He decidido que la poesía no es tan
importante.
Importante es una palabra que se abre
y se cierra como una mano que toca una pared que sólo responde que lo
importante es importante y punto. No hay nada qué decir. En cambio, la poesía,
quitándonos del rango etimológico es simplemente una palabra que abre una
cortina y muestra un cuerno de rinoceronte blanco como sólo los hay en África;
abro la palabra poesía y empiezo a ver ese rinoceronte caminando, luego, se
detiene, arriba se ve que viene una tormenta y las aves vuelan, como sólo
vuelan las aves de la poesía, es decir, no son aves, son pararrayos que
detienen la palabra y su significado que viene arrastrado por esa tormenta que
indica que las aves se deben de ir y el pararrayos está ahí para que la musa
que me inspiró decir que la poesía no era importante no se vaya. Pero volvamos
con el rinoceronte, si nos acercamos podemos verlo parpadear de un solo ojo,
pues en rigor científico (que no por otra parte no es un rigor tan alejado del
poético como la gente que ha pensado que la poesía no es importante suele
creer), ese ojo entonces, está casi a 180 grados del otro, y el rinoceronte,
después de alzar la cabeza y ver que se viene una tormenta (o como traducen a
las películas gringas diríamos como si éste poema fuera una película, diríamos
que “se avecina una tormenta”). Entonces la palabra importante cobra fuerza en
el instinto del rinoceronte y sabe que tiene qué correr, aunque no sabe a dónde
o para qué, pero él lo siente. Recordemos que las aves ya se fueron y que se
espera que haya un pararrayos cerca del ángulo donde vemos al rinoceronte para
que éste se apure. ¿Pero para qué? Podría preguntarse con toda su grandeza e
invencibilidad de bestia salvaje en África éste rinoceronte, ya que él sabe que
en la selva africana ni los leones se le acercan para molestarlo. Molestar. Ésa
palabra parece que produce la poesía en quien no la entiende, ese tipo de gente
desea que el que habla del poema y/o el que lo lee, termine rápido porque si un
poema es leído en una presentación de poetas en una ciudad de un país como
México, probablemente al final del evento llueva. ¿Por qué? ¿Será por la
poesía? ¿Será por el misterio que rodea la vida humana? ¿Será porque en rigor
científico tiene qué llover y san se acabó? El caso es que es frecuente, por lo
menos en la ciudad de México, que después de una lectura de poesía se ponga a
llover y con la lluvia la gente sale después de la lectura y de haber sentido
que es bueno salir y darse un rol a escuchar a los poetas y… ¿Cómo puede ser?
Se pone a llover. Es que en verano hay muchas
lecturas de poesía, pero en otoño también y suele ser la época en que se
pone a llover. A veces con una fuerza
tal que sale en los periódicos del día siguiente que esa fuerza de tormenta
derribó un árbol y cayó sobre un coche o el sistema de drenaje no pudo más y en
alguna parte de la ciudad hay inundaciones, por tanto, la gente se preocupa y
comenta. Mientras que la poesía, la muy inocente y la muy que no sirve para
nada, pasó, como pasa todo poema por el tiempo pero, como es un poema que está
atorado en un papel, regresa en las manos de la novia del poeta que leyó en esa
presentación del su novio el poeta y la mujer, esa noche o la noche siguiente
le dice al poeta: “tu poema que leíste está muy bueno, en el momento no presté
atención, pero ya si lo leo con detenimiento, no sé por qué, pero me gusta”.
Ahí el poeta está obligado a hablar de su poema y no de la lluvia y por eso
suele decirse que los poetas habitan otra dimensión de la realidad porque el
poeta sale a la calle a comprar cigarros y sólo dice: “pinche lluvia” y regresa
y hace el amor con su novia y ponen
música quizá de Fito Páez o de Óscar Chavez y luego prenden un cigarro y
se olvidan de la lluvia y se miran. Mirarse. Una palabra que parece no ser tan
importante como la primera palabra que dijimos categóricamente en este poema,
la palabra importante, porque la palabra importante es muy importante porque
después de decirla llega como un silencio que nos recuerda lo que es importante
y lo que no lo es tanto o lo que se puede dejar para mañana. Pero ahí sigue la
lluvia que es una barbaridad y el departamento de policía apresura el tráfico y
desvía su fluido porque el dichoso aguacero ya le dio en la torre al sistema de
drenaje y todos, todos, los automovilistas y los policías y los peatones tienen
qué apurarse, y nadie dudaría en un momento así que eso es importante, pero el
poeta piensa en Óscar Chavez con su novia al lado y se imagina tal vez que el
anuncio de su lectura será noticia el día de mañana pero, obviamente, la
noticia comentada será la de la lluvia y todo el mundo dirá “pinche lluvia”,
como el poeta cuando salió a comprar cigarros. Cigarros, esa palabrita tan olor
a adolescencia siempre se esfuma, como la propia adolescencia, que si puede o
no ser importante es decisión de cada quien. Paul Nizan, el poeta, dijo que en
esa época todo, en realidad todo amenaza con destruirnos: a un adolescente esta
declaración puede ser crucial para decidir si prueba por primera vez la cocaína
por ejemplo, y nadie dudaría que el adolescente que prueba por primera vez la
cocaína o no la prueba, pasará a través de una decisión muy importante. Pero la
primera palabra que dijimos como sustantivo en este texto, o sea la poesía, tal
parece que no es importante, o por lo menos el poeta que escribe éste poema
llegó a esa conclusión, incluso ese poeta ya apagó su cigarro desde que
hablábamos de rinoceronte y ha recibido dos llamadas telefónicas que no servían
de nada; números equivocados, eso, sin duda, no es importante, pero cómo fastidia.
