EL PODER
México
instalo por la vía democrática a un Nuevo Régimen Político de Gobierno. Un
Gobierno de EXCEPCIÓN democrático de izquierda radical y pacífico; y esta
izquierda que llego al PODER cancelo la clásica vía la “Toma del Palacio por la fuerza”, porque reconoció que la única vía
para llegar al PODER es la vía DEMOCRÁTICA con el voto mayoritario de los
mexicanos en las urnas.
Sin
duda, es muy importante que entendamos porque el actual Gobierno del Presidente
Andrés Manuel López Obrador es un Gobierno de EXCEPCIÓN porque hay un universo
de signos y significados que marcaron el pasado reciente conformado como un
periodo histórico de 40 años, entre 1980 y el 2018; que ubica a esa EXCEPCIÓN como
un momento de profundos cambios Geopolíticos mundiales que han marcado el
horizonte histórico del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Gobierno
de AMLO es de EXCEPCIÓN porque se dio en el contexto contemporáneo donde las
diversas y múltiples izquierdas navegan a la deriva viviendo una profunda
crisis de identidad desde la desaparición de la URSS que represento el
paradigma del socialismo y el comunismo.
El Gobierno
de AMLO es de EXCEPCIÓN porque arriba al nuevo escenario mundial que surgió a
fines de los 80 y principios de 1990, y que dio por terminada la gran disputa
de la Guerra Fría entre el comunismo y el capitalismo con la desaparición de la
URSS.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque este hecho histórico configuro la Nueva Geopolítica
hegemónica que encabezo Washington patentizando la hegemonía indiscutible del
CAPITALISMO. No hay otro Modelo en el mundo. China es la expresión más acabada
del capitalismo guiado por el partido comunista chino y de la mano del Halcón
mayor Henry Kissinger en 1979 con Zhou Enlai; y hoy es la segunda economía mundial capitalista y China está
en la disputa por la hegemonía mundial.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque el fracaso contundente de la URSS, y su desintegración y
desaparición en 1990, marcaron un nuevo horizonte en el Mundo, con el ascenso
de la GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA y el NEOLIBERALISMO, que dio paso a una profunda
recomposición económica y política en los Estados Nacionales, con el profundo y
total desmantelamiento de las economías nacionales, sus aparatos económicos, y la
venta de todos sus activos de la agricultura, la industria y los servicios y al considerar que el intervencionismo del
Estado era un profundo obstáculo para la
modernización de la economía capitalista. La GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA se
asumió como un cambio que llego como todo un PAQUETE al arribar a nuestras
sociedades latinoamericanas como un proceso cultural de nuevas ideas que se
consideraron innovadoras en todo el campo económico y tecnológico para
propiciar el creciente comercio, y las mayores inversiones entre diferentes
países por la difusión de las tecnologías alcance de nuestra mano. El proceso
globalizador fue total en lo político, social, cultural al asumirse como nueva
moral; este hecho fue un giro que modifico las diversas circunstancias de
nuestras vidas al ser impactadas por la intensificación de las relaciones
sociales en todo el mundo, porque la
globalización pretendió la integración de civilización y cultura y las
cosmovisiones y todo esto porque, la idea central se sustentó en que el proceso
de integración acercaba a los países para que se desarrollasen, y lograran el
objetivo de parecerse más a Occidente; el paradigma de la modernización se
creyó se produciría en una convergencia global en torno a un conjunto de
valores universales: la libertad, la igualdad, la dignidad de la persona, la
democracia, el pluralismo, los derechos humanos el individualismo de mujeres y
hombres progresistas que alcanzarían el éxito total.
