domingo, 26 de agosto de 2007

PROSA DE LA IMAGEN

He decidido que la poesía no es tan importante. Importante es una palabra que se abre y se cierra como una mano que toca una pared que sólo responde que lo importante es importante y punto. No hay nada qué decir. En cambio, la poesía, quitándonos del rango etimológico es simplemente una palabra que abre una cortina y muestra un cuerno de rinoceronte blanco como sólo los hay en África; abro la palabra poesía y empiezo a ver ese rinoceronte caminando, luego, se detiene, arriba se ve que viene una tormenta y las aves vuelan, como sólo vuelan las aves de la poesía, es decir, no son aves, son pararrayos que detienen la palabra y su significado que viene arrastrado por esa tormenta que indica que las aves se deben de ir y el pararrayos está ahí para que la musa que me inspiró decir que la poesía no era importante no se vaya. Pero volvamos con el rinoceronte, si nos acercamos podemos verlo parpadear de un solo ojo, pues en rigor científico (que no por otra parte no es un rigor tan alejado del poético como la gente que ha pensado que la poesía no es importante suele creer), ese ojo entonces, está casi a 180 grados del otro, y el rinoceronte, después de alzar la cabeza y ver que se viene una tormenta (o como traducen a las películas gringas diríamos como si éste poema fuera una película, diríamos que “se avecina una tormenta”). Entonces la palabra importante cobra fuerza en el instinto del rinoceronte y sabe que tiene qué correr, aunque no sabe a dónde o para qué, pero él lo siente. Recordemos que las aves ya se fueron y que se espera que haya un pararrayos cerca del ángulo donde vemos al rinoceronte para que éste se apure. ¿Pero para qué? Podría preguntarse con toda su grandeza e invencibilidad de bestia salvaje en África éste rinoceronte, ya que él sabe que en la selva africana ni los leones se le acercan para molestarlo. Molestar. Ésa palabra parece que produce la poesía en quien no la entiende, ese tipo de gente desea que el que habla del poema y/o el que lo lee, termine rápido porque si un poema es leído en una presentación de poetas en una ciudad de un país como México, probablemente al final del evento llueva. ¿Por qué? ¿Será por la poesía? ¿Será por el misterio que rodea la vida humana? ¿Será porque en rigor científico tiene qué llover y san se acabó? El caso es que es frecuente, por lo menos en la ciudad de México, que después de una lectura de poesía se ponga a llover y con la lluvia la gente sale después de la lectura y de haber sentido que es bueno salir y darse un rol a escuchar a los poetas y… ¿Cómo puede ser? Se pone a llover. Es que en verano hay muchas lecturas de poesía, pero en otoño también y suele ser la época en que se pone a llover. A veces con una fuerza tal que sale en los periódicos del día siguiente que esa fuerza de tormenta derribó un árbol y cayó sobre un coche o el sistema de drenaje no pudo más y en alguna parte de la ciudad hay inundaciones, por tanto, la gente se preocupa y comenta. Mientras que la poesía, la muy inocente y la muy que no sirve para nada, pasó, como pasa todo poema por el tiempo pero, como es un poema que está atorado en un papel, regresa en las manos de la novia del poeta que leyó en esa presentación del su novio el poeta y la mujer, esa noche o la noche siguiente le dice al poeta: “tu poema que leíste está muy bueno, en el momento no presté atención, pero ya si lo leo con detenimiento, no sé por qué, pero me gusta”. Ahí el poeta está obligado a hablar de su poema y no de la lluvia y por eso suele decirse que los poetas habitan otra dimensión de la realidad porque el poeta sale a la calle a comprar cigarros y sólo dice: “pinche lluvia” y regresa y hace el amor con su novia y ponen música quizá de Fito Páez o de Óscar Chavez y luego prenden un cigarro y se olvidan de la lluvia y se miran. Mirarse. Una palabra que parece no ser tan importante como la primera palabra que dijimos categóricamente en este poema, la palabra importante, porque la palabra importante es muy importante porque después de decirla llega como un silencio que nos recuerda lo que es importante y lo que no lo es tanto o lo que se puede dejar para mañana. Pero ahí sigue la lluvia que es una barbaridad y el departamento de policía apresura el tráfico y desvía su fluido porque el dichoso aguacero ya le dio en la torre al sistema de drenaje y todos, todos, los automovilistas y los policías y los peatones tienen qué apurarse, y nadie dudaría en un momento así que eso es importante, pero el poeta piensa en Óscar Chavez con su novia al lado y se imagina tal vez que el anuncio de su lectura será noticia el día de mañana pero, obviamente, la noticia comentada será la de la lluvia y todo el mundo dirá “pinche lluvia”, como el poeta cuando salió a comprar cigarros. Cigarros, esa palabrita tan olor a adolescencia siempre se esfuma, como la propia adolescencia, que si puede o no ser importante es decisión de cada quien. Paul Nizan, el poeta, dijo que en esa época todo, en realidad todo amenaza con destruirnos: a un adolescente esta declaración puede ser crucial para decidir si prueba por primera vez la cocaína por ejemplo, y nadie dudaría que el adolescente que prueba por primera vez la cocaína o no la prueba, pasará a través de una decisión muy importante. Pero la primera palabra que dijimos como sustantivo en este texto, o sea la poesía, tal parece que no es importante, o por lo menos el poeta que escribe éste poema llegó a esa conclusión, incluso ese poeta ya apagó su cigarro desde que hablábamos de rinoceronte y ha recibido dos llamadas telefónicas que no servían de nada; números equivocados, eso, sin duda, no es importante, pero cómo