Registros, velocidades, ensayos, comentarios, poesía, del mundo de la pedantería remota ¡para los fieles mundanos!
lunes, 15 de noviembre de 2010
Poema
Es el eco doliente de mi pensamiento
Que navega como Colón a conquistar
América y se desliza hasta mi oreja.
Lo he leído en otros ojos, lo supe, lo olvidé,
Pero aseguro que en mis alforjas, en mi vino
Y en mi pelea, en mi alimento, existió el amor
En otro tiempo.
Lo lamento, pero el polo norte nunca se ha perdido.
Debe durar la tabla de la imaginería, donde uno compite
Con el doble de uno, el que no existe, el que fue borrado
Por los astros o por unos años del carajo.
Lo cierto, hermano disperso de la física, es que la casa
Duerme o respira sin existir propiamente y a ese silencio en poesía
Se le llama pluralidad de respuestas o la cosa que ahorca con su propia historia, la vieja metafísica barata que el poeta nombra
Y le llama cualquier cosa.
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