Gobierno
de EXCEPCIÓN en el momento en que se produce el cambio hacia la Globalización
Económica que ya se venía anunciando desde 1979-1980 con la llamada “revolución
conservadora” de Margaret Thatcher y con el llamado “Consenso de Washington”
como un paradigma sustentado en una cascada de ajustes estructurales en la
economía mundial que se impondrían en todos los países. El Consenso de
Washington se constituyó en un poder
supranacional integrado por el Banco Mundial, Banco Interamericano de
Desarrollo, Altos funcionarios del Gobierno Norteamericano, El Comité de
Reserva Federa, el Fondo Monetario Internacional y los llamados “Think Tank”
especialistas operadores dedicados a implantar con fuerza los cambios
estructurales un conjunto de fórmulas económicas neoliberales impulsadas por
los organismos financieros internacionales en los años ochenta y noventa; y los
organismos financieros mundiales exigieron aplicar esas medidas para conceder créditos
y ayuda financiera en Latinoamérica. El
objetivo central de esta estrategia fue destruir al Estado, la Soberanía de las
sociedades, el Nacionalismo y las bases de la identidad nacional en que se
sustenta la sociedad. Una destrucción bajo la idea de que eran un gran
obstáculo para el crecimiento y el desarrollo moderno de las sociedades
contemporáneas. La Globalización Neoliberal sustento una idea falsa y peregrina,
la estandarización del Mundo, de las Sociedades de Asia, África y América
Latina. Una brutal simplificación de la complejidad del Mundo y de los pueblos originarios
en America Latina.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque arriba al poder cuando predomina la visión optimista de la
GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA que encubrió la profunda complejidad y polarización de
las sociedades que asumieron como proyecto modernización al Modelo Económico
Neoliberal, una profunda desigualdad, un aumento incesante de la pobreza y
dispararon los flujos de emigrantes en todo el planeta, no solo en America
Latina, Centro America rumbo hacia México para llegar a Estados Unidos
incluyendo a millones de mexicanos que abandonaron el llamado “campo mexicano”
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque arriba al poder cuando la Globalización Económica ya
mostraba desde su origen en 1980 la premisa ilusoria que la conduciría hacia el
fin de la globalización cuyas señales mostraban que su agotamiento venía de
lejos expresado por fuerte la crisis financiera de 2008, las que se acentuaron
en el 2018 con la caída de 5 puntos porcentuales del PIB mundial; señales que
en el arranque del 2019 se expresó abiertamente como una recesión económica, realidad
económica que se ensamblo con la ascendente PANDEMIA, el COVID-19 a escala
mundial durante dos años, ahora como una crisis mundial sanitaria. Ante estos hechos,
la gran mayoría de los países contagiados, abandonaron los paradigmas
neoliberales y asumieron el RETORNO del Estado para hacerse cargo en sus
sociedades del duro impacto de la pandemia que disparo la crisis económica, el
desempleo, y la URGENCIA de atender la CRISIS SANITARIA, la economía, el desempleo
y pobreza generalizada. EL RETORNO DEL ESTADO afirmó el nacionalismo y la
soberanía, para decidir con plena LIBERTAD, lo que cada sociedad podría hacer;
y esto fue el fin de la globalización neoliberal; y a esto los teóricos
neoliberales le llamaron “GOBIERNO POPULISTA”; porque se atendieron las
URGENCIAS y porque aunque se mantuvo abierto el flujo de las inversiones, el
CAPITAL y los capitalistas se movieron a sus anchas. Lo que vino después es
esta realidad de la desglobalizacion de
abandonar el Modelo Económico Neoliberal, porque el paradigma, quedo hecho
trizas, aun manteniendo abierto el movimiento del capitalismo y el comercio
mundial.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque arribo al poder en
el 2018 con el voto de los mexicanos que expresaron su hartazgo, y este
Gobierno quedó sometido a todas las presiones internacionales y nacionales por
las fuerzas conservadoras y sus aliados externos y ha sido el manejo de la
correlación de fuerzas políticas, que el Gobierno Popular ha realizado frente a
los intereses que mueven estos actores; y no ha quedado atrapado por la acción
de esos actores políticos, su visión y estrategia le ha dotado de una soltura
para manejar estos escenarios complejos.
