Okey, no seamos lapidarios con Charles Bukowsky. Bukowsky fue un escritor que asumió también una postura de resistencia. Eso es lo que lo hace ser tan celebrado actualmente con documentales donde hablan de él gente como Bono el cantante de U2 ó Tom Waits, que comentan sus vivencias sobre Bukowsky. Lo que lo vuelve tan excitante a Bukowsky es que en los años sesenta y setenta, casi entrados los ochenta, Bukowsky era un escritor que se tomaba todo el alcohol, se acostaba con varias mujeres y escribía y escribía en un tono maldito exagerando su propia figura y.... ¿Y? Nada lo detenía, quisieron acosarlo o caricaturizarlo en la película BARFLY con otros actores como alguien peleonero de cantinas que escuchaba música clásica, y ya. Lo que nunca pudieron expresar fue su fuerza verbal, que era, simplemente, lo que lo mantenía con vida, y fue longevo, vivió hasta ochenta y tantos años, y pues aunque su literatura es regular o poco excitante al paso de mis propios años como lector, en donde ahora pienso que el camino está con gente como George Steiner, que es un todólogo que lo mismo escribía sobre Martin Heidegger para de una vez acabar con el tema de Heidegger, o por cierto su monumental texto que lo tengo: La muerte de la tragedia.