Al igual que el que no entiende la poesía se fastidia cuando el poeta lee sus
versos en público, como por ejemplo el poeta que en este texto mira a su novia
y le dice: te amo tanto, te amo tantísimo, y el poeta, como por ser poeta
siente la obligación de estar apasionado de por vida, claro, lo sentirá sólo si
de verdad es poeta, no un leguleyo, pero tomemos por cierto que ese es un poeta
verdadero. Entonces, comenzará a besar el brazo desnudo de su novia, apagará el
cigarro porque sabe que a la novia le choca el olor a cigarro, tomará un trago
de agua y luego verterá un poco de agua lentamente sobre el ombligo
desnudo de la novia, mientras afuera llueve y el tráfico es un desorden y
mientras tanto, el rinoceronte sentirá deseos de correr y correrá. ¿Cómo lo
veremos corriendo al rinoceronte? Si éste es un poema guión película, entonces
tendremos que verlo con majestuosidad, como si fuera el mismo rinoceronte de la
barca que sale en un cartel muy famoso que anuncia una película de Fellini, ese
director de cine que sin duda, ha hecho del cine un gran entretenimiento y ha
elevado al séptimo arte, como según suele decirse de éste, a una calidad
asombrosa que pone de manifiesto que lo mejor y lo peor de los seres humanos,
lo vemos en las pantallas del cine. Esto, sin duda, es importante, pero es
importante para un sector de la población, no para todo, en primera, porque en
nuestros tiempos ir al cine cuesta caro, además de que es raro ver una película
de Fellini en la cartelera de los periódicos es más raro todavía y no toda la
gente puede ir al cine porque el cine es sólo para ciertas clases sociales que
pueden darse ese lujo. Lujo es una palabra que tampoco suena importante, pero
caray ¡habrá que preguntárselo a gente como Madonna o Carlos Slim a ver que
piensan del lujo! Argumento que entreabre las palabras o los órdenes de ideas
de lo relativo, todo es relativo, suele pensar el sentido común, es decir, todo
es importante o no importante respecto a qué otra cosa, concepto o acción.
Regularmente, el sentido común en este momento empieza a filosofar y aunque no
lo parezca, la filosofía, o por lo menos lo cree éste poeta que dice que la
poesía no es tan importante, está convencido de que la filosofía es muy
importante, porque educa y enseña a pensar, ¿pero la poesía? Vuela sola por el
mundo y entonces entra la imaginación para volver a ver al rinoceronte que
corre escapando de la lluvia y ése rinoceronte sabe que no escapará, pero en
realidad, de lo que se las olía éste rinoceronte, es de que unos seres
humanos lo andaban persiguiendo para
cortarle el cuerno blanco que tiene como dijimos al principio, y por ese cuerno
blanco lo van a matar, ya se sabe que así es el hombre, o por lo menos así lo
entendemos cuando vemos la televisión y con indignación pensamos a qué clase de
raza pertenecemos que le hacemos eso a los pobres rinocerontes. ¿Pero la
poesía? Ahora es un poco más significativa la pregunta sobre su importancia o
sobre su no importancia, porque ya vimos al poeta y su novia, al tráfico y al
rinoceronte y las aves poéticas que tienen un pararrayos por ahí para ver qué
tan cierto es que la poesía no es importante. A lo mejor este poeta que escribe
su poema, podría pensarse, llegó a esa conclusión porque la poesía le estaba
echando a perder la vida o quizá más psicoanalíticos, como todos los
psicoanalistas que se sienten que sus pacientes son poetas porque dicen por
medio de palabras su dolor y eso, para algunos psicoanalistas, es poesía, pero,
¿eso es poesía? Yo creo, el yo que escribe y el yo poeta y el yo que se me
ocurrió decir que la filosofía sí es muy importante porque enseña a pensar,
estamos seguros que por lo menos, hablar ante un psicoanalista no es poesía.
Ahora entrevemos la reflexión de qué es o qué será la poesía, pero para eso hay
muchos libros escritos sobre poesía y éste poeta tiene uno publicado en el que
quiso decir qué era la poesía, según él, arrancándose las entrañas. ¿Pero pasó
algo? No, no pasó mucho, el libro fue presentado un día que fue el día que se
cayeron las Torres gemelas de Nueva York, fue poca gente a la presentación de
dicho libro porque toda la gente estaba viendo en televisión qué había pasado y
éste poeta que escribe, se siente tentado a escribir que su poesía es tan
fuerte que se alza contra la barbarie de los actos terroristas y sobre
terrorismo o no terrorismo, la gente no dudará en calificar que políticas
buenas o malas o políticas como las que sean, complejas o chaparras, el
terrorismo es un tema de actualidad, es decir importante, por tanto. Pero la
poesía se viene haciendo desde hace cerca de más de 2500 años cuando apareció
el libro del Gilgamesh, que es el
primer poema de la humanidad, simplemente. ¿Eso será importante? Aquí el poeta
que escribe este poema tuvo que dar un trago de su refresco porque él, por lo
menos, cree que el tema da para mucho y para hablar largo y tendido y atisbar,
poco a poco, lentamente, con pesar, porque éstos son sin duda tiempos amargos,
que la poesía sí es importante y que la frase categórica de que la poesía no
era tan importante, ya no se sostiene, es decir, este texto ya no se sostiene,
como dicen los maestros de literatura o los coordinadores de talleres
literarios, lo único que quedó de éste texto fueron unas aves que se fueron
poéticamente, un rinoceronte corriendo de unos humanos y algunas cosillas más,
pero lo que sí se sostiene es la lectura que dio ese poeta que no conocemos ni a
su novia y la lluvia primorosa, que al día siguiente, serán noticia y alguien
morirá y alguien nacerá, pero alguien, sabrá la importancia de la lluvia y de
la poesía.
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