Este
contexto patentiza el hecho de que NO hay garantía de continuidad porque las
fuerzas globalizadoras y neoliberales conservadoras y sus aliados harán todo
los posible por descarrilar al Gobierno de EXCEPCIÓN que representa AMLO en el
escenario internacional y nacional.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque la trascendencia de este Gobierno se inscribe en el debate
nacional, producto del tsunami electoral del 2018 que cambió radicalmente el
mapa político del país generando el gran cambio que está viviendo el país
teniendo como objeto de reflexión el futuro del presente sexenio desde una
retrospectiva y una prospectiva histórica en el contexto de la Geopolítica
Hegemónica Norteamericana y del panorama de los gobiernos progresistas y de
centro izquierda, porque los impactos de la Cuarta Revolución Tecnológica, la
pandemia y lo que son las tendencias recesivas que presenta la globalización
económica que vive una desglobalizaciòn. Todo esto focalizando la trascendencia
de la cuarta transformación (4T) al ubicarla como el gran proyecto que presenta
el nuevo Gobierno en el presente momento y en la actual coyuntura histórica en
que se mueve este Gobierno.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque estamos ante una nueva realidad que muestra una crisis de
percepción en la minúscula oposición y en los intelectuales conservadores y por
ello la presente reflexión es una invitación a pensar la complejidad histórica
que está en el centro del presente gobierno, marcado como el eje argumental, el
hilo que enlaza todos los signos del universo del panorama mundial y la
Geopolítica de Washington frente al
futuro imperfecto del presente Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque el universo de acciones y decisiones del Presidente Andrés
Manuel López Obrador está marcando la vía, la ruta, el rumbo, el camino por el
que México está cruzando nuestro país porque México ha decidido construir su
futuro, expreso AMLO, al declarar que México ha iniciado La Cuarta
Transformación (4T).
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque el Presidente Andrés Manuel López Obrador es el primer
presidente en la Historia de México que conversa y ofrece información cotidiana
a los periodistas. Después del Gral. Lázaro Cárdenas del Rio que lo hizo hace
80 años. AMLO ha iniciado, desde el 1º de Diciembre 2018 un nuevo modo de gobernar y ha decidido marcar la
Agenda Política de México con sus conferencias matutinas en Palacio Nacional
que se inician a las 7am cuya duración es de dos horas. Conferencias con más de
60 periodistas mayormente nacionales y cuya estela de preguntas van de
retóricas a fundamentales, colocando al Presidente en una dinámica de
interlocución sumamente importante, porque “la
voz ciudadana” de periodistas, medios, ciudadanos lectores y escuchas de
estos mensajes en que se apela a creciente transparencia, mostrando
insuficiencia de información, generalidades, contradicciones, errores, denuncia
de funcionarios entre muchas otras cuestiones de interés nacional. Lo
sorprendente y extraordinario es que el presidente asume el reto que implican
las respuestas y su ánimo aviva ese sentido democrático de la comunicación. A
lo largo de estas conferencias matutinas ha surgido, lo que bien podemos llamar
ya “un parlamento ciudadano abierto”,
que juega el papel de contrapoder, atajando cualquier tentación de
autoritarismo llenado el vacío, la ausencia de una oposición, un pulverización
de la partidocracia, haciendo evidente el vacío de un contrapeso y que “el
parlamento ciudadano abierto” viene a jugar ese papel.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque no hay duda de que la cuestión es clara porque se pone a
debate toda la política del nuevo gobierno y
porque las grandes transformaciones que México ha realizado nunca han
sido fáciles ni directas. La Historia muestra que una vez que la transformación
se pone en marcha involucrando a decenas, centenas, miles y millones de mexicanos
el engranaje de esta masa de procesos comienza a funcionar mostrando los
cambios que están en curso conformando una nueva realidad. Tal fue el caso de
la gran transformación que realizo el Presidente de México el Gral. Lázaro Cárdenas
del Rio de 1934 a 1940.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque este es el asunto, para todas y todos los mexicanos,
entender y dar forma a la Cuarta Transformación (4T) para crear la respuesta
