial, 1959 contundente, que cambio la historia contemporánea con la Revolución Cubana, un momento de inolvidable euforia cuando los sueños parecían encarnar; y otro mencionó como aquel Octubre de 1917 cuando en Moscú la Revolución Bolchevique modificó radicalmente todo el siglo XX y atrajo oleadas de revolucionarios de todo el mundo; lo mismo cuando arribó la larga marcha de Mao a Pekín en 1949, consumando la Revolución China que modifico toda la Geopolítica de Asía, y cuando en Hanói, Vietnam, en 1975 se concentraron miles de revolucionarios provenientes de todos los continentes mostrando al mundo la derrota del imperialismo yanqui. Los periodistas ingleses mencionaron un hecho que nos obnubiló cegándonos frente al genocidio que estaba ocurriendo al lado de Vietnam, en Camboya con su monstruoso experimento de crear “el nuevo hombre” desde cero. Y el periodista The New York Times mencionó que a la mitad del siglo XX, en aquel año de 1971, cuando presencio la profunda ruptura de escritores, intelectuales con la Revolución Cubana al estallar “El Caso Padilla” un asunto que ya venía gestándose desde 1964 y siete años después mostraba todas las consecuencias para la revolución cubana el gran DESENCANTO de la revolución cubana.

 

La pregunta que se hacían estos periodistas ¿Podrá AMLO llevar a cabo su proyecto de la cuarta transformación?

 

 

LAS MUJERES Y LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

 

Hechos, Procesos, Factores, Tendencias

De la formación de la generación

Del cambio

 

El 68 fue un parteaguas para toda la izquierda realmente existente en México, toda esa izquierda de los 50 y los 60 prácticamente desapareció con el 68 y desde luego todos los que se fueron al cerro enarbolando la lucha armada, más de 70 grupos, y la mayoría de estos grupos fueron liquidados.

 

A la distancia de 50 años una retrospectiva y prospectiva de la revolución del 68 con sus 70 revueltas que sacudió al Mundo, y cuando fueron estallando “los milagros económicos”, y uno de esos estalló en las manos del genocida Gustavo Días Ordaz: reprimió y aplasto a toda la generación del 68. El 68 dejó un legado histórico que ha quedado para la Historia de México, con sus infinitas interpretaciones como el detonante de la democracia.

 

Las izquierdas pos/68 que fueron saliendo enfrentaron la urgencia de recomponerse y dar una lucha para nominarse los herederos directos del 68, no fueron los únicos, el Gobierno hace su propia lectura y lo mismo hace la principal Universidad Nacional, la UNAM.

 

Lo central es que el principal factor que proyecto a toda izquierda realmente existente, fue la ruptura del PRI  con el surgimiento de la Corriente Democrática que provoco una ruptura al salirse del PRI Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, y Ifigenia Martínez; este hecho histórico marcó un parteaguas histórico, un antes y un después, abriendo las posibilidades democráticas; primero con el Frente Democrático Nacional (FDN) y luego con el Partido de la Revolución democrática (PRD).

 

Las elecciones de 1988 fueron la prueba de fuego, la caída del sistema y el fraude electoral, dieron nacimiento a la democracia por goteo y aproximación sucesiva y la estela de fraudes electorales que la Mafia del poder, su elite política y la oligarquía financiera y que esas izquierdas llamaron que en “México había una democracia consolidada”.

 

Cuauhtémoc Cárdenas conjunta a toda la izquierda pos/68 y da una salida histórica “a este mar de izquierdas” y todas abandonan su banderas, primero funda 1988 el Frente Democrático Nacional y da un horizonte POLÍTICO a todas esas izquierdas desorientadas, participar en los procesos electorales; posteriormente fundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) el 5 de mayo de 1989, el, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Andrés Manuel López Obrador, entre otros y miembros históricos de la Izquierda como Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, Amalia García entre muchos otros políticos de la izquierda menos dispersa, con la experiencia del FDN y luego el PRD.

 

Cuauhtémoc Cárdenas asumió que era el líder indiscutible de la nueva izquierda y fue tres veces candidato a la Presidencia de México: la primera elección de 1988 fraude, la segunda  en 1994 perdió frente a Zedillo y la tercera en el 2000 perdió frente a Vicente Fox. En 1997 es electo Jefe de Gobierno del Distrito Federal con clara definición de izquierda; su gestión duró dos años, renunció a su cargo en 1999 para disputar, nuevamente por la presidencia en las elecciones del 2000 perdió frente a Vicente Fox; todos estos son los procesos formativos de la mujeres y hombres del Presidente AMLO.

 

QUIENES SON LAS MUJERES Y LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE.

 

A lo largo de 50 años (1968-2018), la izquierda pos/68 fue derrotada, todos estos militantes  se formaron principalmente en el PRD con una herencia política de su participación política en todos los procesos políticos realizados a nivel nacional, en la formación del Congreso, diputados y senadores y por la Presidencia, por gubernaturas y congresos locales.

 

Esa izquierda electorera se dividió. AMLO abandona el barco del PRD. El 10 de septiembre de 2012, López Obrador renuncia al PRD y reitera su no reconocimiento a Peña Nieto como presidente legítimo. Los estrechos tiempos legales de registro para un nuevo partido marcan el ritmo a seguir: a partir de septiembre del mismo año, MORENA organiza 300 congresos distritales, 32 congresos estatales (del 10 de octubre al 11 de noviembre) y el Congreso Nacional previsto desde 2011. El Congreso decide transformar al organismo en partido político y aprueba sus documentos básicos, declaración de principios, programa y estatutos. Había nacido MORENA movimiento.

 

EN 2012 SE FORMA MORENA COMO PARTIDO POLÍTICO y participa en los procesos electorales de 2015, 2016 y 2017 y en todos se expresa una votación creciente: de Morena es creciente: 7.8% en 2015, 13.3% en 2016 y 20.5% en 2017. Los Chuchos se apropian del aparato político del PRD, con una crisis de credibilidad en todas sus prácticas internas, las tribus y externas, los acuerdos en lo obscurito, logra posicionarse con la imagen de una izquierda moderna, respetuosa de las formas políticas.

