domingo, 27 de febrero de 2011

Libro de cabecera II

Ésta es otra maravilla que, a base de parodiar el sentido del oximoron y como tema el cine, la pobreza y una lista larguísima de mujeres, hace de Guillermo Cabrera Infante un deleíte sobre éstas páginas. Son más de 400, pero no se aburre uno para nada. Hay aquí como unos puntos ciegos que, conforme avanza la lectura, uno dice, por ejemplo: "caray, ¿por qué siento que ando pensando en ésta palabra o éste nombre?" Y eso sucede cuando uno está lejos del libro, pero llega uno a la palabra y dice: "maldito Cabrera hijo de su madre!" Minuciosamente narrada, sin embargo es una escritura no empartentada con el barroco (en el sentido de no dejar vacíos conceptuales ni de autoironía). Cabrera Infante se burla de sus mujeres antes de la estocada final (que ya sabe o la supone) antes de terminar la obra. DEFINITIVAMENTE hay que leerla.

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