del futuro que queremos los mexicanos. Ningún mexicano será indemne a la masa
de cambios que están en curso. Los cambios son históricos en términos de su
magnitud, velocidad, alcance e impactos: Transitar hacia un NUEVO RÉGIMEN,
construir y levantar el Estado Nación, un Estado de Bienestar, un Estado que de
gobernanza a las salvajes fuerzas del capitalismo privilegiando su intervención
en la economía, trazando y superando los intentos fallidos del viejo
nacionalismo irresponsable de los años 70 de los presidentes, Luis Echeverria
Álvarez (LEA) 1970-76 y José López Portillo (JLP) 1976-82. El horizonte de una
nueva economía mixta se proyecta inédita y renovada. Todo este esfuerzo de
construir y levantar UN NUEVO RÉGIMEN POLÍTICO, UN NUEVO ORDEN JURÍDICO. Darle
sustento y viabilidad a una nueva economía incluyente en donde las grandes
mayorías sociales indígenas y campesinos, trabajadores, mujeres y jóvenes; y
donde primero sean los pobres beneficiarios directos de estos cambios.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque la envergadura de esta compleja tarea histórica es el
debate que está en curso y reclama la mayor participación social porque los
cambios no son de un día para otro. Esta masa de cambios sustentados en una
Democracia y un Estado de Derecho, real y no simulado. Aquí está la clave para transitar
del viejo Régimen de la mafia y la corrupción hacia este Nuevo Orden Social de
Justicia y Paz. Hacia una prosperidad inclusiva. Es una tarea histórica, no es
para mañana. Su complejidad involucra a toda la sociedad, a las grandes mayorías,
al pueblo de México, todos tenemos que hacer nuestra tarea.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque una transición de una República simulada en donde los tres
poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial se sometieron al Estado Autoritario
a lo largo de 80 años y en los 36 últimos años se sometieron a la imposición
neoliberal que impuso Washington, simulando una República Democrática, Soberana
e Independiente. Una transición hacia una real y verdadera República
democrática, soberana e independiente asentada en un real y verdadero Estado de
Derecho con verdaderas Instituciones y con una nueva generación de servidores
públicos dispuestos a darle credibilidad y legalidad a las Instituciones. Una
tarea fundamental erradicar la CORRUPCIÓN estructural que permeo a toda la
sociedad.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque sabemos que cada gran transformación Histórica de México ha
supuesto una transformación disruptiva; y en el presente los mexicanos tienen
más adaptación al cambio que en los siglos anteriores; porque hay un panorama
que lo facilita externamente: el ascenso de Donald Trump generó una coyuntura histórica para que México diera paso a un
gobierno de izquierda. Trump ha modificado toda la arquitectura institucional
del mundo de posguerra generando una crisis en las diversas instituciones
internacionales que dieron sustento al “Orden Internacional” y el mundo se está
enfrentando a una nueva geopolítica hegemónica bajo la premisa de “primero
Norteamérica” con un nacionalismo proteccionista. En el contexto histórico de la
crisis de la globalización que sin haber superado la del 2008, ha entrado hacia
una recesión que parece imparable. Un entorno complejo por los impactos de la Cuarta
Revolución Tecnológica.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque en el 2018 México llegó fuertemente presionado por los
factores internacionales los que agudizaron el gran hartazgo social mostrando
la imposibilidad de seguir con un régimen político que ahondó la desigualdad
social, la pobreza, la exclusión, la profunda inseguridad, la escalada de secuestros,
los ascendentes feminicidios, un panorama social insoportable agudizado por la
pandemia de la corrupción que cruzó a todo el poder haciendo evidente el
creciente malestar social en todos los rincones del país, en todas sus zonas
urbanas. El pueblo mexicano expresó su cansancio de tanta pinche tranza de esta
oligarquía y su elite política que hizo de México un botín y por eso decidió
darle todo el poder a AMLO.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque el inédito triunfo de un Gobierno de izquierda es una
EXCEPCIÓN porque representa un salto cualitativo en el panorama mundial y
nacional por la convergencia de una masa de procesos, factores y tendencias,
que hacen deseable un gran cambio del Status Quo actual.
