miércoles, 28 de junio de 2023

$1000.00 mil pesos por su tatuaje

 

Bueno pues, para no contarles sólo choros densos de Robert Walser y Witold Gombrowicz les comento que hace como un mes y días se me hizo fácil y me tatué unas letras en el hombro, así con la tipografía de máquina de escribir y pienso que no está nada perdido: 1000.00 mil pesos y ya, pues su tatuaje, no está mal, pero lo que extraño de los tatuajes es su velo prohibido que sí tenía un tatuaje en 1990 y que ahora en 2023 ya no tiene, yo me tatué unas letras con una máquina de tatuaje que fabricó un amigo y una cuerda de guitarra y pues ahora hasta recibo del tatuaje me dio el tatuador, no estuvo mal.

 

LES CUENTO UN POCO DE LA HISTORIA DEL ROSETÓN DE PLATA

 Era el año 2012, yo rentaba un departamento en el sur de AGS, bebía poco alcohol pero todavía lo hacía y estudiaba Filosofía. Fue un día cuando me llegó un video de un email conocido de una amiga que decía que supuestamente nadie del gobierno quería que lo viéramos, me empezaban a caer los veintes de la carrera de la Filosofía en cascadas de perplejidades y con mucho ánimo decidí que tenía que empezar un libro de relatos sobre mi vida exagerándola y pensé que sería publicable, en ése libro me visualicé según yo pues, como un escritor profesional, y lo envié terminado a editorial Almadía, ahí me dijeron con buena idea, sin sobajarme ni maltratarme que pensaban que el material era valioso pero que ellos no estaban en condición de publicarlo, no me enojé, el editor de almadía me pareció una gran persona, luego fue ése encuentro con Almadía en 2015 más o menos, porque estuve trabajando ésa novela de Vestigios de cerro hermoso y éste que fue el Rosetón de Plata al mismo tiempo, pues ahí hasta el 2019 que salió la convocatoria estatal del PECDA obtuve el apoyo para editarlo y pues creo que valió la pena esperar, pero al año siguiente fue eso del covid-19 y el libro estuvo detenido mucho tiempo, hasta que un día que daba clases en una clínica antialcoholismo sobre poesía me entró una llamada al celular de una amiga de Valle de Bravo o sea que yo podía ir allá y presentarlo, la idea me encantó y así empezó la vida del ROSETÓN en el mundo cultural, después de la presentación oficial que se tenía qué hacer en Febrero y Marzo de 2020: a los quince días empezó la pandemia y ni soñar con ninguna presentación.



Aquí arriba en LAGOS DE MORENO en 2021





AQUÍ ARRIBA ANTES DE QUE SE SOLTARA EL ROLLO ÉSTE DEL COVID-19

OTRA CUESTIÓN importante para mí del ROSETÓN en LAGOS DE MORENO es que ahí y justo ése día se cumplieron 20 años de la publicación de mi primer libro de poesía INFINITOS DISPERSOS, es decir en 2021, porque en 2001 el primero de septiembre se hizo una presentación en la FERIA DEL ZÓCALO UN LIBRO ABIERTO y el día once de septiembre cuando se cumple un aniversario más del golpe de estado en CHILE a SALVADOR ALLENDE y cuando mucha gente piensa en el atentado a las torres gemelas de NUEVA YORK, yo presenté mi libro de poesía en Tlaxcala y 20 años después estaba presentando ROSETÓN DE PLATA EN LAGOS DE MORENO JALISCO en 2021, en horabuena pues.


martes, 13 de junio de 2023

POESÍA DE MARTES TRECE

 

Pasan desfilando por mi ventana las palabras vete

A la montaña: es una forma de decir: Cuídese de la muerte

Entonces también exploro, días después, la oportunidad

De correr por el parque. Las palabras sobre

La montaña terminan, pero al tercer día que voy al

Gymnasio ya se enojan conmigo.

Ahora, me preparo para escribir un poema

Y se cae la taza del escritorio, despedazándose:

¿Qué si yo quiero un tiro?

Pienso que no tengo nada de violencia,

Pero en realidad, no deseo pelear, escribo

Para elaborarme, argumentarme, reflexionar

Y mantenerme vivo.

 

domingo, 4 de junio de 2023

PRESENTACIÓN EDITORIAL

El viernes 16 de junio de éste año se presentará en la biblioteca Jaime Torres Bodet, el libro corto de Amauri López Villafuerte titulado: "Seguiré sus pasos" , Hace como dos semanas atrás de hoy que les comunico éstas palabras de poco peso, Amauri me envió el nexo por tel celular de que se podía conseguir el libro por Amazon, "muy chido pues Amaury " La verdad me dió mucho gusto ver en mi puerta un mensajero de Amazon: "¡Paquete para Marcos García!" Y pues ahí estaba, "Seguiré sus pasos", novela de amor y desmadrado desamor, pero no hay que echarle más que porras de las buenas: Fíjense, yo conozco a ese cabrón desde que íbamos en el Bachillerato en Hot Waters hace rato, empezando los años noventa, luego en fechas alrededor de el año 2000 Amaury dice que me vio en CDMX , supuestamente en una fiesta, no lo recuerdo pero es probable, Amaury conoció a Paco Ignacio Taibo II y a Joaquín Sabina en circunstancias que todavía no sé recordar, pero pues ahí anda, éste hijo de las mil y una noches, Amaury López Villafuerte, lo importante es que se lea su novela, sus padrinos serán Arlette Luévano y Ricardo Esquer, ella premio Efraín Huerta de Poesía y Esquer, pues ya es casi de la vieja guardia de los escritores aquí en Aguascalientes: Ahí está pues: la biblioteca ya saben, en el centro de AGS, y... ¡Pues que se lea a Amaury! "¡Seguiré sus pasos!"






domingo, 28 de mayo de 2023

OBSERVACIÓN NUEVA

Decía David Huerta el hijo de el lagarto y decía bien en una entrevista con la Jornada Semanal  de hace más de 22 años (ya no leo el semanal de la Jornada, pero no crean, me apetece a veces), bueno él dijo ahí que existen frases inolvidables y pienso en la frase del poeta colombiano Jotamario Arbeláez, su frase es:

"la buena vida es la madre de la mala literatura"

aah!! carajo!! joder, por qué no se me ocurrió a mí?, obviamente es un gran poeta éste maestro, Tuvo que pasar mucho tiempo para recordar a éste poeta, hagamos que suceda, como dice la TV, una re lectura de éste gran escritor. 






miércoles, 24 de mayo de 2023

DE JOTAMARIO ARBELÁEZ

La lectura en tinieblas

Mi padre no me dejaba leer la Biblia

ni el Manifiesto Comunista

para que no gastara la poca luz

que podía pagar para la casa.