fastidia. Al igual que el que no entiende la poesía se fastidia cuando el poeta lee sus versos en público, como por ejemplo el poeta que en este texto mira a su novia y le dice: te amo tanto, te amo tantísimo, y el poeta, como por ser poeta siente la obligación de estar apasionado de por vida, claro, lo sentirá sólo si de verdad es poeta, no un leguleyo, pero tomemos por cierto que ese es un poeta verdadero. Entonces, comenzará a besar el brazo desnudo de su novia, apagará el cigarro porque sabe que a la novia le choca el olor a cigarro, tomará un trago de agua y luego verterá un poco de agua lentamente sobre el ombligo desnudo de la novia, mientras afuera llueve y el tráfico es un desorden y mientras tanto, el rinoceronte sentirá deseos de correr y correrá. ¿Cómo lo veremos corriendo al rinoceronte? Si éste es un poema guión película, entonces tendremos que verlo con majestuosidad, como si fuera el mismo rinoceronte de la barca que sale en un cartel muy famoso que anuncia una película de Fellini, ese director de cine que sin duda, ha hecho del cine un gran entretenimiento y ha elevado al séptimo arte, como según suele decirse de éste, a una calidad asombrosa que pone de manifiesto que lo mejor y lo peor de los seres humanos, lo vemos en las pantallas del cine. Esto, sin duda, es importante, pero es importante para un sector de la población, no para todo, en primera, porque en nuestros tiempos ir al cine cuesta caro, además de que es raro ver una película de Fellini en la cartelera de los periódicos es más raro todavía y no toda la gente puede ir al cine porque el cine es sólo para ciertas clases sociales que pueden darse ese lujo. Lujo es una palabra que tampoco suena importante, pero caray ¡habrá que preguntárselo a gente como Madonna o Carlos Slim a ver que piensan del lujo! Argumento que entreabre las palabras o los órdenes de ideas de lo relativo, todo es relativo, suele pensar el sentido común, es decir, todo es importante o no importante respecto a qué otra cosa, concepto o acción. Regularmente, el sentido común en este momento empieza a filosofar y aunque no lo parezca, la filosofía, o por lo menos lo cree éste poeta que dice que la poesía no es tan importante, está convencido de que la filosofía es muy importante, porque educa y enseña a pensar, ¿pero la poesía? Vuela sola por el mundo y entonces entra la imaginación para volver a ver al rinoceronte que corre escapando de la lluvia y ése rinoceronte sabe que no escapará, pero en realidad, de lo que se las olía éste rinoceronte, es de que unos seres humanos lo andaban persiguiendo para cortarle el cuerno blanco que tiene como dijimos al principio, y por ese cuerno blanco lo van a matar, ya se sabe que así es el hombre, o por lo menos así lo entendemos cuando vemos la televisión y con indignación pensamos a qué clase de raza pertenecemos que le hacemos eso a los pobres rinocerontes. ¿Pero la poesía? Ahora es un poco más significativa la pregunta sobre su importancia o sobre su no importancia, porque ya vimos al poeta y su novia, al tráfico y al rinoceronte y las aves poéticas que tienen un pararrayos por ahí para ver qué tan cierto es que la poesía no es importante. A lo mejor este poeta que escribe su poema, podría pensarse, llegó a esa conclusión porque la poesía le estaba echando a perder la vida o quizá más psicoanalíticos, como todos los psicoanalistas que se sienten que sus pacientes son poetas porque dicen por medio de palabras su dolor y eso, para algunos psicoanalistas, es poesía, pero, ¿eso es poesía? Yo creo, el yo que escribe y el yo poeta y el yo que se me ocurrió decir que la filosofía sí es muy importante porque enseña a pensar, estamos seguros que por lo menos, hablar ante un psicoanalista no es poesía. Ahora entrevemos la reflexión de qué es o qué será la poesía, pero para eso hay muchos libros escritos sobre poesía y éste poeta tiene uno publicado en el que quiso decir qué era la poesía, según él, arrancándose las entrañas. ¿Pero pasó algo? No, no pasó mucho, el libro fue presentado un día que fue el día que se cayeron las Torres gemelas de Nueva York, fue poca gente a la presentación de dicho libro porque toda la gente estaba viendo en televisión qué había pasado y éste poeta que escribe, se siente tentado a escribir que su poesía es tan fuerte que se alza contra la barbarie de los actos terroristas y sobre terrorismo o no terrorismo, la gente no dudará en calificar que políticas buenas o malas o políticas como las que sean, complejas o chaparras, el terrorismo es un tema de actualidad, es decir importante, por tanto. Pero la poesía se viene haciendo desde hace cerca de más de 2500 años cuando apareció el libro del Gilgamesh, que es el primer poema de la humanidad, simplemente. ¿Eso será importante? Aquí el poeta que escribe este poema tuvo que dar un trago de su refresco porque él, por lo menos, cree que el tema da para mucho y para hablar largo y tendido y atisbar, poco a poco, lentamente, con pesar, porque éstos son sin duda tiempos amargos, que la poesía sí es importante y que la frase categórica de que la poesía no era tan importante, ya no se sostiene, es decir, este texto ya no se sostiene, como dicen los maestros de literatura o los coordinadores de talleres literarios, lo único que quedó de éste texto fueron unas aves que se fueron poéticamente, un rinoceronte corriendo de unos humanos y algunas cosillas más, pero lo que sí se sostiene es la lectura que dio ese poeta que no conocemos ni a su novia y la lluvia primorosa, que al día siguiente, serán noticia y alguien morirá y alguien nacerá, pero alguien, sabrá la importancia de la lluvia y de la poesía.

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