
Ahí te va un poema mío, es de los viejitos:
A través de las franjas
blancas de la persiana
observo al día
que abre sus alas
como una mariposa monarca
Anoche fuimos
un navegar tranquilo
de mármoles negros,
un oscuro tronco
que poco a poco fui trepando
para envolverme con tu cuerpo.
Para recuperar esa tibieza,
para no morir no,
antes de caer
en los telares del tiempo.
Sutil extrañeza,
fue como un desierto y una selva
la sensación de nuestra hondura.
Allá afuera, lejos,
una andanada de polvo se levanta
y Aguascalientes sigue siendo
una pregunta arrojándose
a la incertidumbre de los vientos.
Éste poema mío me gusta mucho, y más porque me lo pagaron en la revista donde fue publicado, ahora que, debajo de la cama de l piso de arriba de la casa editorial donde fue planeado, me corrieron a la madrugada siguiente (seguramente sólo les gustó el final) ejem... Pero se lo dedico a Winona porque siempre estuvo presente, en su honor y con respeto.
*Nota Del Autor.
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