Me quitaba el bombillo y dormía con él bajo la almohada

remordiéndole la conciencia

pero al pie de la cama de mi cuarto también roncaba la 

nevera

e instalado a los pies de mi cama con la nevera abierta

leía de la medianoche a los gallos

de la crucifixión de San Pedro cabeza abajo,

de la lapidación de Pablo en Listra

y de la pasada por la espada de Santiago en los Hechos de

los Apóstoles,

de las tribulaciones de Panait Istrati,

las duras prisiones de Nazim Hikmet

y las torturas de Julius Fuick en su reportaje al pie del

patíbulo

hasta que se me helaban los huesos.


 

jueves, 30 de marzo de 2023

SOBRE GADAMER UN COMENTARIO UNIVERSITARIO, POR MARCOS GARCÍA CABALLERO.

 

Después de Friedrich Nietzsche, la postura de Gadamer es un aparente respiro, digo y subrayo aparente porque comprender a Nietzsche es, aunque sea por un momento, estar tan loco como él lo estaba. En palabras de Carlos Fuentes, Nietzsche es aquél hombre que “encerrado en una habitación, ha perdido la capacidad de pensar, su inteligencia es tan voraz que consume sus propias palabras con las que él se habla así mismo”. Pero Gadamer no es menos inquietante. Tal vez, la opción sea abordar y considerar a Nietzsche y a Gadamer desde las verdades relativas de sus textos y no tratar de entenderlos como si descubrieran ante nuestros ojos la Verdad con mayúsculas… la abominable verdad, la que, sea cual sea, no seríamos capaces de afrontar sin miedo, y lo digo porque con Gadamer también me ha tocado darme una serie de batacazos donde, lo que uno se está jugando, finalmente es la cordura.

En efecto, la alternativa hermenéutica merece a mi juicio, según el texto de la Maestra María del Carmen, un punto de partida suficientemente veraz y convincente como para no pasar por alto a Gadamer en nuestros esfuerzos filosóficos: la conclusión a la que llego yo hasta el punto N0 4 es que la verdad está circunscrita en el tiempo. La verdad, tanto en las ciencias exactas como la matemática no son simple cuestión de exactitud y en el caso de las humanidades, tiene que ser algo apegado a la tradición de los estudios desde Grecia pero para ir más allá de ella, de la tradición, tenemos que entender que no somos los señores del tiempo ni la verdad con mayúsculas es algo depositado en nuestra conciencia. En efecto, como en otro texto recomendado en la bibliografía de éste módulo de Teoría del Conocimiento, “Las Preguntas de la vida” de Fernando Savater, éste mismo cita a otro venerable pensador español, George Santanaya, quien afirma que “la Verdad no es un punto de vista”. Y ya anteriormente a citado los versos de Machado:

“Tu verdad no:

La verdad,

Y ven conmigo

A buscarla,

La tuya guárdatela.”

 

El Punto No-5 es interesante porque ahí aflora ya más en forma el platillo filosófico que nos vamos a comer, okey, es una metáfora, pero déjenme explicar: Gadamer tiene en alta estima el lenguaje como fruto de la verdad, la verdad entonces es un hecho lingüístico entre la comunidad de los hablantes, pero es el caso de que en nuestra sociedad abunda el monólogo y el diálogo de sordos. Al mismo tiempo, la verdad es algo que buscamos y es algo que viene en busca de nosotros, es decir, hay una raíz teleológica de la verdad y lo interesante aquí son las interpretaciones de verdad en un diálogo ideal de la sociedad, pero si la verdad nos muestra tantas y tan diferentes caras es por la arrolladora multitud de interpretaciones que hacemos sobre el mundo. Se trata de llevar el mundo al lenguaje, cierto, pero cada verbalización (o cada interpretación) se hace desde ópticas tan dispares en lo radical y en lo que tienen de ingenuidad. A este punto, recordamos la frase de Ortega y Gasset: “la búsqueda de la verdad es un hecho radical de la vida humana”.

Me parece que hasta el punto 5 está ya dicho lo primordial del texto, ya que sobre la obra de arte hay pocas menciones y lo demás es casi solamente la discrepancia entre Habermas y Gadamer, salvo pocas observaciones. No obstante, el texto (como ella misma da valor al texto), adquiere relevancia porque nos da un perfil de un pensador contemporáneo fundamental.

Hasta aquí mi comentario y gracias por la atención. Marcos García Caballero

 

 

miércoles, 22 de marzo de 2023

POESÍAS CON NUEVAS CAUSAS!! LA VEJEZ Y EL FEMINISMO!!

 ¡ACLAMEMOS A LOS VIEJOS!

¡SEREMOS MEJOR QUE ELLOS?

¿ENFRENTADOS ASÍ, A LA BROMA NEGRA DEL DESTINO?

¡OBSERVEMOS EL HORIZONTE!

¡ENTENDAMOS LA VIDA!

¡LA VIDA EN SU PUNTO CULMINANTE!

¡LA COMPRENSIÓN DE LA VIDA!

viernes, 24 de febrero de 2023

ENSAYO WORK IN PROGRESS, (POR MARCOS GARCÍA CABALLERO)

 




Que se empiece a limpiar la cristalería fina en la terraza frente a éste intenso océano en forma de signo de interrogante. Que la arena esté limpia y resplandeciente. Que se arregle el audio, el video y los ecualizadores hasta cubrirlo todo con una acústica perfecta. Bienvenidos genios de todas latitudes, tiempos y espacios. Es esto, de esto se debe hablar, querido Jaime Sabines. Primera llamada. Estemos preparados para una borrachera heroica como pintada en un lienzo de Mark Chagall.

Por  nuestro cubano Guillermo Cabrera Infante, por Mario Benedetti, por el más viejo de los invocados a este brindis, un alemán, Robert Walser. Y la que es la más nueva, la rumano-alemana Herta Müller, galardonada con numerosos premios prestigiosos, como el de Literatura de Berlín 2005 hasta su culminación con el premio Nobel de literatura 2009. Es una mujer de hermosura tremenda, de rostro emocionante como perder el sentido unos instantes. Que en ese mismo año 2009 sacó la publicación sobre su amigo, largamente entrevistado,  como una suerte de contraparte trágico: el personaje  que  nos relató con la vida de Oskar Pastior, el aguerrido y aferrado poeta moribundo en un campo de trabajos forzados de la URSS; que nos da como resultado de esa experiencia, una poética  negra y moribunda, biliosa: como lo único bueno que tiene Pastior  son dos raciones de mendrugos de pan al día, le sucede una curiosa vivencia: conforme avanza la narración y desde las primeras páginas de la novela, un ángel del hambre que lo viene a visitar después de días, meses, años, de somnolencia, de vidas prendidas por el fuego más calcinante y el nervio perdido, sudores apagados día tras día, décadas de vidas y familias perdidas,  literalmente alucinadas,  por picar y cargar tanta piedra inútilmente y no poder comer ni una, ni una  sola comida decente hasta alcanzar la libertad, cuando la muerte ya está demasiado cerca.

