jueves, 16 de agosto de 2007

Traducción trasvesti

En las divagaciones fecundas entre Eliot y Pound, éste último escribe una consideración sobre la que todos deberíamos de volver: “La tradición reside en las imágenes de los dioses y acaba por perderse en las definiciones dogmáticas. La historia se conserva en monumentos, y es por eso que los destruyen.” Ezra Pound (fragmentos) Más arriba dice: el arte de la poesía es divisible, en fanopeya, melopeya y logopeya. Esto quiere decir que la composición verbal se forma de palabras que evocan o definen fenómenos visuales o de palabras que registran o sugieren fenómenos auditivos (es decir, que registran los varios sonidos convencionales del alfabeto y producen o sugieren una elevación o un descenso del tono que a veces puede registrarse más adecuadamente con anotaciones musicales,) y tercero, de un juego o “danza” de palabras entre las correspondientes o concomitantes significaciones, costumbres, usos e implicaciones de las mismas palabras. 1912. la traducción antológica de Ernesto Cardenal sobre Los Cantos de Pound está mal hecha en el sentido de que Ernesto Cardenal cambió las preferencias sexuales del maestro en el poema “la buhardilla” Según Cardenal así es: “Vamos, compadezcamos a los que están mejor que nosotros, Vamos amigo, recordemos Que los ricos tienen camareros y no amigos Y nosotros tenemos amigos y no camareros. Vamos, compadezcamos a los casados y a los no casados. La aurora entra con pasitos menudos Como una dorada Pavlova, Y yo estoy junto a mi deseo. Y la vida no tiene nada mejor Que esta hora de diáfana frescura, La hora de despertarnos juntos”. O sea, pinche Ernesto Cardenal: por cierto, fue homenajeado en el festival nacional de poesía de Granada Nicaragua en 2006. Ya que el poema debe decir , (según la traducción de Vicente Anaya): Empezando por quitarle ese título tan pesadito: El desván Ven amiga mía, veamos con piedad a los más adinerados. Ven. Recuerda que los millonarios tienen sirvientes y no amigos; mientras que nosotros tenemos amigos y no sirvientes. Ven, tengamos piedad de quienes se casan y de quienes no desean parejas. Con suaves pisadas entra la aurora como si fuera una Pavlova de oro, aquí, Donde estoy con mi deseo. Nada se compara con este momento de límpida frescura que compartimos al despertar.” Por cierto: Visiten la página virtual de “Alforja Revista de Poesía” y verán, a propósito de los veinte años de haberse publicado “Híkuri” que la Benemérita Universidad de Puebla los invita a mesas de lectura de poesía y a comentar dicho poema de Vicente Anaya.

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