domingo, 11 de febrero de 2024

LA DESAPARICIÓN DEL POETA MALDITO COMO CONDICIÓN VITAL


POR MARCOS GARCÍA CABALLERO

 

Desmedida sin par la vocación de flexibilidades,

ahorcado en su propia silla mientras escribía su poema,

al poeta le tiembla la carrocería entre palabra y palabra

para no condenarse, entre sus fauces hay dos grillos en medio de sus colmillos

y astillas de whisky y su pobre conciencia del poeta,

lo que más le atormenta, lo que puede decirse sin mencionar sus

más que desventuras de la vida, es su parte medular,

la simbiosis parada en el eco del doliente regreso pasajero entre ciudades,

sin ser retruécano de tintes verdes o vértebras inútiles,

blandiendo sus caballos negros de la locura y el premiado y heroico sexo

de flor o fruto para deletrear la próxima pesadilla.

Es ahí, en ese pequeño logro, en ese atisbo de sagacidad cautiva,

donde el que decide ser poeta vuelve a nacer y resurge el habla:

por medio de ese ente vivo llamado lenguaje, él nos dice,

parte médium, parte casualidad, su primitiva voz es plenamente moderna.

Asqueado del caos busca a tientas entre su historia y

el hallazgo se vuelve mutua comprensión de soledades, de pares,

de silencios pares

entre dos océanos de aguas perpendiculares, y es que cuando

uno lee buena poesía…

 

 

LA INVOCACIÓN DE LA MUSA

A ELLA, QUE SABE COMO DISCURRO

POR MARCOS GARCÍA CABALLERO

 

Musa mía: presiento que sería ya muy miserable

de mi parte tratar de aumentar la gloria de tu hermosura 

con más poesía debido a la constancia de la guerra

que me ha sido impuesta, como si fuera culpa mía  este amor mío

que te envío a toda hora y eso de gratis por parte de los

enanos canallas que apoyan a los grandes.

Es por eso que de una buena vez toco tus labios y siento en lo más

profundo de mis vísceras tus ojos y tu rostro que a éstas alturas

es ya  una leyenda en mi vida desdichada.

Pero no me quedo en eso, sé que nos veremos, sé que andaremos,

sé que viviremos, sé que nos desearemos, sé que nos ataremos,

sé que nos desnudaremos, sé que nos vestiremos, sé que nos leeremos,

sé que pasearemos, sé que se volverán a introducir

los racimos de frutas, paraísos, vinos finos y toda una primavera en

nuestras vidas. Sé que de toda esta ignominia no quedará nada, no

tiembles corazón prodigioso y pulseras brillantes, estamos, aún sin que

lo sepamos, más cerca que nunca, este cerro hermoso sabe lo que dice, y

ya no veas cómo me pongo, porque te adoro interminablemente, con esa

pasión y voluntad que funda futuros,

hasta que los malos augurios sean solo recuerdos. 


LA INVOCACIÓN DE LA MUSA II

POR MARCOS GARCÍA CABALLERO

A ELLA, QUE SABE COMO DISCURRO

 

Vistes de pantalón y blusa blanca,

Te veo sentada,

Murmurándome cosas a la distancia.

En algunas ocasiones, un fin de semana por ejemplo.

Quizá después de una comida en el centro de la ciudad.

Caminando con un agua de Jamaica en la mano

Comienzo a sentirte porque finalmente es inevitable.

Comienzan a correr entre nosotros

Las paletas de limón y la música

De Lacrimosa o So far away so close y poco a poco nos vamos

Saludando: tú con tu identidad en mi conciencia,

Y mi conciencia llena de tus ojos; de una forma tan brutal y tan

Hermosa que parece una despedida en medio del gentío,

Cuando todo comenzaría a reagruparse bello como

Cuando el Sol se pone.

Y así en la calle, con tu fuerza

Y tu energía te siento preguntándome cosas, es curioso ¿sabes?

Es como si lo entendiera todo o tal vez nada: Alegría pura y

El milagro ocurre, y sí porque es tu voz y tus ojos

Habitándome por completo.

Buscando ciertos elementos en mi pensamiento,

Tratando de encontrar el fondo de mi ser

Y entre la gente voy con el agua de Jamaica y tú

A 450 kilómetros de distancia…

Hacemos un duelo de espadas, y ya no sé si la fruta es naranja

O tal vez fresa, porque he vivido estos años con tanta guerra,

Que parece que entiendo que tu algún día o quizá yo, te pida

De rodillas que veas televisión, en vez de matrimonio.

 

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