Se trataba, para él y millones con el mismo tipo de historias de Pastior, de tanta piedra muerta, tanta tortura, tanto miedo por la acosada pregunta: ¿Seguiré vivo el día siguiente o serán los gases de la cámara que se los llevan por millares? Tanta cadena enganchada, tanta tonelada de mierda, tanta bazofia en los enredos mentales injustificados de los cerebros de sus verdugos, –tanto rusos como alemanes los tuvieron– que hasta el cuerpo de Pastior, por el terrible esfuerzo, vomita un ángel del hambre sobre su propia  figura; un ángel nacido por las desesperadas ganas de vivir, como si fuera una esperanza que viene inútil, poéticamente, una esperanza que solamente dice tengo hambre, te lo digo a tí mi querido ángel del hambre: aureola sobre la desdichada cabeza de Pastior. Una pelusa salida de sus  entrañas: es lo mismo que otros narradores de parte de las provincias rusas  buscaban refinar de modo estetizante en toda esa literatura sobre La Segunda Guerra Mundial, desde el punto de vista de los supervivientes como un Vasili Grossman y su Vida y destino, o Solienytzin: eran esas calderas infernales de los nazis de un Auchwitz o lugares parecidos, centros de exterminio imperdonables que algunos años después esos verdugos sí fueron juzgados en Nuremberg y otros cazados por Simmon Wesental o su gente. Definitivamente imposibles de olvidar para poder creer en la humanidad del hombre y, principalmente, la misión a todo aquél que lo presenció, es o debería ser no olvidar jamás esa barbarie. El libro en cuestión de Herta Müller es Todo lo que tengo lo llevo conmigo, obra aparecida el mismo año que los diez y ocho académicos de Estocolmo se decidieran por la literatura de ésta escritora nacida en 1953.

Witold Gombrowicz es parte fundamental de éste brindis de espera perpetuamente postergada. Uno de los tres mejores escritores de vanguardia de todo el siglo XX, según Gilles Deleuze, la eminencia francesa filosófica.

Otro más, Friedrich Dürrenmatt, celebridad europea en los años cincuenta, sesenta y setenta del siglo XX leído en México más por lectores que escriben, que buscado por la masa amorfa de lectores ávidos en nuestro país de escándalos sexuales, narcotráfico o del escritor que se sube al candelero de la semana. En literatura es difícil hablar de originalidad, y mucho más cada vez más: la cultura escrita se suicidará el día que sea un best-seller los cuentos del Chapo Guzmán comentando su último romance ó, cuando la literatura fantástica como Harry Pötter sea indistinta en cada lector que la intente interpretar. Lo cual ya empieza a suceder.

Robert Walser triunfó relativamente durante la Alemania de la república de Weinmar y fue redescubierto para México ya entrado el siglo XXI. Sus libros son algo así como una docena. Pero yo me refiero al conjunto de narraciones de Sueños, La Habitación del Poeta y De paseo. Obras deliciosas por donde se les vea. Walser simplemente se va de largas excursiones por los pueblos de Alemania y parece que su turismo campirano le favorece: ya que encuentra todos los problemas y alegrías del pueblo alemán, que le caen como racimos. Los  empeños y sus dramas, sus trabajos y sus dilemas, sus carcajadas y sus lágrimas le llueven por igual, lo mismo un cocinero con un matrimonio hecho pedazos, que una duquesa o baronesa que se aburre en una vida aristocrática heredada… en busca de algún amante nuevo: todos esos temas (las preocupaciones inmediatas de sus semejantes) son recogidos y anotados por Walser, el gran observador de la condición humana y Walser el gran conversador, el gran titán alemán que aprendió lecciones de Hölderlin más que de Goethe. Pero si al principio parecía una locura pensar en entregarse despreocupadamente al simple pasear por los caminos boscosos alemanes, finalmente siempre hay algo bueno que intercambiar: un trago, una enseñanza de tipo moral, un amorío ó un consejo para un par de  enamorados, y de paseo en paseo se va armando sin desearlo premeditadamente al parecer, hasta llegar a lo sacralizado: de repente es el lector el que encuentra a Walser en el paseo, y Walser, como viejo lobo, te indica toda otra disquisición que será la segunda parte del libro de Sueños, publicado en 2012 en México por la prestigiada editorial Siruela. ¡¡Haa!! ¿Conque metiéndose a galanear con un par de jóvenes acomodadas? En lo absoluto –dirá Walser–, más bien convirtiendo el hecho de pasear, conversar, leer el periódico, hablar con mujeres y hombres de todo tipo de oficios para cocinarlo con todo tipo de aderezos y volcarlo y revolcándolo página tras página en una metafísica que es el relato del devenir de la existencia y el talento de los pueblos. O algo como eso parecen descubrir las sirvientas, los niños y todo tipo de alimañas que conviven con Walser en cada punto donde se detiene; a degustar un café, o un inolvidable tarro de cerveza o agua para ver a la idiosincrasia, la actitud y el estilo alemán en su diario enfrentar la cotidianidad con el alivio de afirmar que ante malos tiempos, deben sobrar buenas sonrisas. Me recuerda éste gran escritor alemán, claro que en otro tono y otro contexto histórico, lo que decía Jorge Luis Borges en su Historia de la literatura trágica alemana: Monstruos enormes como los de la Gesta de Beawolf mezclándose en los lejanos tiempos de los tiempos mitológicos cuando ese portentoso,  honorable y envidiado héroe tiene la encomienda de matar a Grendel. Quiero decir, no sé si me explico bien: Walser se ve como un gigante parecido a un Frankenstein del siglo XX, desdibujado o hiper coloreado: tal vez esta ocasión estará que pide demasiado a un tabernero cuando recibe gratis una ración de patatas y salchicha con tarro espumoso al lado. Pero tomará bríos este paseante lector escritor para decirnos: Cuidado con los pastores alemanes, son criaturas nobles pero no hay que hacerlos enojar nunca porque pueden desconocer repentinamente. Mientras los niños hacen y le juegan una broma a una pequeña quinceañera que vende mermeladas y pasa por un puente. Me limpio las botas del lodo del camino, subo a una carroza ó todavía mejor: saltándome las leyes de todo tipo de tiempo en los tiempos, aparecemos en un camino polaco junto a Witold Gombrowicz en esa obra genial que se llama perfectamente “Pornografía”. ¡De repente cuerpos desnudos vuelan por los aires! ¿Qué? Niña, no esté usted haciendo afirmaciones banales. Estamos en  la primera escena memorable del libro Pornografía, (reconocida así mismo por el propio autor), que se trata de llegar a una misa a las doce del día.

Es precisamente esta escena, en la iglesia,  la que sostiene todo el entramado ontológico de la novela. Me resulta encantadora la forma en que su autor afirma como tesis de la novela: el hombre, todo hombre, lo que quiere es ser joven; es decir, inacabado, no confirmado, imperfecto, excitado por lo rara que le parece la existencia.

