sábado, 18 de junio de 2022

ARTÍCULO INVITADO) EL PODER, POR EL ESPECIALISTA VÍCTOR GARCÍA MOTA MI PADRE Marcos García Caballero

 

EL PODER

 

México instalo por la vía democrática a un Nuevo Régimen Político de Gobierno. Un Gobierno de EXCEPCIÓN democrático de izquierda radical y pacífico; y esta izquierda que llego al PODER cancelo la clásica vía la “Toma del Palacio por la fuerza”, porque reconoció que la única vía para llegar al PODER es la vía DEMOCRÁTICA con el voto mayoritario de los mexicanos en las urnas.

Sin duda, es muy importante que entendamos porque el actual Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador es un Gobierno de EXCEPCIÓN porque hay un universo de signos y significados que marcaron el pasado reciente conformado como un periodo histórico de 40 años, entre 1980 y el 2018; que ubica a esa EXCEPCIÓN como un momento de profundos cambios Geopolíticos mundiales que han marcado el horizonte histórico del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

El Gobierno de AMLO es de EXCEPCIÓN porque se dio en el contexto contemporáneo donde las diversas y múltiples izquierdas navegan a la deriva viviendo una profunda crisis de identidad desde la desaparición de la URSS que represento el paradigma del socialismo y el comunismo.

El Gobierno de AMLO es de EXCEPCIÓN porque arriba al nuevo escenario mundial que surgió a fines de los 80 y principios de 1990, y que dio por terminada la gran disputa de la Guerra Fría entre el comunismo y el capitalismo con la desaparición de la URSS.

Gobierno de EXCEPCIÓN porque este hecho histórico configuro la Nueva Geopolítica hegemónica que encabezo Washington patentizando la hegemonía indiscutible del CAPITALISMO. No hay otro Modelo en el mundo. China es la expresión más acabada del capitalismo guiado por el partido comunista chino y de la mano del Halcón mayor Henry Kissinger en 1979 con Zhou Enlai; y hoy es la segunda economía mundial capitalista y China está en la disputa por la hegemonía mundial.  

Gobierno de EXCEPCIÓN porque el fracaso contundente de la URSS, y su desintegración y desaparición en 1990, marcaron un nuevo horizonte en el Mundo, con el ascenso de la GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA y el NEOLIBERALISMO, que dio paso a una profunda recomposición económica y política en los Estados Nacionales, con el profundo y total desmantelamiento de las economías nacionales, sus aparatos económicos, y la venta de todos sus activos de la agricultura, la industria y los servicios y al considerar que el intervencionismo del Estado  era un profundo obstáculo para la modernización de la economía capitalista. La GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA se asumió como un cambio que llego como todo un PAQUETE al arribar a nuestras sociedades latinoamericanas como un proceso cultural de nuevas ideas que se consideraron innovadoras en todo el campo económico y tecnológico para propiciar el creciente comercio, y las mayores inversiones entre diferentes países por la difusión de las tecnologías alcance de nuestra mano. El proceso globalizador fue total en lo político, social, cultural al asumirse como nueva moral; este hecho fue un giro que modifico las diversas circunstancias de nuestras vidas al ser impactadas por la intensificación de las relaciones sociales en todo el mundo, porque la globalización pretendió la integración de civilización y cultura y las cosmovisiones y todo esto porque, la idea central se sustentó en que el proceso de integración acercaba a los países para que se desarrollasen, y lograran el objetivo de parecerse más a Occidente; el paradigma de la modernización se creyó se produciría en una convergencia global en torno a un conjunto de valores universales: la libertad, la igualdad, la dignidad de la persona, la democracia, el pluralismo, los derechos humanos el individualismo de mujeres y hombres progresistas que alcanzarían el éxito total.