 

Esta izquierda decente. No asume ninguna crítica real frente a la Guerra Fría (1945-1990) ni al Consenso de Washington que impone la Globalización Neoliberal (1980-2018), ni mucho menos una oposición de la simulación del Estado de Derecho, no ve, la simulación democrática; ni tampoco se entera de que la Mafia del poder viene construyendo una corrupción estructural. Lo que sí sabe, esta izquierda es conformarse y portarse bien cuando el Presidente Enrique Peña Nieto, compra el voto, para aprobar “El Pacto Por México” la privatización de PEMEX.

 

Han sido estos: Hechos, Procesos, Factores, Tendencias, que conforman el TRONCO social y político de la formación de esta generación del cambio, marcan el origen de donde proviene la militancia de MORENA. Y, ha sido Tatiana Clouthier quien realizó la más lucida caracterización de MORENA al afirmar que en el Gobierno y en MORENA hay de todas las posiciones, de la “A  a la Z” muchas niñas que fueron formadas religiosamente y tienen fe en AMLO; hay también desde arribistas, oportunistas, chamberos, izquierdistas, radicales, moderados, los flujos de perredistas que se asumen morenistas, políticos corruptos maquillados con camiseta de MORENA y claro hay comunistas, camuflados de extrema derecha, socialdemócratas, exguerrilleros y de extrema izquierda, católicos, capitalistas, nuevos políticos y anticapitalistas, evangélicos, campesinos, obreros, ilusos y activistas que apostaron a AMLO, una coalición pragmática articulada para sumar fuerzas disímbolas en un mismo proyecto; lo que domina es el pragmatismo, no las ideologías de cualquier signo; y por ello, “resulta natural” las luchas fratricidas al interior de MORENA. La opción de Morena es definirse como un “movimiento amplio, plural e incluyente, espacio abierto de hombres y mujeres con distintas maneras de pensar; de todas las corrientes de pensamiento, de todas las clases sociales”. Como una asociación donde hay católicos, evangélicos de todas las denominaciones, librepensadores, indígenas de todas las etnias; y donde participan militantes del PRD, por su propia voluntad, y del PT y del partido Convergencia, pero la mayoría de los ciudadanos no están afiliados a ningún partido político; por ello, esa inestabilidad de MORENA; Y que a una voz de AMLO, sabe lo que hay que hacer.

 

Evidentemente al interior de MORENA, están esos “nuevos militantes”, toda esa inmensa mayoría de los que estaban hasta la madre de estos pinches gobiernos neoliberales una banda de saqueadores; y que expresaron su hartazgo con 30 millones de votos para que ganara AMLO.

 

LA PANDEMIA DE CORONAVIRUS Y LA RECESIÓN ECONÓMICA ALTERARON EL ORDEN MUNDIAL PARA SIEMPRE. ESTE HECHO ABRIÓ UN PARTEAGUAS HISTÓRICO. UN MOMENTO Y UNA COYUNTURA HISTÓRICA TRASCENDENTAL PARA HACER GRANDES CAMBIOS EN EL MUNDO, TRANSFORMACIONES DE GRAN CALADO.

El año del 2020 se aceleró la recesión económica mundial colapsando a las economías nacionales generando una cascada de crisis en múltiples empresas y disparando el desempleo masivo, agudizando la desigualdad y multiplicando la pobreza. La pandemia genero una espiral infernal de cadáveres en todo el mundo.

 

Este 2020 año brotaron las tendencias actuales, los procesos que están marcando nuestro futuro con la Nueva Geopolítica emergente. El 11 de marzo del 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaro la presencia mundial de la pandemia el COVID 19; y la recesión económica se disparó colapsando al capitalismo.

 

La complejidad de esta nueva realidad mostro la interrelación con la civilización; porque el impacto ha sido profundo, y será duradero para las sociedades y para varias generaciones; porque estos dos hechos, pandemia y recesión, se ensamblaron modificando sustancialmente nuestras vidas  en aras de la sobrevivencia. La vulnerabilidad humana quedo expuesta ante esta realidad de la pandemia y también mostro la respuesta humana  para adaptarse buscando restablecer orden y sentido en su entorno; porque toda la cotidianidad, nuestros hábitos, nuestras rutinas entraron en crisis. 

 

El Mundo cambió radicalmente y nada volverá a ser igual. La humanidad ha vivido un hecho histórico inédito.

 

El panorama mundial, es claro,  una crisis política generalizada. Todos los socialdemócratas, todos los anticapitalistas, todos los partidos de izquierda y derecha; y todos los actores sociales y el poder mismo enfrentaron una crisis ante una realidad mundial y nacional compleja; y para la cual no tenían respuesta, ni el poder, ni la política. El Mundo entro en una profunda recomposición, capitalista, social, política y económica, ante el tamaño de los retos y de las urgencias inaplazables. 

 

El mundo fue descubriendo, que oleada tras oleada, la pandemia y la recesión nos pusieron en una situación límite por los altos niveles de mortandad y la expansiva crisis económica con su reguero de empresas y desempleo galopante; sociedades y gobiernos fueron descubriendo la dimensión de esta compleja realidad, al mismo tiempo mostrando la fragilidad humana; y la modernidad contemporánea de la sociedad capitalista mostro sus mitos y sus límites, su fracaso como proyecto civilizatorio frente a la profunda desigualdad social y la pobreza mundial. La incertidumbre mundial y cotidiana expreso los estados mentales por el confinamiento. La Ciencia dio respuesta sorprendente, tener la Vacuna en un tiempo record, en un año; y claro, se hizo presente el monopolio y la disputa de la competencia por tener la vacuna. Los Gobiernos echaron mano de lo que tenían al alcance para construir una respuesta a sus sociedades, frente a estas urgencias y complejidades. Muchos gobiernos se sacudieron de los esquemas para buscar la recuperación económica y tomar las medidas más creíbles para enfrentar la crisis de salud que la pandemia seguía ahondando.

