Variados versos banales
Que muchos tontos aplaudieron
Como se ese fuera el modo de llegar
Al presunto misterio de tus nalgas:
Una simple pila de agua bendita
En un templo para dioses marginales.
Nunca se sabe al inicio de la verba escrituraria
Cuál de tus voces hablará por ti:
Y tú creías ser tu voz más única más propia
Cuando en verdad solo repetías
Con creativa sorpresa
Con enciclopédica ignorancia
Alguna combinación de sílabas certeras
O imágenes inéditas que salieron de mí.
Cómo no pensar de pronto en esas líneas
-Porque las palabras recuerdan
A veces por nosotros-
Que tú pubis se negó a mi lengua
Quizás por razones de sanidad municipal
Y que tus tragedias cotidianas
Eran solamente los ecos expelidos
Por una pantalla a color de escaso precio.
Sin embargo toda tristeza se renueva
Toda ausencia suele repetirse
Todo aroma sexual de súbito renace:
Es negocio de conciencia nada más
Eso permite que el odio ya no crezca
Pues odiarte sería
Pagar un impuesto que es de otros.
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