La
Cuarta Revolución Tecnológica se hizo presente en el ascenso de AMLO al poder
con el papel de las benditas redes en
el desenlace electoral hizo evidente la presencia del mundo de las tecnologías,
la nanotecnología, la revolución de las comunicaciones, drones apoyando la
búsqueda de los huachicoleros; impresoras 3D, robots avanzando en de la
industria automotriz nacional, así, el impacto creciente de la presencia de la
inteligencia artificial, el big data,
la biotecnología. Salta a la vista el horizonte de las posibilidades ilimitadas
de tener miles de millones de personas conectadas mediante sus celulares un
poder de procesamiento, una capacidad de almacenamiento y un acceso al
conocimiento sin precedentes, una realidad entre muchos otros procesos
tecnológicos que muestran la presencia de la Cuarta Revolución Tecnológica que
sigue impactando nuestra percepción de nuestro entorno y sus circunstancias y
del mundo; porque esta masa de cambios políticos, tecnológicos, sociales y
económicos siguen afectando los paradigmas en que hasta ayer fundábamos
nuestras percepciones.
Gobierno
de EXCEPCIÓN porque la Cuarta Transformación (4T) en curso nos convoca a una
creciente participación social porque en el contexto histórico el presente
gobierno popular progresista y de centro izquierda que encabeza AMLO se muestra
como una excepción histórica frente al fracaso de la izquierda en toda América
Latina; y que ahora en las recientes elecciones del 2022 se está dando un
viraje hacia la izquierda.
AMLO lo
sabe no hay futuro del socialismo en un solo país como lo postuló José
Stalin; y por ello el presente Gobierno
es una EXCEPCIÓN.
Hagamos
una retrospectiva de los procesos anteriores al 2018, un pasado reciente porque
esas condiciones aún están presentes, sabiendo que en el presente 2022 se está
produciendo un viraje hacia la izquierda.
En ese
pasado reciente 1980-2018. Las causas de la derrota de la izquierda en America
Latina están a la vista. Hagamos una apretada síntesis de estas causas con una
visión retrospectiva:
1) Se
ignora y minimiza que la nueva geopolítica que brotó de la posguerra
(1945-1990) quedó definida con la
disputa de las dos potencias hegemónicas la URSS y EU configurándose la
realidad del Mundo Bipolar. La disputa abrió el escenario de la Guerra Fría en
todo el planeta.
2) Se
ignora y minimiza que del largo periodo de prosperidad del capitalismo
(1945-1970) emergió la democracia como modelo paradigmático de la humanidad,
enarbolando tolerancia, respeto, libertad y el ejercicio de los derechos
humanos. La ola democrática que se dio entre 1974 y 1990 hizo evidente que la Revolución Mundial como paradigma
venía siendo sustituida por el paradigma de la democracia. Esa ola propició que más de treinta países de Europa,
Asia, África y America Latina transitaran de diversas formas de gobiernos
autoritarios hacia la democracia. A principios de la década de los setenta se
contabilizaban ochenta democracias, dos decenios más tarde la lista se amplió a
casi ciento cuarenta. Los procesos políticos democráticos fueron ya cotidianos
y se consolidaron los partidos comunistas recompuestos, la vida social vio el
ascenso de los partidos modernos, los partidos de Estado, los partidos
dominados por elites, partidos modernos clientelares, empresariales controlando
la franquicia, donde una oligarquía domina la vida de los partidos y la
democracia es acotada por el ascenso de los poderes fácticos que adquieren
autonomía y dominan el espacio público, determinando el curso del desarrollo y
de la sociedad. La democracia acotada es también asediada por el ascenso de las
grandes organizaciones de narcos; y la democracia queda sometida a una partidocracia, donde la
rotación de la élite autodesignada controla el sistema político que le asegura
su permanencia.