 

Lo sorprendente es que la primera economía mundial, cabeza de la Geopolítica Hegemónica, Norteamérica está de RETORNO, en escenario mundial, así lo expresa el nuevo Presidente norteamericano JOE BIDEN; y lo hace enfrentando la peor pandemia en un siglo, la peor crisis económica desde la gran depresión de 1929 y el peor ataque a la democracia estadounidense desde la guerra civil; y se levanta del desastre que Donald Trump generó y encara el principal asunto de política interna. La pandemia.

 

Frente al asunto crucial de la pandemia Joe Biden desplego un vacunación masiva, y en sus primeros 100 días de gobierno vacunó a la mitad de todos los adultos en solo 100 días con más de 200 millones de dosis; los estadounidenses están siendo completamente vacunados, habiendo recibido las dos dosis de los sueros de Pfizer o Moderna o la mono dosis de la vacuna de Johnson & Johnson; así es como los adultos mayores de 65 años están siendo vacunados, un porcentaje que era del 8% cuando tomó posesión, y el presidente ha recordado que es ese el sector de población que ha sufrido la mayor mortalidad por el coronavirus y el próximo primero de mayo 2021 todos los adultos del país sean elegibles para recibir la inmunización; y comunicó que Estados Unidos se volverá un “arsenal” de vacunas para el resto del mundo. En este contexto Biden ha pedido los estadounidenses “tiempo” y que mantengan medidas de protección como lavarse frecuentemente las manos, mantener distancia de seguridad, llevar mascarilla según las recomendaciones de los CDC y vacunarse.

 

Es así, como el  nuevo Presidente Joe Biden está dando sus primeros pasos y anuncia un radical giro en la política INTERNACIONAL asumiendo su liderazgo mundial, firma y ratifica el Acuerdo de Paris, porque el Cambio Climático requería con urgencia un liderato.  Joe Biden anuncia el retiro de sus tropas de Afganistán, encara y reconoce el genocidio armenio y afirma que ira a la raíz del asunto central de los migrantes en Centro América con un plan integral; sin embargo estalla el Medio Oriente y lo sorprende con la escalada de bombardeos de Israel sobre el pueblo palestino y ha preferido apoyar a Israel pretendiendo ignorar la dimensión de los ataques bélicos sobre los palestinos.

 

Sin embargo, salta la pregunta ¿Joe Biden será un Presidente injerencista que puede dar Golpes de Estado en América Latina?

 

Joe Biden, tiene prisa, va más allá,  comunica un cambio radical en la política INTERNA, su Gobierno se compromete por un nuevo y radical patrón de desarrollo fundado en una Economía Verde.

 

La poderosa economía norteamericana está hecha un desastre sacudida por la profunda crisis recesiva y la pandemia, Y frente a este panorama el Presidente Norteamericano  anuncia un cambio de Régimen; y le abre paso al retorno del Estado y avanza sobre los escombros del neoliberalismo, rompiendo el paradigma del mercado y colocando 5 billones de dólares para apoyos directos (1.9 billones) a los estadounidenses y tres billones para infraestructura, aumente el salario e impone impuesto a los más ricos, lanza un plan millonario de ayuda directa a la familia; la masa de estos hechos son una colisión para sacar del profundo estancamiento a Estados Unidos que ha estado hundido por décadas y su efecto en la recuperación económica, social será profundo y por muchas décadas para la Unión Americana. Las señales son claras con el ascenso del empleo, la reactivación del mercado interno y la recuperación general de la economía.

 

El Presidente norteamericano pone en pie a la primera economía mundial mostrando así la nueva GEOPOLÍTICA ECONÓMICA VERDE frente al escenario mundial, deja atrás el viejo patrón de desarrollo neoliberal asentado en el mercado y en la energía de los combustibles fósiles que emiten el CO2 con su gas efecto invernadero. Frente al mundo EU asume el compromiso de que reducirá el 50% de los gases efecto invernadero en la siguiente década.

 

Sin duda, son trascendentales de estos cambios en Estados Unidos y sus consecuencias son mundiales porque, cuando hablamos de crecimiento y desarrollo de las fuerzas productivas (sea petróleo, gas, electricidad y energía en general) hablamos de capitalismo, y en la actualidad, estamos en presencia de las nuevas condiciones capitalistas mundiales del Siglo XXI del año 2021 producto de cuatro ciclos de acumulación, reestructuración y recomposición capitalista y cuyas condiciones, efectos, procesos, tendencias conforman el piso que sostiene al nuevo Presidente Norteamericano Joe Biden y son la realidad de un pujante capitalismo; y que pretende ser CAPITALISMO VERDE. Imposible ignorar que el Proyecto de Biden enfrenta serios obstáculos con los republicanos; y que el asunto de los inmigrantes, es mucho más, que una simple “papa caliente” porque está en el centro de su Política Exterior.

 

Estos procesos capitalistas han quedado enlazados por los cuatro ciclos de acumulación capitalista: el primero que va de 1945 a 1975, el segundo que va de 1975 a 2016, el tercer ciclo de 2016 a finales del 2019 del periodo de Donald Trump y el cuarto ciclo del 2020. El año 2020 se desplomo el capitalismo por el tremendo  impacto de la recesión y la pandemia y ese mismo año 2020 el capitalismo entro en una nueva y acelerada recomposición y ahora esta realidad capitalista es el piso económico de Joe Biden.

 

El epicentro de estos escenarios de la recomposición capitalista de los cuatro ciclos, se han desarrollado en la Unión Americana, la primera economía mundial asiento de la  Geopolítica Hegemónica mundial a donde se están dado cita los procesos de relocalización, concentración y centralización capitalista.

 

El capitalismo no se suicida, y hoy está de regreso, con la pujante recomposición capitalista cuyas señales están por todo el planeta y concentradas en Estados Unidos, con el actual Presidente norteamericano que encabeza a las fuerzas económicas de la recomposición capitalista a escala mundial.