Lo que hace la novela contemporánea es que gana por puntos; el cuento gana por nokaut, según la prestigiosa opinión de Julio Cortázar, argumento hoy en día en boca de cualquier maestro de literatura y alumno, en esta obra magnífica de Witold Gombrowicz es exactamente lo contrario. Es la acción radical de negar a Dios o cualquier entidad superior, de negar la oración, y eso, subrepticiamente expuesto por el muchacho que finge estar rezando en la iglesia que encuentran el grupo de Witold al lado del camino, es decir, al ejecutar su no-rezar, lo que muestra mientras prosigue la narración, Gombrowicz lo narra con la altura de un ser que es mirado por la inmortalidad: es decir,  como si la tierra, hablando del planeta, experimentara un mostrarse en toda su brutal desnudez obscena, ¡Locura de campanas! Y esto es lo que vuelve enigmáticamente y en correcto español: “Pornográfica” a la novela, y es porque esto es realmente lo pornográfico: eso ocurre con la pornografía, lo que repelemos de lo llamado porno es esto. Debemos tener cuidado en esta inflexión de la narración. Porque no es por principio de cuentas, o no fue así su principio, lo llamado “porno” algo que muestra el cuerpo humano, no, sino por el hecho de mostrar lo obsceno que se esconde dentro del mundo. Si aceptamos y damos por hecho los descubrimientos de la partícula de Peter Higgs, hace pocos años en la frontera entre Suiza y Francia cerca del año 2011, como nos lo indican los científicos de más alto nivel (tuve la oportunidad de ver un bellísimo documental en Netflix al respecto), resulta que nuestro universo alberga una constitución mitad lógica-matemática y otra mitad caótica poética: así es como defiendo el siguiente argumento: lo pornográfico es cuando vemos esa parte del mundo que no se nos presenta en forma de un poema de Borges o de Octavio Paz, o cuando un afamado experto como Issac Asimov ó otros como Sthepen Hawking nos cuentan la trama oculta  del Universo… Sino cuando vemos una tubería podrida de cualquier ciudad del mundo, en estado descompuesto, es este hecho de ver, es la relación entre nuestros sentidos y lo obsceno, ¡guácala! Donde nace lo que es “porno”. Y válgame la suerte, ¡por mis queridos santitos protectores! Witold Gombrowicz novelizó este hecho, como nadie en el mundo literario esperaba verlo en aquel tiempo. (Su primera publicación fue en el año 1960 exactamente). Aunque genios como Milan Kundera, nos lo enseñaron a entender en esa memorable obra ensayística que es Los Testamentos Traicionados (Tusquets, 1993).

 

lunes, 30 de enero de 2023

ENSAYO SOBRE METAFÍSICA, POR MARCOS GARCÍA CABALLERO..

 

De todos los temas abordados en el presente curso de Metafísica, el que más me importa es el Materialismo histórico de Carl Marx, qué quieren que les diga: la cuestión sobre la existencia o no de Dios me parece demasiado abrumadora y bastante ridículo el hecho de que después de sucesivas y sesudas reflexiones llegue yo a la conclusión de que Dios existe, o de que no existe… El hecho de que existan millones de seres en todo el planeta que lo crean, es decir, que crean en la existencia de un Dios padre creador del universo, etc,  me parece suficiente para tener más que prudencia al respecto, pero, sobre todo, escepticismo. Yo mismo me sentiría como un idiota si creyera en dios porque sé muy bien que dios en términos prácticos es simplemente el otro, es decir, todas las formas en que la iglesia ha tratado de quitarle lo hostil a “lo otro” y “el otro”. Esto es, el que forma la sagrada unión entre el padre, el hijo y el espíritu santo, donde el espíritu santo termina siendo dios, y como estableció Herbert Marcuse en Eros y civilización que la relación con el otro es por definición hostil, que otros se crean ese cuento de cobardía. (Existen 125 religiones reconocidas por la ONU, según datos de Hanna Harendt). Pero con el materialismo histórico de Carl Marx sucede algo parecido: hizo movilizar a millones de seres humanos en todo el planeta durante el siglo XX pero no me parece que en la actualidad sea deseable su puesta en práctica ni mucho menos. Además ¿Quién hoy en el mundo sustenta el marxismo? ¿Cuba? Cuba va en busca de un atajo vía China hacia el Capitalismo y además, La Revolución cubana ha sacrificado a más de dos generaciones, es un espejismo que refleja un mundo que no existe, una realidad inasible en la que mueren tragados por el fuego una y más generaciones. A éste respecto, quiero citar un texto del gran escritor Leonardo Padura aparecido en el año pasado en el Periódico El País:

NO ES TRISTEZA

ES UNA BRUTAL REALIDAD INASCIBLE

UNA BALADA GENERACIONAL

Las cubanas y los cubanos que comenzamos nuestra vida laboral en 1979 ó 1980 ya tenemos más de 50 años. En más de treinta años de trabajo hemos pasado por dos rectificaciones de errores, un perfeccionamiento empresarial y ahora por el reordenamiento laboral.

Las cubanas y los cubanos que comenzamos a trabajar en 1980, aún compartimos la vivienda con nuestros padres, incluso con nuestros hermanos y sus hijos, o con mucha suerte tenemos un apartamento que compartimos con nuestros hijos y sus esposas y los hijos de nuestros hijos.

Las cubanas y los cubanos que nos convertimos en trabajadores en 1980, somos ahora destacados científicos, prestigiosos profesores, experimentados obreros, condecorados militares, campeones olímpicos, artistas de fama mundial, veteranos de guerras a miles de kilómetros de nuestras costas, pero no desembarcamos en el Granma ni estuvimos en La Sierra. Con esa carencia, nuestro papel ha estado bien claro: trabajar duro, demostrar lo aprendido y agradecer a la Revolución y a sus dirigentes.

Las cubanas y los cubanos que comenzamos la vida laboral en 1980, crecimos y envejecimos, guiados por la misma generación, una generación que enfrentó responsabilidades y retos que van más allá de nuestra imaginación con menos edad que la que ahora tenemos nosotros, y que aprendió y ganó experiencia ensayando en nuestro pellejo por el método de prueba y error.

En 1980, había pasado Playa Girón, la lucha contra bandidos, la ofensiva revolucionaria, la zafra de los diez millones, la ayuda a los movimientos guerrilleros en América Latina y la guerra de Vietnam.

Las cubanas y los cubanos que en 1980 nos estrenábamos como trabajadores, nos habíamos espantado con la explosión de La Coubre, habíamos cantado ¿Pionero soy? y el himno de la URSS, en ruso, en el patio de la escuela.

Habíamos llenado bolsitas de tierra en el Cordón de La Habana, protestado frente a la embajada de Suiza por el secuestro de los 11 pescadores, cortado caña en las frías llanuras de Camagüey y tratado de convertir, más de una vez, el revés en victoria. Pero éramos demasiado jóvenes, nos tocaba trabajar duro, demostrar lo aprendido y agradecer a la Revolución y a sus dirigentes. Nosotros no habíamos desembarcado en el Granma ni estuvimos en La Sierra Maestra.

Las cubanas y los cubanos que comenzamos nuestra vida laboral en 1980, alguna vez fuimos niños que comimos fritas en el puesto de Pancho, tomamos batidos en el quiosquito de Manolín o llevamos a arreglar nuestros ¿colegiales? al viejo remendón de la esquina, con sus espejuelos sujetos con un cordón de zapatos, su busto de Martí en la repisa y su buen trato y mejor servicio. Fuimos alguna vez, niños que llamamos señorita a la maestra, señor al vecino de enfrente y señora a la mamá de nuestro mejor amiguito, pero ello no nos contaminó con las pestilentes miasmas imperialistas, ni nos salieron pústulas en la piel.

