miércoles, 19 de noviembre de 2008

Un cuento ya muy vetarro

Hace poco me llegó a mi correo en archivo adjunto una "Carta a Julio Cortázar", escrita, según creo, por un alumno de la amiga que me lo envió. El texto hablaba, principalmente, sobre cuál debería ser la función de -o el papel de los intelectuales en América Latina. El tema, como se sabe, es ya muy viejo. Pero me hizo pensar algunas cosas que quiero compartirles y, además, ese sí es el papel de los blogs, o uno de ellos. Primero: todo intelectual, maestro y/o escritor que se encuentre cerca de los centros de poder, en mi opinión, en éste momento actual debería por honestidad hablar críticamente sobre la unilateralidad de la radio y la televisión. Antes, en un pasado no demasiado lejano, los intelectuales jugaban un papel muy claro en las sociedades como la mexicana, y ese papel se los ha ido quitando la unilateralidad de la radio y la televisión, que en mi opinión la televisión de la gente bien, (los canales de sky, el cablevisión u otros) sí son y sí muestran cierta diversidad, pero la realidad es que no se puede callar el hecho de que ha habido protestas frente al grupo televisa por parte de algunos sectores. En mi opinión, ésa es una buena intromisión del intelectual en el debate público, por principio, recuperar el espacio que los locutores de noticias (casi todos cortados con la misma tijera) les han quitado. Segundo: Yo no hablo como una especie de "radical mission" para la gente que trabaja con ideas y las toma en serio, pero otro punto importante, antes de lanzarse a defender los gobiernos de Bolivia o de Venezuela, sería para nuestro caso, en vez de muchos que siempre se preocupan tanto por su futuro personal y su currícula, por qué no, en cambio, proponer al gobierno de su estado o instancia más próxima, que deje en manos de escritores, dramaturgos y guionistas el vidrioso asunto y enojoso de que por qué en México se lee tan poco y todo lo que el debate encierra. Un caso de estos con mucha gloria es La Dichosa Palabra de Canal 22 (¡Un abrazo Eduardo Casar!), porque como está creado por especialistas que además navegan con la tabla del buen humor, pues el platillo cultural está puesto. Esto es a vuela pluma y no estoy revisando ningún libro, pero creo que también hay una idea que anda por ahí desde hace algún tiempo y más o menos se puede resumir de éste modo: Octavio Paz era un farsante. Ësta idea es nociva desde mi punto de vista. José Vicente Anaya, destacado poeta y ensayista que siempre ha sido mi interlocutor alimenta ésta idea por sus propios estudios y conclusiones, así como muchos otros, pero yo aquí difiero. "Era tan malo, y además se sacó el Nobel". No lo perdonan a Don Octavio y si nos siguiéramos en esa línea, todos los que aprendieron de él son negativos, falsos, etc. "Letras libres es nazi" o algo parecido. No. Yo creo que hay que saber ponderar. Un gran ejemplo es Roger Bartra y otro Guillermo Sheridan, quienes siguen diciendo cosas vigentes y sin ser tendenciosos, en síntesis: hay que leerlos... Porque la unilateralidad de la izquierda también existe y caray! no da paso sin guarache en muchos sentidos, va por el todo o nada. Los intelectuales por el momento, a mi juicio deben de arrojar preguntas a la sociedad y volver a tener ese sitio singular como el cura u otros sitios, porque el sujeto freudiano está desapareciendo, el sujeto marxista igual, incluso ya se habla de distintas postmodernidades, en fin, como éste es un debate taaan chocho que hasta antes de Julio Cortázar se hablaba de él, prefiero dejarlo como pregunta: ¿Cuál crees que debe ser el papel de los intelectuales en América Latina?

1 comentario:

Francisco Puente dijo...

Pues mi querido Marcos, quiero retomar un punto. La televisión: como sabrás hace mucho que me dedico a escribir guiones para la TV. La televisión está hecha para las masas, y las masas no quieren calidad. Es sorprendente cómo baja el rating cuando algo "enseña algo". Quieren basura y, al público lo que pida. Gente como tú y yo no somos espectadores representativos, para nosotros no es la tv, es para el pueblo. Y así será. Todo es negocio.
Yo tengo la teoría de que si las televisoras se pusieran de acuerdo y transmitieran tele de calidad todo el tiempo, no habría posibilidad de que le cambien, y si quieren ver tele, pues no tendrían opción de ver porquerías. Pero eso es un sueño guajiro.