 

Joe Biden es la figura, que solo parece ser un político burócrata, lo cierto es el rostro del nuevo capitalismo que está sacudiendo al mundo con el nuevo ciclo de la recomposición capitalista que se abre paso sobre los escombros del neoliberalismo, de la energía de los combustibles fósiles, del mito del mercado, el retorno del Estado del fin de la Globalización neoliberal sustento de lo modernidad política de la oligarquía y la elite política que ha generado una polarización social en el planeta, arrojando millones a la desigualdad y la pobreza y avanza abriéndose paso con el nuevo patrón de desarrollo “la economía verde”.

 

El retorno de Estados Unidos al escenario mundial lo hace con su Geopolítica Hegemónica Mundial arrastrando a Europa que ya se está poniendo las pilas y claro, estos hechos impactaran a México como primer socio comercial por el Tec-Mex, las exportaciones, las remesas, la migración, el turismo, la inversión, el destino de los flujos de migrantes mexicanos, empresarios y regiones que terminan dependiendo de las decisiones de Washington; y su efecto es que impulsará el crecimiento que se reflejara en el PIB mexicano.

EN ESTE CONTEXTO HISTÓRICO

MÉXICO ASUME PLENAMENTE SU SOBERANÍA

Dando pasos firmes para transitar hacia un nuevo régimen; y lo hace en este momento y en esta coyuntura histórica.

Este tránsito de Régimen México lo hace, sabiendo que ahora en el siglo XXI del año 2021, las contradicciones internas y las externas están ensambladas en el mundo de la globalización y la presencia del capitalismo neoliberal, y su relación con el capital de los grandes empresarios nacionales y en la forma del tratado Tec-Mex, las inversiones norteamericanas, las relaciones comerciales importaciones y exportaciones mostrando a México dependiente; haciéndose presente la Geopolítica Hegemónica, con la primera economía mundial de EU.

 

AMLO tiene claro la transición energética, sustentada en una soberanía energética y sabe que las reservas mundiales de petróleo estarán resolviendo necesidades de la población mundial todavía, porque el ocaso del petróleo no está “a la vuelta de la esquina” porque las cifras indican que en todo el mundo se consumirán 99.5 millones de barriles de petróleo al día para 2045; esto implica y presupone que será larga la transición energética; y sostiene que la industria petrolera servirá para que las economías en el mundo se desarrollen; y México ha destinado con los inversores privados cuarenta y nueve mil millones de dólares para extraer y producir petróleo y sentando bases para  una transición energética conveniente dando paso a dejar de vender petróleo crudo para comprar gasolinas, modernizar las hidroeléctricas y hacer que aterrice en Centroamérica el programa Sembrando Vida.

 

Sin duda, para una transición energética soberana es importante el cambio de Régimen; y por ello la Ley de Hidrocarburos y la ley de la industria eléctrica materializan el imperativo del fortalecimiento de las empresas estatales de energía Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE) como garantes de la seguridad. Se materializa la Soberanía energética palanca del desarrollo nacional detonantes de un efecto multiplicador en el sector privado y del crecimiento y el desarrollo general. Estas Reformas Constitucionales son un hecho sin precedente, porque se revierte la Reforma Energética con que el gobierno de Enrique Peña Nieto –acompañado por los partidos comparsas del Pacto por México– consumó el desmantelamiento de la industria nacional y la entrega de este sector estratégico a la rapiña de las empresas privadas.

 

El objetivo central es transitar hacia un nuevo régimen  con la llegada a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador porque este objetivo es fundamental, porque representa un PARTEAGUAS histórico, no solo como un antes y un después; es radical la diferencia de este Presidente AMLO, y no solo frente a los seis gobiernos neoliberales (1980 a 2012), la diferencia es también radical frente a todos los presidentes que sucedieron a la Presidencia del Gral. Lázaro Cárdenas del Rio (1934-1940) de Ávila Camacho hasta Miguel de la Madrid Hurtado; porque AMLO es un Presidente de Izquierda Radical que ha polarizado a la sociedad y a toda la izquierda realmente existente en 2018.

 

El tránsito hacia un nuevo régimen es un asunto central para la Nación y por ello, nos incube a todas y todos los mexicanos, se trata de la construcción de la Republica; y porque ha generado un amplio espectro de oposición hacia AMLO. El panorama de la oposición resulta claro. El tsunami de la elección presidencial del 2018 pulverizó a la oposición y el terremoto político puso en crisis la identidad política de la oposición; y aun, ahora 2021 no ha podido construir una poderosa fuerza política, navega en un mar de indefiniciones, carece de liderazgo y de un discurso político de horizonte que le permita ser un verdadero actor político de oposición. Aun así, la oposición en la intermedia 2021 y hacia la sucesión presidencial 2024 se expresará a través de  diez partidos en forma de alianzas, coaliciones y acuerdos: Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento Ciudadano (MC), Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido Encuentro Solidario (PES), Fuerza Social por México (FSM) y Redes Sociales Progresistas (RSP); y AMLO trae a varios de estos partidos como aliados.

 

AMLO trae otra oposición, en la izquierda que se asume moderna, liberal, reformista y democrática; y que se reconoce socialdemócrata y está en franca oposición a AMLO; también en oposición a AMLO esta toda la izquierda en resistencia anticapitalista que encabeza el EZLN y los colectivos de “la hora de los pueblos ; y un amplio espectro del feminismo; y de mujeres y hombres de izquierda sin militar en un partido, y no se identifican con AMLO; y también en oposición, un segmento social identificado con el modelo neoliberal y que de manera directa e indirecta ha sido afectada económicamente; y además no le gusta un gobernante de izquierda radical que este cambiando el RÉGIMEN que tubo vigencia por varias décadas en México; y además porque ven que es un GOBIERNO destructor.