Gobierno de EXCEPCIÓN en el momento en que se produce el cambio hacia la Globalización Económica que ya se venía anunciando desde 1979-1980 con la llamada “revolución conservadora” de Margaret Thatcher y con el llamado “Consenso de Washington” como un paradigma sustentado en una cascada de ajustes estructurales en la economía mundial que se impondrían en todos los países. El Consenso de Washington se constituyó en un poder supranacional integrado por el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Altos funcionarios del Gobierno Norteamericano, El Comité de Reserva Federa, el Fondo Monetario Internacional y los llamados “Think Tank” especialistas operadores dedicados a implantar con fuerza los cambios estructurales un conjunto de fórmulas económicas neoliberales impulsadas por los organismos financieros internacionales en los años ochenta y noventa; y los organismos financieros mundiales exigieron aplicar esas medidas para conceder créditos y ayuda financiera  en Latinoamérica. El objetivo central de esta estrategia fue destruir al Estado, la Soberanía de las sociedades, el Nacionalismo y las bases de la identidad nacional en que se sustenta la sociedad. Una destrucción bajo la idea de que eran un gran obstáculo para el crecimiento y el desarrollo moderno de las sociedades contemporáneas. La Globalización Neoliberal sustento una idea falsa y peregrina, la estandarización del Mundo, de las Sociedades de Asia, África y América Latina. Una brutal simplificación de la complejidad del Mundo y de los pueblos originarios en America Latina.

Gobierno de EXCEPCIÓN porque arriba al poder cuando predomina la visión optimista de la GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA que encubrió la profunda complejidad y polarización de las sociedades que asumieron como proyecto modernización al Modelo Económico Neoliberal, una profunda desigualdad, un aumento incesante de la pobreza y dispararon los flujos de emigrantes en todo el planeta, no solo en America Latina, Centro America rumbo hacia México para llegar a Estados Unidos incluyendo a millones de mexicanos que abandonaron el llamado “campo mexicano”

Gobierno de EXCEPCIÓN porque arriba al poder cuando la Globalización Económica ya mostraba desde su origen en 1980 la premisa ilusoria que la conduciría hacia el fin de la globalización cuyas señales mostraban que su agotamiento venía de lejos expresado por fuerte la crisis financiera de 2008, las que se acentuaron en el 2018 con la caída de 5 puntos porcentuales del PIB mundial; señales que en el arranque del 2019 se expresó abiertamente como una recesión económica, realidad económica que se ensamblo con la ascendente PANDEMIA, el COVID-19 a escala mundial durante dos años, ahora como una crisis mundial sanitaria. Ante estos hechos, la gran mayoría de los países contagiados, abandonaron los paradigmas neoliberales y asumieron el RETORNO del Estado para hacerse cargo en sus sociedades del duro impacto de la pandemia que disparo la crisis económica, el desempleo, y la URGENCIA de atender la CRISIS SANITARIA, la economía, el desempleo y pobreza generalizada. EL RETORNO DEL ESTADO afirmó el nacionalismo y la soberanía, para decidir con plena LIBERTAD, lo que cada sociedad podría hacer; y esto fue el fin de la globalización neoliberal; y a esto los teóricos neoliberales le llamaron “GOBIERNO POPULISTA”; porque se atendieron las URGENCIAS y porque aunque se mantuvo abierto el flujo de las inversiones, el CAPITAL y los capitalistas se movieron a sus anchas. Lo que vino después es esta realidad de la desglobalizacion de abandonar el Modelo Económico Neoliberal, porque el paradigma, quedo hecho trizas, aun manteniendo abierto el movimiento del capitalismo y el comercio mundial.

Gobierno de EXCEPCIÓN porque arribo al poder  en el 2018 con el voto de los mexicanos que expresaron su hartazgo, y este Gobierno quedó sometido a todas las presiones internacionales y nacionales por las fuerzas conservadoras y sus aliados externos y ha sido el manejo de la correlación de fuerzas políticas, que el Gobierno Popular ha realizado frente a los intereses que mueven estos actores; y no ha quedado atrapado por la acción de esos actores políticos, su visión y estrategia le ha dotado de una soltura para manejar estos escenarios complejos.