Las cubanas y los cubanos que integramos las plantillas en 1980, cantamos Somos comunistas palante y palante contagiados con la euforia de los mayores.

Asistimos a la inauguración de Coppelia, vimos el Salón de Mayo en La Rampa, escuchamos por primera vez al Grupo de experimentación sonora del ICAIC, no entendimos nada de la Primavera de Praga, ni nos grabamos con letras de fuego Hasta la victoria siempre. Aunque, no habíamos desembarcado en el Granma ni estado en La Sierra.

Las cubanas y los cubanos que empezamos a trabajar en el 80, teníamos 30 años cuando Carlos Varela proponía probar habilidad con la ballesta y estuvimos de acuerdo, pero una edición dominical de Juventud Rebelde nos recordó que los niños hablan cuando la gallina mea. Se nos olvidaba que no desembarcamos en el Granma ni estuvimos en La Sierra, lo que teníamos que hacer era trabajar duro, demostrar lo aprendido y agradecer a la Revolución y a sus dirigentes.

Cuando al campo socialista europeo le sucedió lo único que le podía suceder al campo socialista europeo, las cubanas y los cubanos que comenzamos nuestra vida laboral en 1980 teníamos más de 30 años o casi y estábamos listos para reaccionar, y sabíamos que la única salida no era la ¿opción cero? pero no estábamos políticamente maduros, nos faltaba la experiencia del Granma y de La Sierra. Nuestra misión seguía siendo trabajar duro, demostrar lo aprendido y agradecer a la Revolución y a sus dirigentes.

Las cubanas y los cubanos que comenzamos nuestra vida laboral en 1980 (o cerca) ya tenemos 50 años y más de 50 también, y hemos vivido lo suficiente para ver al administrador estatal del ¿quiosquito? que fue de Manolín, hacerse indecentemente rico, como nunca hubiera podido ser Manolín. Hemos visto llenarse los campos de marabú mientras los noticieros nos enseñan postales idílicas de la abundancia. Hemos obtenido una amplia cultura de las desgracias del universo, sin podernos enterar de lo que pasa en nuestro propio municipio. Hemos visto a Hanoi levantarse de las las cenizas de la guerra mientras La Habana se cae a pedazos sin necesidad de un bombardeo masivo.

Hemos visto cómo se convierte el guajiro en una especie en peligro de extinción como las vacas o la caña de azúcar, y cómo el cine convierte a nuestro padre en el personaje ridículo del filme, con su vieja boina verde olivo y sus consignas machaconas en el raído pullover.

Los nietos de las cubanas y los cubanos que comenzamos nuestra vida laboral en 1980, tienen ahora maestros que escriben Habana sin H y campiña con n y que declaran sin pudor no saber dónde nació Antonio Maceo, porque eso no es materia de su grado.

Las cubanas y los cubanos que comenzamos nuestra vida laboral en 1980, hemos visto proliferar pícaros y farsantes de toda laya en todos los niveles y hacer de la consigna un método y de la apariencia un culto: tenemos la mayor micropresa del mundo.

Por eso las cubanas y los cubanos que tenemos 50 años, recibimos regaños en la televisión a través de un anónimo calvito que nos sermonea con fondo musical de La Guantanamera. Cargamos con el Sambenito de las malas decisiones, los caprichos y la megalomanía, y la prensa nos pide ser austeros, comprensivos y desde luego, seguir trabajando duro, demostrar lo aprendido y agradecer a la Revolución y a sus dirigentes.

A las cubanas y los cubanos que comenzamos nuestra vida laboral en 1980, nos toca desde luego, rescatar los albañiles perdidos, los maestros perdidos, la eficiencia perdida, el quiosquito perdido, incluso el respeto al prójimo también perdido cuando la palabra compañero igualó al trabajador y al vago, al adulto y al niño, al genio y al bruto, y sembró en la mente de mucha gente la cómoda fórmula de que todos merecemos lo mismo y no que todos tenemos iguales oportunidades. Y otra vez se nos recuerda que nos toca seguir trabajando duro, demostrar lo aprendido y confiar en la Revolución y en sus dirigentes, porque nosotros no desembarcamos en el Granma ni estuvimos en La Sierra.

Las cubanas y los cubanos que comenzamos nuestra vida laboral en 1980, ahora somos viejos pero somos de mala raza porque no hemos sabido asimilar las enseñanzas recibidas, hemos engavetado los buenos consejos y no hemos dado un solo líder, además de la propensión que tenemos todos a la corrupción y al delito.

El país necesita de los jóvenes menores de 40 se requiere, al menos en teoría, de la sangre fresca, pero a nuestra generación, con sesenta años y un poco más y con unos cuantos años de trabajo todavía por delante, nos tocará seguir trabajando duro, demostrar lo aprendido y agradecer a la Revolución y a sus dirigentes.

Las cubanas y los cubanos que comenzamos nuestra vida laboral en 1980 somos ahora niños viejos, que necesitan una vez más ser regañados y aleccionados por las mismas personas que desde hace más de medio siglo nos regañan y aleccionan, porque hay que tener en cuenta que nosotros no desembarcamos en el Granma ni estuvimos en La Sierra Maestra.

 EL AUTOR DE ESTAS LINEAS

ES EL GRAN ESCRITOR

LENARDO PADURA

Escritor y periodista cubano nacido en 1955. Estudió Literatura Latinoamericana en la Universidad de La Habana, desempeñándose después especialmente como periodista en publicaciones como Caimán Barbudo, especializándose en la investigación. También ha escrito ensayos y guiones para cine y televisión. Es especialmente conocido como escritor de novela policiaca, ganando el 1998 el premio Dashiell Hammet (organizado por la Asociación Internacional de Escritores Policiacos) con su novela Paisajes de Otoño. Esta novela pertenece a su tetralogía de las “Cuatro estaciones”, formada por cuatro obras cuyo protagonista, Mario Conde, es un detective de la policía que aspira a ser escritor. Conde es el protagonista absoluto de estas cuatro novelas (Pasado perfecto, de 1991; Vientos de cuaresma, de 1994; Máscaras, de 1997, y la mencionada Paisajes de otoño) y de dos más, Adiós Hemingway (2001) y La neblina del ayer (2002).

Padura expresa el enorme valor del Arte para revelar lo indecible, para mostrar con finura, el contrapunto desgarrador de la existencia de una realidad inocultable, de un mundo que no existe, de un paraiso que es un infierno y que en el mueren tragados por el fuego una, otra y más generaciones.