 

AMLO, trae muchos aliados, entre esos están los de las izquierdas que apoyan a la 4T, y sin bajar sus banderas; están esas izquierdas están dispersas ideológicamente y físicamente por todo el país mujeres y hombres que se asumen comunistas y socialistas. Un conglomerado de decenas y hasta miles de militantes, agrupados en un mar de organizaciones: la federación Unidad Comunista formada por: el Movimiento Comunista Mexicano, el Partido de los Comunistas Mexicanos, el Partido Popular Socialista de México y el Frente de Izquierda Revolucionario; y un segmento de estas izquierdas, Movimiento de Unidad Socialista, se asumen como aliados de AMLO y la 4T. En todo este océano de las izquierdas, es el Movimiento Comunista Mexicano (ex-PCM) el que se asume como la mayor organización y del mayor número de militantes, no tiene un padrón de sus agrupados; y esta organización MCM, conjuntaron esfuerzos unitarios con: el Partido Popular Socialista de México y con el Frente de Izquierda Revolucionario para impulsar a la 4T con una gama de acciones y sus objetivos históricos por el socialismo y el comunismo, con presencia regional y con alcance nacional. AMLO, sigue sobresaliendo, aun con toda esa oposición, sigue teniendo una alta aprobación.

 

En el escenario campea un escepticismo sobre lo que puede hacer AMLO; no perciben el gran momento y la extraordinaria coyuntura mundial que abrió la pandemia y la recesión para un cambio de régimen y para un cambio en el patrón de desarrollo,  condiciones para el retorno del Estado, porque con el tamaño de la crisis, “el Dios Mercado” no puede hacer absolutamente nada. El neoliberalismo perdió la magia del mercado por los excesos de los 36 años de los seis sexenios en México y su galopante desigualdad y el reguero de crisis financieras que fue arrojando a lo largo de estas décadas, mientras la elite y la oligarquía seguía amasando fortunas.

 

 AMLO sabe que no hay tiempo, que el margen de maniobra es reducido y por ello avanza por el filo de la navaja ni mucha derecha, ni mucha izquierda, porque en esta lucha de clases, el Presidente busca el punto de equilibrio con el manejo de la correlación de las fuerzas externas e internas, para colocar en el centro las tareas del tránsito hacia un nuevo régimen con las Reformas Constitucionales.

 

AMLO tiene claro el rumbo, porque México en el Siglo XXI es un país capitalista y su crecimiento está determinado por por dos factores fundamentales uno de estos factores, es el papel de los capitalistas privados en el crecimiento  y el otro factor el más importante es su relación Geopolítica con la principal potencia  economía mundial que es EE.UU., porque el dinamismo de la economía estadounidense se expresa en el Tec-mex, en sus inversiones, remesas, exportaciones e importaciones, que determinan la estabilidad económica de México que es una economía dependiente de Norteamérica; este hecho muestra históricamente a la economía mexicana con muchos altibajos en su comportamiento, una evolución cuya trayectoria son caídas del PIB y vuelta a subir; pocos periodos de larga estabilidad.

 

Un dato: México, en el inicio de la recesión económica mundial y de la pandemia, tuvo en el 2020 la mayor caída 18.9 por ciento anual en el PIB de las últimas ocho décadas, (1940),  en el producto interno bruto (PIB). Año en que la economía mexicana entro en su mayor recesión de los últimos 80 años con un impacto de afectación generalizada hacia toda la población, agudizando la desigualdad social y la pobreza; con la crisis de las empresas, el disparo del desempleo, más del 50 por ciento de la población ocupada se encontró en pobreza laboral, y sin ingresos para poder adquirir alimentos en el contexto agudo de la ola de contagios y decesos.

  

No hay ninguna duda. La tarea fundamental es transitar hacia un nuevo régimen en México y dejar atrás “al viejo régimen” que golpeo a este país relativamente atrasado inserto en la Globalización Económica Neoliberal Capitalista  y que lo gobernó una mafia corrupta compuesta por la elite política y la oligarquía que asumieron como botín la Presidencia simulando el estado de derecho y ahondando la pobreza y la desigualdad; y por ello hay que y avanzar hacia un régimen radicalmente diferente que sea producto de las grandes transformaciones anticapitalistas de la Cuarta Transformación (4T) que AMLO está llevando cabo de manera pacífica y democrática; y lo está realizando en un ambiente complejo por la pandemia y la recesión económica; y estas transformaciones serán igual de profundas como las tres transformaciones históricas: La Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana.

 

Las transformaciones de la 4T parten del reconocimiento de la evolución histórica de la sociedad mexicana a lo largo del Siglo XX, evolución hacia una moderna sociedad por el ascendente crecimiento demográfico, más población urbana, con educación, más trabajadores y más obreros y más campesinos que fueron dando cuerpo a una sociedad más compleja porque sus habitantes tienen mayores exigencias, de libertad, educación, salud, sociales, laborales, de derechos humanos; y crecientes demandas de participación social, política y de democracia; una sociedad combativa que buscó abrirse paso en una sociedad conservadora, cerrada sometida y dominada por el Estado Autoritario y su partido hegemónico  el PRI, a lo largo de varias décadas.

 

Esta evolución y transformación de la sociedad se fue expresando porque el cardenismo sentó las bases materiales de la moderna sociedad urbana y las clases medias hicieron presencia, las reformas propiciaron crecimiento y desarrollo, en el contexto de la ola “dorada” del capitalismo de la posguerra (1945-1970) y durante veinticinco años estas tendencias crearon el nuevo capitalismo mundial, “LOS MILAGROS ECONÓMICOS” que fueron el sustento material de la Revolución planetaria del 68 con sus 70 revueltas que se dieron en todo el mundo; en México se le llamó desarrollo estabilizador al “milagro mexicano”. Hubo progreso a lo largo de 25 años, el contraste, una sociedad estrecha conservadora que fue revelando la urgencia de un profundo cambio social porque la sociedad seguía siendo sometida por el Estado Autoritario.