Este contexto patentiza el hecho de que NO hay garantía de continuidad porque las fuerzas globalizadoras y neoliberales conservadoras y sus aliados harán todo los posible por descarrilar al Gobierno de EXCEPCIÓN que representa AMLO en el escenario internacional y nacional. 

Gobierno de EXCEPCIÓN porque la trascendencia de este Gobierno se inscribe en el debate nacional, producto del tsunami electoral del 2018 que cambió radicalmente el mapa político del país generando el gran cambio que está viviendo el país teniendo como objeto de reflexión el futuro del presente sexenio desde una retrospectiva y una prospectiva histórica en el contexto de la Geopolítica Hegemónica Norteamericana y del panorama de los gobiernos progresistas y de centro izquierda, porque los impactos de la Cuarta Revolución Tecnológica, la pandemia y lo que son las tendencias recesivas que presenta la globalización económica que vive una desglobalizaciòn. Todo esto focalizando la trascendencia de la cuarta transformación (4T) al ubicarla como el gran proyecto que presenta el nuevo Gobierno en el presente momento y en la actual coyuntura histórica en que se mueve este Gobierno.

Gobierno de EXCEPCIÓN porque estamos ante una nueva realidad que muestra una crisis de percepción en la minúscula oposición y en los intelectuales conservadores y por ello la presente reflexión es una invitación a pensar la complejidad histórica que está en el centro del presente gobierno, marcado como el eje argumental, el hilo que enlaza todos los signos del universo del panorama mundial y la Geopolítica de Washington frente al futuro imperfecto del presente Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Gobierno de EXCEPCIÓN porque el universo de acciones y decisiones del Presidente Andrés Manuel López Obrador está marcando la vía, la ruta, el rumbo, el camino por el que México está cruzando nuestro país porque México ha decidido construir su futuro, expreso AMLO, al declarar que México ha iniciado La Cuarta Transformación (4T).

Gobierno de EXCEPCIÓN porque el Presidente Andrés Manuel López Obrador es el primer presidente en la Historia de México que conversa y ofrece información cotidiana a los periodistas. Después del Gral. Lázaro Cárdenas del Rio que lo hizo hace 80 años. AMLO ha iniciado, desde el 1º de Diciembre 2018 un  nuevo modo de gobernar y ha decidido marcar la Agenda Política de México con sus conferencias matutinas en Palacio Nacional que se inician a las 7am cuya duración es de dos horas. Conferencias con más de 60 periodistas mayormente nacionales y cuya estela de preguntas van de retóricas a fundamentales, colocando al Presidente en una dinámica de interlocución sumamente importante, porque “la voz ciudadana” de periodistas, medios, ciudadanos lectores y escuchas de estos mensajes en que se apela a creciente transparencia, mostrando insuficiencia de información, generalidades, contradicciones, errores, denuncia de funcionarios entre muchas otras cuestiones de interés nacional. Lo sorprendente y extraordinario es que el presidente asume el reto que implican las respuestas y su ánimo aviva ese sentido democrático de la comunicación. A lo largo de estas conferencias matutinas ha surgido, lo que bien podemos llamar ya “un parlamento ciudadano abierto”, que juega el papel de contrapoder, atajando cualquier tentación de autoritarismo llenado el vacío, la ausencia de una oposición, un pulverización de la partidocracia, haciendo evidente el vacío de un contrapeso y que “el parlamento ciudadano abierto” viene a jugar ese papel.

Gobierno de EXCEPCIÓN porque no hay duda de que la cuestión es clara porque se pone a debate toda la política del nuevo gobierno y  porque las grandes transformaciones que México ha realizado nunca han sido fáciles ni directas. La Historia muestra que una vez que la transformación se pone en marcha involucrando a decenas, centenas, miles y millones de mexicanos el engranaje de esta masa de procesos comienza a funcionar mostrando los cambios que están en curso conformando una nueva realidad. Tal fue el caso de la gran transformación que realizo el Presidente de México el Gral. Lázaro Cárdenas del Rio de 1934 a 1940.