La gran
mayoría de los países tenía en papel una Constitución que validaba la
democracia, el liberalismo político. Se ignora y minimiza que America Latina
apenas ha arribado a la democracia saliendo apenas de las dictaduras, los
golpes de estado, las juntas militares, los gobiernos autoritarios; sociedades
que han sido devastadas por el Colonialismo, el Imperialismo, y los 36 años de
imposición del neoliberalismo; sociedades en las que no realizaron ninguna real
transformación, una reforma agraria (la que solo México realizó con Cárdenas),
cargando el peso de su atraso, oscilando entre sociedades agrarias y recientes
procesos de urbanización, con una simulación de una arquitectura de repúblicas,
de equilibrio de poderes, de instituciones democráticas, de ciudadanos de
ficción y sin justicia. Sociedades en que predomina el poder vertical de los
caudillos apoyados por la geopolítica hegemónica de Washington; y en donde los
flujos migratorios muestran a los Estados fallidos que persisten en el
Continente Latinoamericano.
El
arribo de la democracia pronto reveló su otra cara la mistificación de la
transición democrática, mostrándose de lleno el gatopardismo, cambiar para que
todo siga igual, mediante el empoderamiento de las llamadas burguesías
nacionales, oligarquías, mafias, gobiernos autoritarios; y la poderosa fuerza
del narco penetrando al poder; y ahora con democracias maquilladas a modo para
la élite y la complicidad de los poderes fácticos.
3) Se
ignora y minimiza que los gobernantes latinoamericanos se asumieron sumisos a
Washington en todo el periodo de la Guerra Fría (1940-1990), y luego pasaron a
la sumisión del consenso de Washington (1990-2018), que significó poner en
práctica la realización de todo un paquete de cambios como: la entrada plena
del posnacionalismo, instauración plena del neoliberalismo, los procesos de
integración que la globalización desata; el tipo de régimen político y económico,
el modelo de desarrollo, el tipo de democracia y las exigencias claras y
contundentes para liquidar al Estado nacional, liquidar su papel
intervencionista en la economía. El posnacionalismo focalizó la liquidación del
Estado en el desmantelamiento de todo el aparato productivo nacional,
agricultura, industria, bancos, liquidación del sector público y de las
empresas descentralizadas de participación estatal. El Estado paso de “obeso” a
un Estado “mínimo” porque debería estar al margen de la nueva dinámica de la
economía que imponía el mercado y las poderosas trasnacionales. Todo el poder
asentado en este Estado autoritario y corporativista tendría que ser liquidado
con la cascada de reformas y en donde las nuevas sociedades emergentes tendrían
un papel central en la ola democrática por los cambios que estas reformas
desencadenarían para hacer posible la transición del Estado autoritario
corporativista al Estado neoliberal autoritario asentado en la simulación
democrático y al modelo económico y político de la globalización económica de
nuestros días que hace visible la realidad contemporánea poscomunista.
4) Se
ignora y minimiza que la ola democratizadora que corría por el continente entre
1974 y 1990, parecía confirmar que América Latina transitaba hacia la
democracia y que las dictaduras y los gobiernos autoritarios, los dictadores y
las juntas militares eran ya cosa del pasado, porque la democracia se
consolidaba, estaba blindada en el continente y era irreversible.
5) Se
ignora y minimiza que esto no fue así. La democracia sigue frágil, reversible,
insustentable. Persisten las condiciones de una simulación democrática, los
hombres del viejo régimen siguen teniendo poder y muchos de no han sido
juzgados, por el contrario son indultados y tienen leyes de amnistía para
genocidas, para criminales; pactos en lo obscurito los siguen protegiendo.
En
América Latina las oligarquías siguen siendo las más beneficiadas de esta
democracia que es frágil, con instituciones manipuladas por los poderes
fácticos, el ejército y los exgolpistas que siguen mostrando la presencia de
una geopolítica dominante que los exculpa porque son garantía de continuismo
del modelo. El retorno de la derecha al poder se ha beneficiado de la
simulación democrática y de la fragilidad de todas las instituciones. Este
retorno de los gobiernos autoritarios, golpistas maquillados de “demócratas”
patentiza claramente que ahora el retorno es
como presidentes constitucionales en sus respectivos países por la vía
electoral y; concluida la transición, la democracia se asume como, consolidada,
blindada y sustentable se afirma que no es restauración del “viejo régimen”;
resulta claro que se da un continuismo autoritario maquillado, con “nuevo
rostro”, ahora posmoderno; y hasta se atreven a decirse gobiernos
progresistas.