 

La democracia en México es muy joven, con apenas 36 años buscando desplegarse a lo largo de los seis sexenios neoliberales que simularon estado de derecho. No hay duda de que la democracia y la libertad política para una joven democracia como la mexicana, está llena de fuertes tensiones, producto del largo periodo del Estado Autoritario; y por ello, no hay claro consenso entre democracia y libertad política; porque no es el mismo significado para para las grandes mayorías sociales y otra para las élites de gran poder económico y las clases medias acomodadas. La 4T, con AMLO ha generado un cambio substancial, AMLO, ha logrado establecer un vínculo reciproco “con el pueblo” y el Estado, las mayorías sociales nunca habían experimentado, tener un poder para plantear sus reivindicaciones. Este hecho asusta la cúpula empresarial y las clases medias, porque ven en el empoderamiento popular el potencial reclamo de equidad, ese despertar de las mayorías sociales, lo ven como amenazas a sus derechos de propiedad. Es claro el desencuentro con las mayorías sociales, de lo que las elites entienden por eficacia democrática; porque para estos, la eficacia democrática está en las limitaciones, de lo que puede hacer el Gobierno; y AMLO está haciendo más de lo que debería; y experimentan el alejamiento del Gobierno están desplazados de su acostumbrada cercanía y vínculos recíprocos con el poder; porque el Gobierno está gobernando con criterios sociales y políticos; y a ese Modo de Gobernar lo llaman populismo clientelar; porque no le perdonan a AMLO las élites económicas, que se haya atrevido a coartar la influencia de sus poderosos emporios en el quehacer legislativo y en la administración pública de la que tanto se beneficiaron, en perjuicio de miles de otros empresarios y del crecimiento económico y del empleo en el país, al que califican como un desastre. El desencuentro es total, de esa democracia de elites; y la democracia que las mayorías sociales de la que se están apropiando. Una diferencia de criterios sobre la democracia y la democracia eficaz; y porque la gran mayoría de los empresarios han perdido los privilegios y acuerdos de corrupción con que se han hecho los grandes negocios; y desde luego les asusta el combate a la corrupción estructural; las elites que conforman la oligarquía financiera y comercial se quejan del ambiente polarizado porque la democracia de la que habla AMLO es una cercanía entre Estado y ciudadanos, mayorías sociales; por ello decimos que la democracia en México es muy joven con apenas 36 años y su construcción sigue formalmente el modelo liberal, representativo y constitucional, pero en la práctica, los partidos políticos no han cumplido su papel como representantes de los ciudadanos; han privilegiado una democracia electorera,  en vez de libertad política, quedamos forzados a acatar las decisiones que toman ellos mismos y las autoridades. No ha habido mecanismos por los que podamos participar en las decisiones del poder ni, llegado el caso, para sancionar sus malas prácticas. No hay duda, las transformaciones de la 4T en curso reconocen que en la sociedad mexicana aun predomina la corrupción, la impunidad, la injusticia, y toda una nefasta realidad que ahondaron todos los Gobiernos neoliberales. La transición a la democracia ha sido posible, porque el 68 fue el detonante de la democracia  y sus procesos son recientes, y se ha sobrevalorado los avances democráticos, cuando solo se ha dado una cascada de reformas electorales desde 1946, 1963, 1973, 1977, 1986, 1989, 1993, 1994, 1996 y la de 2007; un largo trayecto reformista que ya abarca 66 largos años 1946-2012. Lo real es que vivimos una democratización por aproximación sucesiva y por goteo, que ha mantenido la simulación democrática, porque los múltiples y diversos cambios no afectaron el control fundamental de la Sucesión Presidencial, ahí está para la historia de los fraudes electorales y el manejo faccioso que las Instituciones Electorales y que actuaron por orden Presidencial. 

 

En el horizonte de la 4T se reconoce que este auge y ascenso de la sociedad moderna democrática ha mostrado una y otra vez que la democracia se autodestruye y es destruida. Las transiciones democráticas poseen aún todas las condiciones de ser reversibles. La democracia más perfecta de los tiempos modernos (1919-1933) la República de Weimar, se autodestruyó haciendo brotar de sus entrañas al monstruo de Hitler implantando el fascismo y desencadenando la segunda guerra mundial; y lo mismo representó el ascenso de Mussolini en 1922 con la marcha sobre Roma avanzando sobre la destrucción de la democracia italiana. El ataque de las huestes de Trump al Capitolio patentiza, una vez más esta realidad.

 

Las reformas de la 4T reconocen el complejo entorno histórico por la diversidad de los factores en juego del escenario mundial; particularmente el retorno de la Geopolítica Hegemónica de la principal potencia y la primera economía mundial encabezada por el nuevo presidente Joe Biden. Un contexto en que el Presidente Andrés Manuel López Obrador está conduciendo el cambio de Régimen en México; y porque todos los experimentos que se dieron a escala mundial han fracasado en su intento por cambiar de régimen.

 

El primer intento de cambio de régimen de un país atrasado hacia el comunismo se dio en Rusia, con la revolución bolchevique de 1917. Este hecho significó que prácticamente todo el Siglo XX (1917-1990) fue el Siglo del Régimen Comunista que enarbolo esencial y fundamentalmente Joseph Stalin (1879-1953) y que Gobernó con su totalitarismo, sus campos de concentración para aniquilar cualquier libertad y disidencia política en la URSS y lo hizo con el monopolio del poder y del monopolio de las fuerzas productivas. Stalin impuso su hegemonía y su modelo de Régimen, como paradigma a todos los partidos comunistas del planeta y permeo a los diversos actores sociales, como las llamadas izquierdas con la subcultura del dogmatismo, un marxismo de esquemas de manual y la intolerancia perversa, que veía en toda diferencia de pensamiento a espías imperialistas hecho que desato multitud de luchas internas entre comunistas, chinos, troskistas, anarquistas, cubanos postulando la lucha armada; y todos revelando la pobreza teórica en las llamadas izquierdas. 

 

Fue hasta fines del Siglo XX  del año 1990 cuando se hizo patente el fin de la Utopía Comunista con el rotundo fracaso y desaparición de la URSS.

 

De los escombros de la URSS a fines del Siglo XX, emergió la nueva realidad política que ha permeado a todo el mundo: la DISTOPÍA. No hay Utopía socialista o comunista, hay una crisis mundial de utopías. Lo que predomina es la realidad voraz del salvaje capitalismo globalizador neoliberal; y a su lado, el espectro político e ideológico diverso y múltiple de las izquierdas, de los anticapitalistas, de los socialdemócratas y de los anarquismos, navegando en una interminable crisis de identidad política y con una presencia mínima mayormente simbólica de un pasado histórico.