Gobierno de EXCEPCIÓN porque este es el asunto, para todas y todos los mexicanos, entender y dar forma a la Cuarta Transformación (4T) para crear la respuesta del futuro que queremos los mexicanos. Ningún mexicano será indemne a la masa de cambios que están en curso. Los cambios son históricos en términos de su magnitud, velocidad, alcance e impactos: Transitar hacia un NUEVO RÉGIMEN, construir y levantar el Estado Nación, un Estado de Bienestar, un Estado que de gobernanza a las salvajes fuerzas del capitalismo privilegiando su intervención en la economía, trazando y superando los intentos fallidos del viejo nacionalismo irresponsable de los años 70 de los presidentes, Luis Echeverria Álvarez (LEA) 1970-76 y José López Portillo (JLP) 1976-82. El horizonte de una nueva economía mixta se proyecta inédita y renovada. Todo este esfuerzo de construir y levantar UN NUEVO RÉGIMEN POLÍTICO, UN NUEVO ORDEN JURÍDICO. Darle sustento y viabilidad a una nueva economía incluyente en donde las grandes mayorías sociales indígenas y campesinos, trabajadores, mujeres y jóvenes; y donde primero sean los pobres beneficiarios directos de estos cambios.

Gobierno de EXCEPCIÓN porque la envergadura de esta compleja tarea histórica es el debate que está en curso y reclama la mayor participación social porque los cambios no son de un día para otro. Esta masa de cambios sustentados en una Democracia y un Estado de Derecho, real y no simulado. Aquí está la clave para transitar del viejo Régimen de la mafia y la corrupción hacia este Nuevo Orden Social de Justicia y Paz. Hacia una prosperidad inclusiva. Es una tarea histórica, no es para mañana. Su complejidad involucra a toda la sociedad, a las grandes mayorías, al pueblo de México, todos tenemos que hacer nuestra tarea.

Gobierno de EXCEPCIÓN porque una transición de una República simulada en donde los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial se sometieron al Estado Autoritario a lo largo de 80 años y en los 36 últimos años se sometieron a la imposición neoliberal que impuso Washington, simulando una República Democrática, Soberana e Independiente. Una transición hacia una real y verdadera República democrática, soberana e independiente asentada en un real y verdadero Estado de Derecho con verdaderas Instituciones y con una nueva generación de servidores públicos dispuestos a darle credibilidad y legalidad a las Instituciones. Una tarea fundamental erradicar la CORRUPCIÓN estructural que permeo a toda la sociedad.  

Gobierno de EXCEPCIÓN porque sabemos que cada gran transformación Histórica de México ha supuesto una transformación disruptiva; y en el presente los mexicanos tienen más adaptación al cambio que en los siglos anteriores; porque hay un panorama que lo facilita externamente: el ascenso de Donald Trump generó una coyuntura histórica para que México diera paso a un gobierno de izquierda. Trump ha modificado toda la arquitectura institucional del mundo de posguerra generando una crisis en las diversas instituciones internacionales que dieron sustento al “Orden Internacional” y el mundo se está enfrentando a una nueva geopolítica hegemónica bajo la premisa de “primero Norteamérica” con un nacionalismo proteccionista. En el contexto histórico de la crisis de la globalización que sin haber superado la del 2008, ha entrado hacia una recesión que parece imparable. Un entorno complejo por los impactos de la Cuarta Revolución Tecnológica.

Gobierno de EXCEPCIÓN porque en el 2018 México llegó fuertemente presionado por los factores internacionales los que agudizaron el gran hartazgo social mostrando la imposibilidad de seguir con un régimen político que ahondó la desigualdad social, la pobreza, la exclusión, la profunda inseguridad, la escalada de secuestros, los ascendentes feminicidios, un panorama social insoportable agudizado por la pandemia de la corrupción que cruzó a todo el poder haciendo evidente el creciente malestar social en todos los rincones del país, en todas sus zonas urbanas. El pueblo mexicano expresó su cansancio de tanta pinche tranza de esta oligarquía y su elite política que hizo de México un botín y por eso decidió darle todo el poder a AMLO. 