 

 

Lo que estas palabras reflejan, es que ya no podemos creer más en La revolución como paradigma para establecer el proyecto marxista. El conocimiento, como el mundo, está fragmentado en miles de partes y ni siquiera los estudios interdisciplinarios apuntan hacia una salida para la humanidad. El resultado es que el materialismo histórico de Carl Marx se parece mucho a la democracia mexicana definida por Vargas Llosa en el encuentro de intelectuales del grupo Vuelta: “La democracia mexicana es la dictadura perfecta” dijo Vargas Llosa. Yo creo que el materialismo histórico de Marx, es “la teoría perfecta”, pero que llevarla a la práctica, es algo que termina demoliendo a los pueblos y donde los “socialismos realmente existentes” terminan siendo cuna de los totalitarismos más miserablemente célebres.

Veamos lo que nos dice Fernando Savater de Marx y los derechos humanos:

“Según Marx, los llamados derechos del hombre –con sus reivindicaciones de libertad, igualdad, participación en el poder político, etcétera- no son verdaderamente sino derechos del burgués, dueño ya de un Estado destinado a garantizar sus privilegios y deseoso ahora de eternizar en un código inmutable los principios de librecambio. En la sociedad burguesa, todos los hombres concretos pierden sus perfiles sometidos a la abstracción igualadora del dinero, pero no alcanzan la auténtica realización de su ser genérico, sino sencillamente se pliegan a las exigencias del sistema capitalista. Lo que se presenta como un ideal político inspirado en lo más noble de la naturaleza humana no es, en el mejor de los casos, más que el repertorio de piadosos deseos y buenas intenciones, imposibles de cumplir en el Estado vigente, o un enmascaramiento sublimado de la situación real”.

En la actualidad, en el mundo estamos peor que nunca, nunca antes la naturaleza había estado tan amenazada, nunca antes había existido tanta discriminación, gobiernos corruptos, redes de pornografía infantil, un vacío generalizado entre lo que llevan a cabo los políticos (siempre pendientes de cuidar los intereses financieros y tan alejados del hombre de la calle), nunca antes las sociedades habían estado tan atacadas, ya sea como con el terrorismo de estado, o el terrorismo que busca desesperadamente justificarse en una premisa religiosa, nunca antes había existido tanta hambre, redes de narcotráfico, etcétera. Pero debemos de recordar que siempre la humanidad ha estado peor que nunca. Por otro lado hay signos positivos: libre acceso al internet para todos, la posibilidad de que la humanidad pase más tiempo ocupando sus tiempos de ocio, también hay más diversidad en todos los ámbitos pero también hay mucho desempleo.

Mi punto de vista personal es que la lectura de la obra de Marx y sus comentadores es vigente, no ya para instaurar el marxismo en ningún lado, sino como un horizonte que permita a la sociedad y al poder, eliminar la parte más salvaje del capitalismo y que todos vivamos en un sistema capitalista en efecto, pero donde los desposeídos tengan canales para expresar su descontento y donde exista un “mercado socialista” en vez de un “socialismo de mercado”, además del respeto a las minorías y donde no pree-valesca unos aires de mediocridad y prepotencia todo en aras de la locura de hacer más dinero del dinero. Donde no existan 150 familias que tienen más dinero que la mayoría de la población mundial y como han dicho en el Foro Social de Porto Alegre: “Otro Mundo es Posible”.

HISTORIA DE TALES DE MILETO, FILOSOFÍA PARA EMPEZAR BIEN 2023

 

A Tales de Mileto, a pesar de que su vida está envuelta por leyendas, anécdotas, chistes y deslumbrantes genialidades, que hizo, tuvo y estudió; lo que sí hay consenso en todas las Escuelas Filosóficas del Mundo y de todos los tiempos, es en que Tales de Mileto es considerado como el primer filósofo de la Historia de Occidente. Sobre sus orígenes hay discrepancias entre las que refieren Diógenes Laercio y el historiador griego Herodoto, ya que para el primero, Tales era milesio de nacimiento y según Herodoto, Tales tuvo origen fenicio. Es más aceptada en la actualidad la idea de que nació en Tales, una antigua ciudad de Asia Menor que actualmente es una provincia de Turquía. Uno de sus más famosas hazañas fue que predijo un eclipse de Sol. El eclipse que Tales predijo sucedió en la Olimpíada XLVIII,  (585-584 a.C.) y los cómputos modernos lo fijan el 28 de mayo de 585 a.C. Éstos son datos de los Estudiosos norteamericanos Kirk y Raven, cuyo libro Los Presocráticos es referencia obligada para un estudio profundo de la filosofía de aquellos tiempos hasta la figura de Sócrates.

Como Egipto fue siempre considerado la cuna de las ciencias griegas, existe la tradición de una visita de Tales a dicho país especialmente debido a su pericia en astronomía y geometría.  Además, existe también la costumbre de atribuir visitas a Egipto a todos los sabios del siglo VI a.C. No debería pues existir dificultad alguna en admitir este acontecimiento sobre todo si se toma en cuenta la afinidad de ciertas ideas de Tales con las que se cultivaron en el Cercano Oriente y probablemente en Egipto. Existe a este propósito el testimonio de Aecio; “Tales..., después de haber filosofado en Egipto, llegó a Mileto cuando era más viejo.” Aecio afianza su afirmación diciendo que Tales sustentó una teoría para explicar las inundaciones del Nilo, lo que aumenta la posibilidad de que viera personalmente el río, aunque Kirk y Raven  apunten al hecho de que toda esta información la pudo obtener de mercaderes milesios.

En cuanto a sus escritos, el mismo Tales, en una carta a Ferécides, que Diógenes Laercio le atribuye, dice: “Nosotros, que nada escribimos, viajamos por Grecia y Asia.” Y Simplicio, por su lado, afirma: “Se dice que no dejó ningún escrito, con excepción de la llamada Astrología náutica.” Pero, acerca de este libro, hay una gran disparidad de opiniones: el mismo Diógenes Laercio dice que es probablemente de Foco el Samio. No hay, sin embargo, elementos concluyentes para establecer la paternidad de la obra mencionada: el habérsela atribuido a este milesio puede significar simplemente una mención a sus actividades científicas o un reconocimiento a su condición de sabio, uno de los “siete sabios de Grecia”.

Tales, como es reconocido el “padre de la filosofía griega”, Aristóteles denomina a Tales como achegós tes toiautes philosophías. Es natural que a su alrededor florecieran anécdotas para describirlo como poseedor de aquellas notas características que debieran sobresalir en todo filósofo, o sea, la capacidad de la especulación y la suficiente inteligencia práctica para solucionar problemas inmediatos.