En
estas condiciones se alzaron las sociedades democráticas de élite con una
brutal desigualdad social, sociedades que mantenían todos los signos de
intolerancia: racismo, discriminación, xenofobia, homofobia, patriarcado, machismo
y la violencia contra la mujer, el feminicidio; sociedades que llenaron
cárceles con disidentes y presos políticos, violando todos sus derechos;
sociedades en donde los asesinatos políticos se dan como un hecho cotidiano,
secuestros, desapariciones y tortura. A lo largo de este periodo estas
sociedades viven la destrucción de los movimientos sociales, la criminalización
de la protesta social y se entronizan los poderes fácticos de la iglesia, los
empresarios, los poderosos medios de comunicación, las poderosas corporaciones
de las mafias sindicales y la presencia poderosa del narco y sus redes del
crimen organizado.
6) Se
ignora y minimiza que en América Latina durante treinta años (1960-1990) por el
impacto de la Revolución Cubana, la disputa chino-soviético (maoístas contra
estalinistas) el debate central que acaparó a dos generaciones de las clases
medias y a la casi totalidad de los intelectuales latinoamericanos fue hacer la Revolución Socialista. En
América Latina los revolucionarios (comunistas, maoístas o trokistas,
guerrilleros identificados con Cuba) nunca asumieron la trascendencia de la
Geopolítica. Primero la línea para todos los partidos comunistas venía de Moscú
y para los maoístas la línea venía del Gran Timonel, una simplificación brutal,
que se resolvía en una sola palabra imperialismo. Cuba vino a simplificar más
todo el porvenir revolucionario, todo era hacer la revolución. La disputa por
la Revolución Mundial y la Actualidad de la Revolución Socialista se constituyó
en la onda expansiva que modificó todas las expectativas, las sociedades
latinoamericanas fueron respondiendo a esa señal, se polarizaron crecientes
segmentos de la sociedad, campesinos, obreros, sectores populares, movimientos
estudiantiles y clases medias en general. Todos estos actores sociales fueron
focalizados desde el marco de la Guerra Fría Caliente y se criminalizó la
protesta social, se aplastaron los reclamos liberales y democráticos. El Poder
consideró que los actores estaban contaminados por el comunismo, se radicalizó
el movimiento social y muchos se fueron
a los extremos por la alta presión de las dictaduras, las juntas militares, los
gobiernos autoritarios y la ultraderecha marcó el ritmo de las oligarquías. El
reclamo democrático corrió en paralelo a estos procesos a lo largo del periodo;
y la democracia incipiente fue destruida y reprimidas todas las posibilidades
de su construcción.
7) Se
ignora y minimiza que la democracia no estuvo en la agenda política y social a
lo largo de todo este periodo (1960-1990). No se creía en la democracia
liberal. La democracia fue y es y sigue siendo un tema fundamental del mundo
moderno.
8) Se
ignora y minimiza que el punto central está aquí, porque ningún cambio en nuestros países, el cambio
de modelo económico vigente neoliberal, el tipo de sociedad, el régimen
político, la democracia imperante no se explica en sí mismo, domésticamente, en
los estrechos marcos nacionalistas. Los cambios en nuestros países solo
encuentran su verdadera comprensión en la Geopolítica dominante, expresados en
el paso de los gobiernos, sin excepción, de la sumisión a Washington en todo el
periodo de la Guerra Fría (1940-1990) a la sumisión en todo el periodo del
Consenso de Washington (1990-2018), conformándose así las bases de legalidad y legitimidad
de los poderes, las elites, las oligarquías y el horizonte político y las bases
de la lucha social. La corrupción estructural que hizo posible la Mafia del
Poder.
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