Gobierno de EXCEPCIÓN porque el inédito triunfo de un Gobierno de izquierda es una EXCEPCIÓN porque representa un salto cualitativo en el panorama mundial y nacional por la convergencia de una masa de procesos, factores y tendencias, que hacen deseable un gran cambio del Status Quo actual.

La Cuarta Revolución Tecnológica se hizo presente en el ascenso de AMLO al poder con el papel de las benditas redes en el desenlace electoral hizo evidente la presencia del mundo de las tecnologías, la nanotecnología, la revolución de las comunicaciones, drones apoyando la búsqueda de los huachicoleros; impresoras 3D, robots avanzando en de la industria automotriz nacional, así, el impacto creciente de la presencia de la inteligencia artificial, el big data, la biotecnología. Salta a la vista el horizonte de las posibilidades ilimitadas de tener miles de millones de personas conectadas mediante sus celulares un poder de procesamiento, una capacidad de almacenamiento y un acceso al conocimiento sin precedentes, una realidad entre muchos otros procesos tecnológicos que muestran la presencia de la Cuarta Revolución Tecnológica que sigue impactando nuestra percepción de nuestro entorno y sus circunstancias y del mundo; porque esta masa de cambios políticos, tecnológicos, sociales y económicos siguen afectando los paradigmas en que hasta ayer fundábamos nuestras percepciones.

Gobierno de EXCEPCIÓN porque la Cuarta Transformación (4T) en curso nos convoca a una creciente participación social porque en el contexto histórico el presente gobierno popular progresista y de centro izquierda que encabeza AMLO se muestra como una excepción histórica frente al fracaso de la izquierda en toda América Latina; y que ahora en las recientes elecciones del 2022 se está dando un viraje hacia la izquierda.

AMLO lo sabe no hay futuro del socialismo en un solo país como lo postuló José Stalin;  y por ello el presente Gobierno es una EXCEPCIÓN.

Hagamos una retrospectiva de los procesos anteriores al 2018, un pasado reciente porque esas condiciones aún están presentes, sabiendo que en el presente 2022 se está produciendo un viraje hacia la izquierda.

En ese pasado reciente 1980-2018. Las causas de la derrota de la izquierda en America Latina están a la vista. Hagamos una apretada síntesis de estas causas con una visión retrospectiva:

1) Se ignora y minimiza que la nueva geopolítica que brotó de la posguerra (1945-1990)  quedó definida con la disputa de las dos potencias hegemónicas la URSS y EU configurándose la realidad del Mundo Bipolar. La disputa abrió el escenario de la Guerra Fría en todo el planeta.

2) Se ignora y minimiza que del largo periodo de prosperidad del capitalismo (1945-1970) emergió la democracia como modelo paradigmático de la humanidad, enarbolando tolerancia, respeto, libertad y el ejercicio de los derechos humanos. La ola democrática que se dio entre 1974 y 1990 hizo evidente que la Revolución Mundial como paradigma venía siendo sustituida por el paradigma de la democracia. Esa ola  propició que más de treinta países de Europa, Asia, África y America Latina transitaran de diversas formas de gobiernos autoritarios hacia la democracia. A principios de la década de los setenta se contabilizaban ochenta democracias, dos decenios más tarde la lista se amplió a casi ciento cuarenta. Los procesos políticos democráticos fueron ya cotidianos y se consolidaron los partidos comunistas recompuestos, la vida social vio el ascenso de los partidos modernos, los partidos de Estado, los partidos dominados por elites, partidos modernos clientelares, empresariales controlando la franquicia, donde una oligarquía domina la vida de los partidos y la democracia es acotada por el ascenso de los poderes fácticos que adquieren autonomía y dominan el espacio público, determinando el curso del desarrollo y de la sociedad. La democracia acotada es también asediada por el ascenso de las grandes organizaciones de narcos; y la democracia queda  sometida a una partidocracia, donde la rotación de la élite autodesignada controla el sistema político que le asegura su permanencia.