En cuanto a la primera cualidad, Platón[1] nos relata el siguiente episodio: “Ahí tienes, Teodoro, el ejemplo de Tales, que también observaba los astros y, al mirar el cielo, dio con sus huesos en un pozo. Y se dice que una joven tracia, con ironía de buen tono, se burlaba de su preocupación por conocer las cosas del cielo, cuando ni siquiera se daba cuenta de lo que tenía ante sus pies. Esta burla viene también a todos aquellos que dedican su vida a la filosofía.” A pesar del tono de crítica burlona que emplea Platón, parece cierta la advertencia que se hace ahí a los que se dedican a la filosofía en cuanto a su probable destino. Por lo que se refiere a sus aspectos prácticos, Aristóteles nos señala la siguiente anécdota:[2]  “Podes, a causa de su pobreza, así lo cuanta la historia, fue objeto de mofa por la carencia de utilidad de la filosofía; pero por su conocimiento de la astronomía había observado él que, mientras era aún invierno, iba a haber una gran cosecha de aceitunas, de manera que reunió una pequeña suma de dinero y pago depósitos redondos en la totalidad de las prensas de aceitunas que había en Mileto y Quíos, las cuales alquiló él por una renta muy baja, ya que nadie le hacía la competencia; y cuando llegó la estación hubo una demanda imprevista y repentina de un gran número de prensas simultáneamente y, alquilándolas al precio y en las condiciones que él quería, reunió una gran suma de dinero, demostrando así que, si quisiera, le era fácil a los filósofos ser ricos, pero que no es esto lo que acapara sus cuidados.”

Actividades científicas: La más importante de estas actividades desarrolladas por Tales está ciertamente ligada a su predicción del eclipse de sol, que, como ya hemos indicado, se verificó el 28 de mayo de 585 a.C. y que oscureció una parte del Cercano Oriente y Egipto. El testimonio más preciso nos lo proporciona Herodoto.[3] En el sexto año de la guerra que ellos (los medas y los lidios) estaban librándose mutuamente, sucedió que, cuando la batalla estaba trabada, el día se convirtió de repente en noche. Tales el milesio había predicho a los jonios que iba a tener lugar esta alteración del día, fijándolo precisamente en el año en que ocurrió.

Es casi imposible que Tales conociera la verdadera causa de un eclipse de sol (ya que los físicos que inmediatamente le sucedieron tampoco la conocían). Por lo tanto, es más probable que se basara en una larga serie de observaciones de las estrellas o, como indican Kirk y Raven,[4] el acceso que tuvo a los registros babilonios, desde el momento en que, al decir de Herodoto,[5]  había estrechas relaciones entre Sardes y Jonia. Parece entonces que la asombrosa precisión con que fue anunciado este fenómeno se deba más bien a la suerte que a acuciosos cálculos astronómicos. Por tanto, la fama de Tales como astrónomo se debe, más que a este fortuito suceso, a sus estudios acerca de los solsticios y sus variaciones, mencionados por Eudemo en Diógenes Laercio,[6] y el haber atraído la atención de los navegantes sobre la Osa Menor.

La fama de Tales como matemático se deriva de dos descubrimientos. El primer hallazgo lo encontramos en Diógenes Laercio,[7]18  quien, citando a Jerónimo, dice que “midió las pirámides por medio de la sombra, comparándola con la nuestra cuando es igual al cuerpo”. Plutarco da una versión un poco más compleja: “La altura de una pirámide está en relación con la longitud de su sombra, al igual que pasa exactamente con la altura de cualquier objeto vertical mensurable y la longitud de su sombra en el mismo momento del día.”[8]

 



[1] Teeteto: 1259ª.

[2] Política: I, 11, 1259ª y ss.

[3] I, 74.

[4] O.C. II.

[5] I, 29.

[6] I, 23.

[7] I, 27.

[8] Citado por Kirk y Raven: O.C. II.

TALES DE MILETO DIJO::

MÁXIMAS.

TALES DE MILETO DIJO:

1.- Acuérdate de los amigos ausentes y de los ausentes.

2.- Sé hermoso en tus actos.

3.- No dudes en mimar a tus padres.

4.- Difícil es conocerse así mismo.

5.- El placer supremo es conseguir lo que se desea.

6.-Triste es la ociosidad.

7.-Enseña y aprende lo mejor.

8.- No estés inactivo aunque seas rico.

9.- No creas a cualquiera.

10.- Date cuenta del momento oportuno.

11.- No digas lo que vas a hacer.

12.- No hagas tú lo que te indigna en tu prójimo.

13.- No hables mal del amigo.

14.- No seas ni bonachón ni taimado.

15.- Si eres pobre, no censures a los ricos a menos de que saques buen provecho.

16.- Si haces algo bueno atribúyelo a los dioses y no a ti mismo.

17.- La mayoría de los hombres son malos.

18.- Mejor es morir como pobre que vivir como miserable.

19.- Hazte digno de tus padres.

20.- No digas en público lo que se ha dicho en privado.

21.- Oculta tus desgracias para no regocijar a tus enemigos.

(FUENTE: Kirk y Raven). 

ENSAYO OBSERVACIÓN!! MARCOS GARCÍA CABALLERO..


Como escritor con trayectoria, conozco lo suficiente los ensayos como para hacer un abordaje al tema; pero la idea de la que voy a partir es muy sencilla y la especulación alrededor de ella igual lo será. No pienso en algo ambicioso como un ensayo sobre Cosmología, en principio porque no sé lo suficiente de éstos temas más allá de lo que sabe el común de la gente que ha visto documentales famosos al respecto, como la famosa serie televisiva Cosmos, escrita y dirigida por el pensador Carl Sagan, en cuyo momento de esplendor hubo incluso una cierta moda de los temas astronómicos y cosmológicos. Lo cual es más o menos el punto que quiero explorar en mi ensayo, a saber, basados en la siguiente pregunta: ¿Si toda ésta información se conoce y si es de uso corriente el manejo de éstos datos entre quienes manejan este tipo de saberes, qué pasaría si fueran difundidos permanentemente entre todos los estratos de la población?

                        Desde mi punto de vista explorar en torno a ésta pregunta no es asunto menor. Es obvio, por ejemplo, que todos poseemos muchos conocimientos inconscientes o conocimientos derivados del sentido común; un conocimiento derivado del sentido común, por ejemplo, es el que nos saca de nuestras rutinas preconscientes de la vida cotidiana (v.gr.: levantarse de la cama y encender la cafetera o meterse a la regadera) es cualquier juicio de valor que, por ejemplo, reflexionamos entre esas rutinas, pero cuando extraemos un elemento de juicio sobre esto, ya se trata del sentido común y, como decía Descartes, del sentido común todo mundo cree tener el suficiente. ¿Ahora, realmente esto es así? Es obvio que no.  Entre más Juicio de valor= más sentido común= mayores acciones.  Podemos inferir que entre más activos seamos en la cotidianeidad, poseeremos mayor sentido común, y el sentido común llevado a sus más altos logros fue estudiado por Imannuel Kant, quien, entre otras cosas, también estudió ciertas cosas sobre cosmología, ¿curioso verdad?

                        Ahora bien, de lo que se trataría es de llevar, éste tipo de conocimientos cosmológicos que son el macro contexto, al micro contexto de la vida diaria de cualquier persona; mediante ágiles programas de radio, televisión y documentales… de aquí en adelante mi especulación tiene qué aclarar que el conocimiento nunca es algo inocente, pero que bien empleado y con criterio suficiente, puede contener un alto contenido terapéutico sobre conductas y formas de ser que son nefastas y tienden a negar al  pensamiento y a fomentar fanatismo. Lo cuál, también es una forma de hacer filosofía: arrojar a la sociedad preguntas y razonamientos de orden filosófico para, lograr que, como quería Gabriel Zaid, el nivel de conversación de una sociedad como la mexicana que es la nuestra, no sólo se queje de las problemáticas políticas como la guerra al narcotráfico o cuál fue el resultado de los encuentros deportivos del fútbol.  Creo que sobre éste punto nunca se insistirá lo suficiente.

