Vistes de pantalón y blusa blanca,
Te veo sentada,
Murmurándome cosas a la distancia.
En algunas ocasiones, un fin de semana
por ejemplo.
Quizá después de una comida en el centro
de la ciudad.
Caminando con un agua de Jamaica en la
mano
Comienzo a sentirte porque finalmente es
inevitable.
Comienzan a correr entre nosotros
Las paletas de limón y la música
De Lacrimosa o So far away so close y
poco a poco nos vamos
Saludando: tú con tu identidad en mi
conciencia,
Y mi conciencia llena de tus ojos; de
una
Forma tan brutal y tan
Forma tan brutal y tan
Hermosa que parece una despedida en
medio del gentío,
Cuando todo comenzaría a reagruparse
bello como
Cuando el Sol se pone.
Y así en la calle, con tu fuerza
Y tu energía te siento preguntándome
cosas, es curioso ¿sabes?
Es como si lo entendiera todo o tal vez
nada: Alegría pura y
El milagro ocurre, y así es porque tu voz
y tus ojos van
Habitándome por completo.
Buscando ciertos elementos en mi
pensamiento,
Tratando de encontrar el fondo de mi ser
Y entre la gente voy con el agua de
Jamaica y tú
A 400 kilómetros de distancia…
Hacemos un duelo de espadas, y ya no sé
si la fruta es naranja
O tal vez fresa, porque he vivido estos
años con tanta guerra,
Que parece que entiendo que tu algún día
o quizá yo, te pida
De rodillas que veas televisión, en vez de matrimonio.
POR MARCOS GARCÍA CABALLERO OCTUBRE 2016
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