La gran mayoría de los países tenía en papel una Constitución que validaba la democracia, el liberalismo político. Se ignora y minimiza que America Latina apenas ha arribado a la democracia saliendo apenas de las dictaduras, los golpes de estado, las juntas militares, los gobiernos autoritarios; sociedades que han sido devastadas por el Colonialismo, el Imperialismo, y los 36 años de imposición del neoliberalismo; sociedades en las que no realizaron ninguna real transformación, una reforma agraria (la que solo México realizó con Cárdenas), cargando el peso de su atraso, oscilando entre sociedades agrarias y recientes procesos de urbanización, con una simulación de una arquitectura de repúblicas, de equilibrio de poderes, de instituciones democráticas, de ciudadanos de ficción y sin justicia. Sociedades en que predomina el poder vertical de los caudillos apoyados por la geopolítica hegemónica de Washington; y en donde los flujos migratorios muestran a los Estados fallidos que persisten en el Continente Latinoamericano.

El arribo de la democracia pronto reveló su otra cara la mistificación de la transición democrática, mostrándose de lleno el gatopardismo, cambiar para que todo siga igual, mediante el empoderamiento de las llamadas burguesías nacionales, oligarquías, mafias, gobiernos autoritarios; y la poderosa fuerza del narco penetrando al poder; y ahora con democracias maquilladas a modo para la élite y la complicidad de los poderes fácticos.

3) Se ignora y minimiza que los gobernantes latinoamericanos se asumieron sumisos a Washington en todo el periodo de la Guerra Fría (1940-1990), y luego pasaron a la sumisión del consenso de Washington (1990-2018), que significó poner en práctica la realización de todo un paquete de cambios como: la entrada plena del posnacionalismo, instauración plena del neoliberalismo, los procesos de integración que la globalización desata; el tipo de régimen político y económico, el modelo de desarrollo, el tipo de democracia y las exigencias claras y contundentes para liquidar al Estado nacional, liquidar su papel intervencionista en la economía. El posnacionalismo focalizó la liquidación del Estado en el desmantelamiento de todo el aparato productivo nacional, agricultura, industria, bancos, liquidación del sector público y de las empresas descentralizadas de participación estatal. El Estado paso de “obeso” a un Estado “mínimo” porque debería estar al margen de la nueva dinámica de la economía que imponía el mercado y las poderosas trasnacionales. Todo el poder asentado en este Estado autoritario y corporativista tendría que ser liquidado con la cascada de reformas y en donde las nuevas sociedades emergentes tendrían un papel central en la ola democrática por los cambios que estas reformas desencadenarían para hacer posible la transición del Estado autoritario corporativista al Estado neoliberal autoritario asentado en la simulación democrático y al modelo económico y político de la globalización económica de nuestros días que hace visible la realidad contemporánea poscomunista.

4) Se ignora y minimiza que la ola democratizadora que corría por el continente entre 1974 y 1990, parecía confirmar que América Latina transitaba hacia la democracia y que las dictaduras y los gobiernos autoritarios, los dictadores y las juntas militares eran ya cosa del pasado, porque la democracia se consolidaba, estaba blindada en el continente y era irreversible.

5) Se ignora y minimiza que esto no fue así. La democracia sigue frágil, reversible, insustentable. Persisten las condiciones de una simulación democrática, los hombres del viejo régimen siguen teniendo poder y muchos de no han sido juzgados, por el contrario son indultados y tienen leyes de amnistía para genocidas, para criminales; pactos en lo obscurito los siguen protegiendo.