                        ¿Por qué? Bueno, en primer lugar, en mi trayectoria de escritor y entre los debates de los escritores, siempre se escucha la queja de que la gente lee poco y lee mal, sin actitud crítica ni nada. Démosle un giro a ese tipo de conversación, para seguir el argumento de Zaid: quizá ya en el futuro la gente dejará de leer por lo menos al nivel en que se leía en el siglo pasado, debido al aumento de las tecnologías de uso personal, etcétera. Pero, lo cual, hay que aclarar, no significa que se haya perdido para siempre la curiosidad intelectual humana, ya que esto último, simplemente es un componente que nos vuelve humanos, sencillamente. Lo anterior me permite decir que si fuera una catástrofe (porque sí lo sería), que las editoriales grandes del mercado dejasen de publicar libros, por ejemplo de cuentos, debido a que ya no representaran un interés para nadie, ese sólo acto, tendría que implicar una subida en los pistones-motores de la sociedad en otra forma: ¿Qué tal, por ejemplo, con debates sobre cosmología en series televisivas? No bromeo: El alto grado Científico (con su obvio componente crítico que es ni más ni menos que la filosofía como pensaba Sir Karl Popper que debería ser en el futuro, un futuro no muy lejano, de hecho), sigue teniendo vigente el rasgo de la curiosidad intelectual, es decir, las sociedades, como entes vivos, muchas veces no saben en conjunto muchas veces hacia dónde quieren ir, pero es obvio que dichas sociedades sufren mutaciones y realmente nos negamos a creer que sólo sea por el miedo al cambio, que la mayoría de la sociedad se quede petrificada mirando el televisor y gritando: ¡”GOOOOOOLLL!”

domingo, 29 de enero de 2023

Los Problemas científicos y las corrientes filosóficas.


POR MARCOS GARCÍA CABALLERO.

1.-¿Cuáles son las dimensiones de los problemas y cuál es su función?

Los problemas tienen tres dimensiones que son inseparables entre sí: una es el concepto mismo de lo problemático, que ha sido formulado por alguien que cuestiona o dubita. Dos: La dimensión psicológica de la persona que encontró que dicho problema debe ser explorado y resuelto. Tres: La formulación lingüística en la cual está inmersa el enunciado del problema.

La función de los problemas es resolver cuestiones que como hemos visto hasta ahora, se pueden resolver interdisciplinariamente de una mejor manera, pero, ya que nos hemos enfocado a las relaciones entre filosofía y ciencia, se debe tener en cuenta, que el problema debe de ser atractivo de resolver. Una cosa importante es que los problemas de éste nivel, no deben confundirse con las dudas que cualquier persona pueda tener. Estamos ante un problema cuando es alcanzada a formularse como interrogante, por ejemplo, un tipo de problema científico puede ser: ¿cuál es la medida de la catástrofe de Japón debido al tsunami y terremoto? Resolver esta cuestión es indudablemente algo de carácter interdisciplinario.

 

2.- ¿Cómo se diferencian los problemas científicos y filosóficos?

La Ciencia, según hemos visto, trabaja con el método deductivo y plantea hipótesis. En cambio los problemas filosóficos, no son de carácter empírico. Los problemas filosóficos se resuelven de manera argumentativa y parten de interpretaciones. En donde entran características de orden axiológico, metafísico, espiritual y sobre todo, las convicciones filosóficas corresponden ó las formula x persona tomando en consideración lo que ya “es” esa persona y no partiendo de algo supuestamente objetivo a secas. Los problemas filosóficos ser resuelven revisando históricamente lo que otros pensadores han aportado a x problemática y por supuesto que no existe un “filósofo de tertulia o de la fiesta”. Lo que distingue al discurso filosófico frente a todo otro tipo de discurso o como decimos “paradigma”, es que la filosofía es el más serio de los discursos: no se puede imaginar ni por un instante que haya algo realmente serio en las declaraciones de los políticos, aunque, sabemos bien, que lo que está de fondo en las cuestiones políticas es muy serio, eso le toca a la filosofía política. Por lo demás, no cualquier filósofo contestará igual ante determinadas cuestiones, por lo que hemos visto, están conformadas dos grandes tradiciones de pensamiento filosófico: la filosofía continental o aristotélica y la filosofía analítica o galileana.

3.- Identifica y plantea el papel problemático en las principales tradiciones de la filosofía.

Como dije antes, están esas dos corrientes de pensamiento muy establecidas y ya conformadas: la continental o aristotélica y la analítica o galileana, según el pensador Thomas Kuhn, la ciencia cambia a partir de un nuevo paradigma que revoluciona todo el espectro de determinada área de la ciencia, aunque claro, éstos paradigmas también ocurren en la filosofía como fue por ejemplo, a partir de que se publicó el Tractatus de Wittgenstein, en la filosofía analítica una corriente siguió el pensamiento del Tractatus y de la lógica de Russell y la otra corriente prefirió basarse totalmente en la obra de Wittgenstein. A partir de ahí, según Khun, se establecen los enunciados legaliformes como una manera de darle objetividad y sistematicidad a los hechos históricos y cualquier clase de hechos y explicarlos no sólo con el “¿Cómo?” sino, todavía mejor, explicarlos bajo el enunciado de: “¿Por qué sucede como sucede?”

La tradición galileana se basa en el conocimiento, en la teoría del conocimiento y la tiene por encima de cualquier otra de sus consideraciones.

La tradición galileana fue la que siguió Karl R. Popper y Jacques Derrida (otro pensador más o menos contemporáneo nuestro), optó por seguir la tradición continental. En lo que respecta a Derrida, para éste filósofo francés el discurso es fragmentario, una de sus aportaciones es precisamente el hecho de montar el discurso y desmontarlo en fragmentos.

Para la filosofía analítica (que por lo menos en lo personal me convence más), Karl R. Popper estableció que:

1.-Las ciencias empíricas son sistemas de teorías.

2.-La lógica de la investigación científica puede definirse como una teoría de teorías.

3.-Las teorías científicas son enunciados universales.

4.-Las teorías son redes que lanzamos para apresar aquello que llamamos mundo, para comprenderlo, explicarlo ó manipularlo.

5.- El conocimiento es hipotético pues es falible.

Si entiendo bien, entonces la antropología estructural enunciada por Claude Levi Strauss, entra perfectamente dentro de la antropología filosófica de la tradición continental, que presta o más bien, en sus inicios quizo prestar mucha atención psicológica al texto que tenemos enfrente, ya que ellos decían que era como vestirse o vivenciar el texto como el que lo escribió en su momento histórico, cosa que se vió después era inexacta.

Muchas gracias por la atención prestada.

martes, 24 de enero de 2023