 

Muchos han sido los intentos políticos que pretenden un retorno a los fundamentalismos de todo tipo y color. No han prosperado.

 

En esta realidad DISTOPICA de fines del siglo XX y principios del siglo XXI navegan las izquierdas que buscan sacudirse su herencia estalinista y buscan dar fundamento a su pensamiento, al autodesignarse, demócratas, liberales, reformistas, ecologistas buscando ser, diferentes a los  anticapitalistas, y deslindándose del nefasto AMLO, como estos lo caracterizan. Calificaciones de todo tipo arrojadas al costal del populismo donde hay lugar para cualquier caracterización.

 

En México en el presente Siglo XXI (2018-2024) se abre paso el sexenio de AMLO que busca crear un nuevo régimen que se asume de izquierda blandiendo la bandera de la 4T y que se expresa como un discurso polisémico e irreductible, porque puede representar todo y nada. Y el Proyecto político de AMLO y la 4T  está encuadrado en la realidad  DISTOPICA; y por eso el Proyecto de AMLO puede ser nominado como progresista radical, como de centro izquierda, como un populista nacionalista de derecha, como un conservador estatista, como un nacionalista revolucionario y puede ser caracterizado como se quiera, y arrojarlo al costal populista donde todo cabe; porque se está desarrollando en el contexto histórico de la DISTOPÍA.

 

Frente a la Historia Contemporánea saltan a la vista los resultados de las revoluciones realmente existentes, haciendo evidente que “La teoría revolucionaria” que se generó hacia fines del Siglo XIX y principios del S.XX, fue pensada esencialmente para los países desarrollados por los clásicos: Karl Marx, Federico Engels, Rosa Luxemburgo, Lenin y Trotsky entre otros muchos; y no para los países atrasados que habían sido colonizados en Asia, África y America Latina.

 

Karl Marx, Federico Engels  establecieron las condiciones para que se pudiera hacer la “Revolución” en esos países desarrollados: Que el país tuviera una fuerte clase obrera (millones de obreros). Que la clase obrera tuviera gran capacidad para desarrollar una sólida conciencia revolucionaria. Que la clase obrera tuviera una gran capacidad organizativa para hacer la Revolución; y que esos países de alto desarrollo, garantizarían que la revolución podía asegurar que el Socialismo fuera “a cada quien según sus necesidades”; porque no se trata solo de la redistribución de la pobreza generalizada. Y tampoco de hacer la Revolución para “iniciar” la acumulación primera del capital (para el “arranque”). Porque lo que se pretendía  era “hacer un desarrollo propiamente humano”, sobre las bases del avance ya logrado por el capitalismo; y porque no bastaba con “abolir la miseria”; porque lo central era hacer creativa la abundancia, la que debería continuar adelante en beneficio de toda la sociedad. LA PROFECÍA de los clásicos del marxismo NO se cumplió. 

 

A la luz de la Historia Contemporánea los resultados de las revoluciones realmente existentes salta a la vista; y el Gobierno de Izquierda de AMLO, no puede ser más que la encarnación de un futuro imperfecto; porque el Gobierno de AMLO es un Gobierno de excepción histórica frente al panorama internacional del fracaso de casi todas las grandes transformaciones y/o Revoluciones que se intentaron en países atrasados de sociedades agrarias; y que enfrentaron enormes dificultades para su desarrollo y crecimiento; todos esos países en Asía, África, y América Latina que buscaron construir un proyecto socialista, de centroizquierda, o simplemente progresista han fracasado aun teniendo el monopolio del poder y el monopolio de las fuerzas productivas; sin solución económica a sus pueblos; y el resultado de estos gobiernos es que solo hacen gala del monopolio del poder expresándose como, sátrapas, dictadores, demagogos, déspotas, tiranos, autoritarios, autócratas, totalitarios  como fue el caso de la URSS que concluyo en un rotundo fracaso, hasta su total desaparición; y hoy el país de V.I. Lenin es el paraíso de las mafias con un gobernante autoritario. Los otros casos en el siglo XX son: Laos, Vietnam, Camboya, Cuba, Nicaragua, Venezuela, entre otros.

 

China es la paradoja histórica porque tiene el monopolio del poder político y tiene el monopolio de las fuerzas productivas; y es sin duda el caso sorprendente; porque se levantó desde una sociedad agraria atrasada y realizó la larga marcha del pueblo chino hacia el socialismo; y lo increíble, es que ha transitado de ese socialismo pobre hacia el capitalismo más salvaje y feroz, abriéndose hacia el modelo neoliberal de las grandes empresas trasnacionales las que aprovecharon la abundante mano de obra súper barata y se ha constituido como la segunda gran economía capitalista mundial guiada por un Régimen Comunista Autoritario que ha suprimido la libertad y la democracia y ha polarizado la desigualdad social, creando a una elite multimillonaria y ha sacado de la pobreza a 40 millones de chinos; en la actualidad China está en la disputa de la Cuarta Revolución Tecnológica. Y hoy en China crece minuto a minuto un malestar entre los millones de obreros y campesinos, el 2019 cerró con 3 millones de conflictos.  Lo sorprendente es que fue 1979 de la mano de Henry Kissinger que Chau Enlai hizo posible el paso a las reformas Neoliberales que hicieron la actual modernización capitalista de China.

 

La Historia Contemporánea muestra que en el camino hacia un Nuevo Régimen, muchos países que se asumieron tener un proyecto y pretendieron crear un nuevo modelo de crecimiento y desarrollo diferente teniendo el monopolio del poder y el monopolio de las fuerzas productivas, fracasaron; y en su intento quedaron ATRAPADOS Y SIN SALIDA; por múltiples razones no pudieron dar el salto hacia un crecimiento y desarrollo; y la mayoría de estos intentos se frustraron y solo expresan deformaciones, distorsiones, llenos de errores, contradicciones, improvisaciones, y solo han logrado concentrar el poder absoluto para imponer su proyecto, sometiendo, subordinando, e instalando un totalitarismo, un autoritarismo, una imposición que anulo la democracia; instalando a un dictador que siguió la gastada tradición de acusar a sus enemigos de colaborar con una potencia extranjera y hoy giran en la órbita de la Geopolítica Hegemónica Norteamericana.