En América Latina las oligarquías siguen siendo las más beneficiadas de esta democracia que es frágil, con instituciones manipuladas por los poderes fácticos, el ejército y los exgolpistas que siguen mostrando la presencia de una geopolítica dominante que los exculpa porque son garantía de continuismo del modelo. El retorno de la derecha al poder se ha beneficiado de la simulación democrática y de la fragilidad de todas las instituciones. Este retorno de los gobiernos autoritarios, golpistas maquillados de “demócratas” patentiza claramente que ahora el retorno es  como presidentes constitucionales en sus respectivos países por la vía electoral y; concluida la transición, la democracia se asume como, consolidada, blindada y sustentable se afirma que no es restauración del “viejo régimen”; resulta claro que se da un continuismo autoritario maquillado, con “nuevo rostro”, ahora posmoderno; y hasta se atreven a decirse gobiernos progresistas. 

En estas condiciones se alzaron las sociedades democráticas de élite con una brutal desigualdad social, sociedades que mantenían todos los signos de intolerancia: racismo, discriminación, xenofobia, homofobia, patriarcado, machismo y la violencia contra la mujer, el feminicidio; sociedades que llenaron cárceles con disidentes y presos políticos, violando todos sus derechos; sociedades en donde los asesinatos políticos se dan como un hecho cotidiano, secuestros, desapariciones y tortura. A lo largo de este periodo estas sociedades viven la destrucción de los movimientos sociales, la criminalización de la protesta social y se entronizan los poderes fácticos de la iglesia, los empresarios, los poderosos medios de comunicación, las poderosas corporaciones de las mafias sindicales y la presencia poderosa del narco y sus redes del crimen organizado.

6) Se ignora y minimiza que en América Latina durante treinta años (1960-1990) por el impacto de la Revolución Cubana, la disputa chino-soviético (maoístas contra estalinistas) el debate central que acaparó a dos generaciones de las clases medias y a la casi totalidad de los intelectuales latinoamericanos fue hacer la Revolución Socialista. En América Latina los revolucionarios (comunistas, maoístas o trokistas, guerrilleros identificados con Cuba) nunca asumieron la trascendencia de la Geopolítica. Primero la línea para todos los partidos comunistas venía de Moscú y para los maoístas la línea venía del Gran Timonel, una simplificación brutal, que se resolvía en una sola palabra imperialismo. Cuba vino a simplificar más todo el porvenir revolucionario, todo era hacer la revolución. La disputa por la Revolución Mundial y la Actualidad de la Revolución Socialista se constituyó en la onda expansiva que modificó todas las expectativas, las sociedades latinoamericanas fueron respondiendo a esa señal, se polarizaron crecientes segmentos de la sociedad, campesinos, obreros, sectores populares, movimientos estudiantiles y clases medias en general. Todos estos actores sociales fueron focalizados desde el marco de la Guerra Fría Caliente y se criminalizó la protesta social, se aplastaron los reclamos liberales y democráticos. El Poder consideró que los actores estaban contaminados por el comunismo, se radicalizó el movimiento social y muchos  se fueron a los extremos por la alta presión de las dictaduras, las juntas militares, los gobiernos autoritarios y la ultraderecha marcó el ritmo de las oligarquías. El reclamo democrático corrió en paralelo a estos procesos a lo largo del periodo; y la democracia incipiente fue destruida y reprimidas todas las posibilidades de su construcción.

 

7) Se ignora y minimiza que la democracia no estuvo en la agenda política y social a lo largo de todo este periodo (1960-1990). No se creía en la democracia liberal. La democracia fue y es y sigue siendo un tema fundamental del mundo moderno. 

8) Se ignora y minimiza que el punto central está aquí, porque  ningún cambio en nuestros países, el cambio de modelo económico vigente neoliberal, el tipo de sociedad, el régimen político, la democracia imperante no se explica en sí mismo, domésticamente, en los estrechos marcos nacionalistas. Los cambios en nuestros países solo encuentran su verdadera comprensión en la Geopolítica dominante, expresados en el paso de los gobiernos, sin excepción, de la sumisión a Washington en todo el periodo de la Guerra Fría (1940-1990) a la sumisión en todo el periodo del Consenso de Washington (1990-2018), conformándose así las bases de legalidad y legitimidad de los poderes, las elites, las oligarquías y el horizonte político y las bases de la lucha social. La corrupción estructural que hizo posible la Mafia del Poder.

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