 

En México estamos transitando hoy hacia un Nuevo Régimen Político. AMLO expreso desde el primer momento que asumió la Presidencia que es el Poder Político y no el Poder Económico el que marcará el rumbo del país y actualmente está sentando las bases, con el Nuevo Orden Jurídico en donde los tres poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial armonicen sus decisiones y objetivos con la 4T para la construcción del monopolio del poder y del monopolio de las fuerzas productivas prefigurando lo que puede ser un nuevo Modelo Económico asentado en un cambio del patrón de desarrollo que sea garante y perdurable de crecimiento y desarrollo en sus ejes, ramas y sectores productivos: servicios, agricultura e industria  radicalmente diferente al neoliberal que tuvo vigencia a lo largo 36 años durante seis sexenios; y por ello la batalla es tener el Congreso, Senado y Diputados con mayoría calificada para realizar las reformas constitucionales; que den luz verde al monopolio de las fuerzas productivas, hidrocarburo y electricidad, entre otras.

 

AMLO ha expresado claramente que el objetivo es tener una mayoría califica en el Congreso para realizar las Reformas Constitucionales que den certeza a la soberanía energética como palanca de crecimiento y desarrollo económico al país, no solo para su sexenio, que las reformas sean perdurables y den sustentabilidad a un Estado de Bienestar, que no sea pasajero, y que su consistencia se materialice en las ramas, los sectores económicos, agricultura, industria, servicios, generando empleo en localidades, zonas, regiones, municipios y estados. AMLO tiene claro, que alcanzar este objetivo con mayoría calificada en el Congreso, se está realizando en esta DEMOCRACIA IMPERFECTA, cuyos actores están banalizando el proceso electoral, las campañas, y en lugar de un discurso político coherente, discurren con un discurso de odio, con lenguaje estereotipado, sarcasmos y burlas; y se llega, hasta presentarse en un ataúd, buscando atraer la atención, una farsa; y todo este panorama lo apuntalan todos los partidos, en un contexto de ascendente violencia desde que arrancaron las campañas; de septiembre de 2019, y hasta abril de 2021, se registraron 169 incidentes de violencia política; en estos atentados, ha habido 210 víctimas de las cuales 143 fueron mortales.  La mayoría de los ataques ocurrió en municipios con menos de 100 mil habitantes, alejados de los centros urbanos y con poca presencia de elementos de seguridad; municipios en donde el crimen organizado se hace presente con su violencia. En esta DEMOCRACIA ELECTORERA, que se maneja bajo el principio de que el fin justifica los medios, y que ha ignorado a las grandes mayorías sociales, tratados como ciudadanos de segunda, provocando la venta del voto, arrojando migajas a los Ciudadanos Invisibilizados.

 

En este contexto de las elecciones de la Intermedia 2021 habrá una enorme participación electoral concurrirá más del 50 por ciento del padrón y MORENA sigue en el primer lugar de las preferencias electorales; y en el desenlace electoral, la señal es clara, todo indica que repite el 2018, NO gana la mayoría calificada, pero, si la obtiene posteriormente en negociaciones individualizadas, como lo hizo en el 2018. 

 

AMLO tiene claro que el tiempo y margen de maniobra es reducido;  y sabe que el capitalismo en México está integrado fundamentalmente por la presencia del capitalismo norteamericano, y los capitalistas mexicanos  y por ello el transito hacia un nuevo régimen ha polarizado a la sociedad, porque las contradicciones externas e internas están ensambladas y por ello hay una estela de conflictos en el Tec-Mex y con las Reformas Constitucionales en curso, electricidad y energía, petróleo, gas y otras, que vienen desatando contradicciones, de los capitalistas privados, nacionales y extranjeros, conflictos que pueden escalar hasta trazar escenarios acotados por las decisiones estratégicas de Washington bajo la amenaza de las presiones diplomáticas: cierre de frontera para importaciones y exportaciones, operaciones económicas para provocar devaluaciones monetarias haciendo caer el valor del peso mexicano, amenaza de deportaciones masivas y presiones de fuga de capitales de las empresas e inversionistas extranjeros; por ello, la injerencia golpista no está alejada y precisamente por estos potenciales escenario, asistimos a una fuerte resistencia de los empresarios con una visión catastrófica anunciando un desastre nacional, que suponen se producirá, porque hay acuerdos comerciales con Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea; y México se enfrentará a múltiples amparos y obstáculos legales. Su miopía no les permite visualizar que México irá a todos los paneles para desahogar las controversias, e incluso, negociar el monto de lo invertido, aun y cuando la deuda de México es muy abultada; pero, no hay duda que se incrementaran las tensiones; y por ello hay un debate nacional que nos involucra a todas las mexicanas y todos los mexicanos; porque, en el centro está la Soberanía de México y el cambio de Régimen y ello implica y presupone la realización de una LECTURA de los Regimenes por los que México atravesó; y por el que está atravesando. AMLO no está solo, está todo el pueblo de México.

 

La memoria histórica está presente. AMLO sabe que México ha sido considerado una país de leyes, como lo documento Octavio Paz: un país de leyes que no se aplican; y ahí está ese montón de leyes “durmiendo el sueño de los justos”.

 

 AMLO tiene claro, que hay que pasar de la teoría a la práctica y por eso está construyendo el monopolio del poder, para aterrizar la 4T. Las Reformas Constitucionales, sin duda, son fundamentales; pero las exigencias son mayores, aterrizar las Reformas Constitucionales, abre los escenarios de la resistencia del capital, contratos, inversionistas, estatismo, privatización nacionalización, pagos multimillonarios, negociaciones y fuertes presiones en puerta.

 

Hagamos la lectura de los Regimenes por los que México atravesó.  El régimen Porfirista y el régimen que broto con la Revolución Mexicana y las perspectivas del nuevo RÉGIMEN que el Presidente Andrés Manuel López Obrador encabeza.